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El conde Chiquinho Scarpa es un millonario brasileño cuyo nombre tiene una presencia habitual en la prensa, pero no precisamente por sus negocios sino por sus excentricidades.

 Entre sus polémicas más sonadas destacan el haber puesto a su cacatúa como heredera de su fortuna, o haber sido denunciado por la casa real de Mónaco tras asegurar que tuvo una noche de pasión con la princesa Carolina, reseña Nando ad Hunter para Yahoo Finanzas en español.

Sin embargo, la última historia en la que se ha visto envuelto este singular personaje puede considerarse la más espectacular de todas. El playboy de 66 años anunció un día a través de su Facebook que había decidido enterrar en el jardín de su casa su propio coche, un lujoso Bentley valorado en 400.000 €. Chiquinho quería así imitar a los faraones, que eran enterrados junto a sus pertenencias más valiosas.
La noticia corrió como la pólvora tanto en la red como en los medios de comunicación, que no dudaron en ‘atizar’ al millonario por su nueva excentricidad. Lejos de echarse atrás, él siguió alimentando la polémica al publicar imágenes en las que se le veía excavando el agujero. Finalmente, anunció el día exacto en que se produciría el enterramiento.
Su ‘locura’ se convirtió en todo un acontecimiento mediático en Brasil, y el día de llevarla a cabo no había medio de comunicación importante que no estuviera presente en la mansión del conde para cubrir la noticia. Incluso un helicóptero de una televisión nacional emitió la señal en directo para todo el país. Chiquinho había conseguido su objetivo: atraer la atención de millones de personas.
La sorpresa saltó cuando en el momento del enterramiento el millonario detuvo la acción e invitó a todos los medios a entrar a su casa. Fue entonces cuando soltó el ‘bombazo’ que desveló las verdaderas intenciones de su polémica acción, pasando instantáneamente de villano a héroe.
“Mucha gente pensó que era absurda esta historia de enterrar mi Bentley. Pero la gran mayoría de las personas entierra cosas mucho más valiosas que mi coche: sus órganos. Ese es el mayor desperdicio del mundo”, afirmó el millonario ante la atónita mirada de los presentes.
En realidad, todo se trataba de una ingeniosa campaña de concienciación ideada por la agencia Leo Burnett con motivo de la Semana Nacional de la Donación de Órganos. La colaboración de Chiquinho Scarpa permitió algo histórico, ya que nunca antes se había conseguido tanta cobertura mediática para fomentar la donación. Sencillamente brillante…

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