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Todos los estados aumentaron sus índices de inseguridad alimentaria desde el 2000 hasta hoy.

Al conmemorarse 50 años de que el presidente Lyndon B. Johnson declarara formalmente su “guerra contra la pobreza” en los Estados Unidos, los hogares marginados del progreso, en vez de disminuir, han aumentado.

De hecho, el Departamento de Agricultura destina el 86 por ciento de su presupuesto a subsidiar a la gente de menores recursos, y no a los agricultores, como ocurrió históricamente.

De acuerdo con uno de los estudios al respecto, la prevalencia de inseguridad alimentaria pasó de afectar al 10,8 % de los hogares en el periodo 2000-2002, al 14,7 % entre el 2010 y el 2012, lo cual equivalió a pasar los 17,6 millones de hogares o cerca de 49 millones de habitantes deficientemente alimentados, y dentro de ellos 16 millones de niños. La situación se agudizó a partir del 2007, como consecuencia de la peor crisis económica sufrida por la nación, según los analistas.

La tasa de inseguridad alimentaria es mucho menor entre la población blanca anglosajona, con un nivel de 11,2 %, muy por debajo del promedio nacional. En contraste, negros e hispanos suman casi por partes iguales un total de 30 millones de hogares, cuyos segmentos peor alimentados representan tasas de 24,6 y 23,3 %, respectivamente.

Los residentes de otras procedencias, como los asiáticos, que abarcan cerca de 8 millones de hogares, están en mucha mejor condición, y la inseguridad apenas afecta al 13 %.

Frente a dicho panorama, el Gobierno ha canalizo el 86 por ciento de su presupuesto federal, que alcanzó 109.000 millones de dólares en el 2013, a través de 15 programas, todos dirigidos a aliviar la situación alimentaria y nutricional de los hogares con ingresos que no alcanzan los 50 mil dólares al año. La ayuda promedio es de 133 dólares por mes.

Con ese propósito, se otorgan bonos de nutrición para madres embarazadas e hijos pequeños, y se sirven cada día 13 millones de desayunos y 32 millones de almuerzos en las escuelas, prácticamente sin ningún costo para los beneficiarios.

Mirando la situación por estados, Misisipi muestra la más alta tasa de inseguridad, con 19,7 %, 5 puntos más que a comienzos del siglo, pero todos los estados aumentaron sus índices de inseguridad alimentaria, entre los hogares de más bajos ingresos, desde el año 2000.

(Fuente: Germán Duque, Miami, Portafolio.co)

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