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EEUU-SNOWDEN

«No tengo dudas de que habrá otras fuentes dentro del gobierno que ven maldad extrema y que se inspiran en Edward Snowden» advertía Greenwald, el periodista que publicó las filtraciones.

Edward Snowden, el excontratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, siglas en inglés) que filtró documentos pertenecientes a la Administración americana, puede tener un imitador. Según la cadena CNN, el Gobierno de Estados Unidos cree que hay otro pirata informático.

Según la cadena, las pruebas de una nueva fuga han sido identificadas en una noticia publicada el martes por el sitio wen The Intercept, el portal de noticias lanzado por el periodista Glenn Greenwald, quien también publicó filtraciones de Snowden.

El artículo se centra en el aumento de nombres de terroristas conocidos o sospechosos de serlo en las bases de datos del Gobierno estadounidense durante la Administración Obama.

Asimismo, el texto cita documentos del Centro Nacional Antiterrorista a fecha de agosto de 2013, después de que Snowden abandonara los Estados Unidos para evitar cargos criminales, por lo que no pudo ser el excontratista de la NSA quien accediera a los archivos.

El propio Greenwald ha insinuado en entrevistas y a través de su cuenta de Twitter que las revelaciones de Snowden «inspiraron» a muchos, y que hay gente con habilidades y conocimientos informáticos que han seguido su camino.

«No tengo dudas de que habrá otras fuentes dentro del gobierno que ven maldad extrema y que se inspiran en Edward Snowden», dijo en una entrevista reciente, precisamente con la cadena CNN.

Las mismas fuentes del Gobierno dijeron a la cadena que aun están investigando la nueva fuente de filtraciones y que desconocen todavía su origen, así como no está claro cuántos documentos nuevos han podido compartirse y la magnitud de su impacto.

Lo único que se conoce es que tales archivos están etiquetados como «Secreto» y «NOFORN», lo que significa que no pueden ser compartidos con gobiernos extranjeros.

En el caso de Snowden, este llegó a hacerse con unos 1,7 millones de documentos clasificados, muchos de los cuales fueron etiquetados como «Top Secret», una clasificación más elevada que los que aquí ocupan.

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