Cuando en 2001 Apple se lanzó a montar sus primeras tiendas físicas, toda la industria presagiaba un tremendo fracaso.
Eran los tiempos en los que las tiendas de informática empezaban a sufrir la crisis por la competencia de las grandes cadenas de retail y las compras por Internet. Sin embargo, Steve Jobs, por entonces CEO de la compañía, no podía dejar que sus ordenadores se siguieran vendiendo en las esquinas oscuras de los grandes centros comerciales o apiladas en los lineales de las tiendas de ordenadores. Hoy, Apple ha demostrado que sus tiendas son todo un éxito porque son mucho más que una tienda: son un lugar para la solución de problemas con sus productos, un lugar de consejo y asesoramiento o un lugar para explorar tranquilamente los productos del fabricante y sus accesorios, señala Daniel de Blas, ex director de publicaciones como Macworld (dedicada al mundo Apple) o TechStyle (dedicada a electrónica de consumo).
Pero es que, además de eso, como promete Apple cuando inaugura una de sus grandes tiendas, las Apple Store buscan ser un lugar de animación cultural y formación, y por ello no sólo se realizan talleres colectivos o sesiones de formación individuales, sino que el fabricante organiza visitas de colegios durante los meses lectivos y ahora en verano, talleres gratuitos para que los niños de entre 8 y 12 años puedan acudir con sus padres y aprender a crear una película o un libro interactivo.
(Fuente: TICbeat)
