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¿Son Google y Facebook una nueva generación de competidores para la industria aeroespacial y los gigantes de defensa o son un mercado potencialmente emergente?

Esta pregunta ha comenzado realizarse después de que durante años las empresas del sector aeroespacial y de defensa no hayan tenido que preocuparse por ningún tipo de rival. Las barreras para entrar en este mercado son enormes y el desarrollo de nuevos jets puede requerir hasta 10.000 millones de dólares mientras que las empresas de defensa disfrutan de una estrecha relación con los gobiernos nacionales por lo que las empresas recién llegadas tienen serias dificultades para adentrarse.

Space X (Space Exploration Technologies) ha comenzado a sacudir este panorama y el pasado martes ganó un suculento contrato (2.600 millones de dólares junto a Boeing) de la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio para desarrollar una cápsula para transportar a los astronautas a la órbita de la Tierra.

La puesta en marcha de este proyecto ha obligado a Airbus a reconocer que la construcción de este tipo de cohetes en Europa no es sostenible por lo que el fabricante de motores Safran ha impulsado un modelo de funcionamiento menos costoso para futuros lanzadores. Boeing y Lockheed Martin, empresas de suministro de cohetes a la comunidad militar y de inteligencia de EEUU, también han comenzado a sentir la presión de nuevos competidores como Space X.

Con este telón de fondo, la decisión de Google de comprar el fabricante de aviones no tripulados Titan Aerospace el pasado mes de abril y la compra por parte de Facebook de la compañía aeroespacial británica Ascenta por 20 millones de dólares, han planteado la cuestión de sí las empresas de tecnología han comenzado a entrometerse en áreas tradicionalmente dominadas por las mencionadas empresas.

“Estas empresas se asientan sobre un montón de dinero y pueden hacer un montón de cosas en el mercado en el que tenemos experiencia” explica Craig R. Cooning, presidente de la unidad Network & Space Systems de Boeing. “Preferimos colaborar con ellos a competir con ellos”.

Lo cierto es que el sector de defensa tiene un historial bastante pobre en lo que a servir a los mercados comerciales se refiere. Cooning reconoce que estos mercados son muy diferentes. “La actividad comercial es completamente diferente a la actividad de defensa”. Boeing recibió la semana pasada su primer pedido comercial para el satélite 502 Phoenix de HySpectIQ. Los dos satélites contarán con un sensor hiperespectral, una cámara que puede grabar más de 200 colores espectrales para proporcionar un mapa más completo de la Tierra. Cooning afirma que la producción de estos satélites podría despertar el interés de Google para ofrecer una representación más completa del mundo. Afirmación de la que Google ha declinado hacer ningún tipo de comentario.

 

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