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En realidad, este alcaloide orgánico lo producen muchas plantas tropicales como autodenfesa, es decir, que la cafeína es un pesticida natural.

La cafeína afecta al sistema nervioso de muchos depredadores, haciendo que desistan de comer la planta. Sin embargo, muchos de nosotros somos adictos a ella. A ese polvo blanco e inodoro con sabor amargo que fue aislado de los granos crudos de café por primera vez en 1820, señala Sergio Parra en Xataka Ciencia.

Tal y como explica Mark Pendergrast en su libro El café:

El hígado humano reacciona ante la cafeína como si fuera un veneno e intenta furiosamente desmantelarlo, desprendiendo los grupos de metilos. Pero no puede con todos, de modo que unas pocas moléculas enteras de cafeína logran superar el hígado y encontrar finalmente un lugar donde alojarse en el cerebro.

El cerebro no es el único órgano que queda afectado por la cafeína. El corazón palpita más rápidamente, estrecha algunos vasos sanguíneos y hace que algunos músculos se contraigan más fácilmente. Es también un diurético y hace que en la orina floten pequeñas cantidades de calculo, lo que conduce a una posible pérdida de hueso.

Como hemos visto, el café y la cafeína han estado implicados en una enorme serie de dolencias, pero estudios posteriores no han podido confirmar la mayoría de los descubrimientos negativos.

La posible dosis letal de cafeína está en unos 10 gramos, aunque es prácticamente imposible consumir tamaña cantidad bebiendo café. Con todo, los signos iniciales de toxicidad incluyen vómitos, calambres abdominales y fuertes palpitaciones cardíacas.

Por sorprendente que pueda parecer existen pocas pruebas de que la cafeína produce algún daño a los niños normales, a pesar de la creencia generalizada de que atrofia el crecimiento, arruina la salud, etc. No obstante, al igual que los adultos, los niños están sujetos a síntomas de abstinencia, a causa de la privación de bebidas de cola, más frecuentemente que del café.

La cafeína, pues, es una droga complicada de estudiar porque afecta de forma muy diferente a las personas. Hay quienes pueden estar estimuladas durante horas con un simple sorbo, pero otras personas pueden beber un café justo antes de irse a dormir sin problemas. Tal vez cada uno de nosotros deberá, de momento, estimar qué consumo es el más oportuno, aunque generalmente se acepta que no debería exceder las dos o tres tazas de café por día (unos 100 miligramos de cafeína por taza).

(La noticia “Ésta es la droga psicoactiva más consumida del mundo y estos son los efectos que causa en tu organismo” fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra).

CAFE-DROGA-PSICOACTIVA