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La tecnología ha cambiado las expectativas y usos de los consumidores en el mundo digital y los teléfonos inteligentes (smartphones) se han convertido en elemento indispensable de nuestro día a día. Esta situación lleva a las empresas a adaptarse o a quedarse en el camino.

Los bancos, por su parte, tienen un reto aun mayor ya que grandes empresas como Google, Amazon, Facebook y Apple están entrando con fuerza financiando espacios publicitarios y ofreciendo préstamos entre particulares (crowdlending), entre otras cosas.

La consultora Accenture predice que en sólo cinco años al menos 3 de cada 4 interacciones de los consumidores se harán online o a través de los diferentes dispositivos móviles, por lo que los bancos tienen que actuar con rapidez para encontrar su valor añadido. Si la situación no cambia, más del 30% de sus ingresos bancarios pasarán a ser de los nuevos competidores digitales.

Para luchar contra esto los bancos están automatizando procesos de forma interna y externa y están mejorando, también, la eficiencia y las ganancias para satisfacer al cliente final y darle exactamente lo que busca. Una entidad que quiera meterse al 100% en el mundo digital debe recortar esfuerzos en las áreas de soporte (back-office) hasta un 80% y reducir el tiempo de respuesta a casi la mitad (40-50%). Además de esto deben mejorar su posicionamiento en redes sociales como Facebook y Twitter y mejorar su imagen de cara a acercarse al consumidor y ganárselo en su terreno.
El objetivo es que mejore la interacción entre el banco y sus clientes para que se traduzca en ventas de productos financieros y en ingresos, lo que daría lugar a un aumento de beneficios del 50%, según cálculos de Accenture.

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