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A mediados del año pasado, después de casi una década de construcción, el multimillonario chileno Horst Paulmann terminó lo que esperaba que fuera el coronamiento de su carrera empresarial: el edificio más alto de América Latina, una moderna torre de oficinas de 64 pisos que se eleva sobre la capital chilena.
EDIFICIO-ALTO-LATAM

El desarrollo, no obstante, se está convirtiendo en un ojo morado para Paulmann y su compañía, Cencosud SA, dice Peter Grant y Ryan Dube en The Wall Strett Journal una de las cadenas minoristas más grandes del subcontinente.

La torre es parte de Costanera Center, un complejo de uso mixto cuyo costo original estaba previsto en US$400 millones. Sin embargo, el precio ha subido a cerca de US$1.000 millones, principalmente debido a mejoras de diseño llevadas a cabo durante la construcción, tales como la adición de una plataforma de observación, según Cencosud. Aunque la parte comercial del complejo ha estado abierta desde hace tres años, la torre de oficinas permanece vacía, un año después de su finalización. El mes pasado, cuando un reportero intentó visitarla a mitad de un día de semana, todas las puertas de acceso estaban cerradas.

En lugar de convertirse en un símbolo de la consagración de Santiago de Chile como una de las principales ciudades de Sudamérica para los negocios internacionales, la torre es una muestra de cómo desarrollos inmobiliarios ambiciosos en los mercados emergentes pueden verse afectados debido a la mala planificación y el cambio de los vientos políticos. “Ha sido un caso de estudio muy importante”, dice Roberto Moris, un arquitecto y urbanista que trabajó para el gobierno y que hoy enseña en la Universidad Católica de Chile.

La principal razón por la que Cencosud no ha podido empezar a firmar arrendamientos de oficinas es que aún no ha conseguido los permisos de ocupación del gobierno. Funcionarios públicos dicen que Cencosud no ha hecho las mejoras necesarias a las calles de la zona para mitigar el impacto de los miles de trabajadores que se espera lleguen a trabajar en la torre.

“Debemos avanzar hacia una cultura de movilidad sustentable y sostenible, en que los ciudadanos utilicen el auto de manera racional”, dijo una portavoz de Providencia, la comuna de Santiago que está jugando un papel clave en el proceso de permisos.

Ejecutivos de Cencosud dicen que esperan obtener en unos días luz verde para ocupar los primeros 15.000 metros cuadrados de la torre, que tiene un total de 70.000 metros cuadrados. No obstante, agregan que tomará al menos un año terminar las mejoras por valor de US$60 millones exigidas para obtener los permisos para ocupar todo el edificio.