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Por Fernando Solari, autor del libro “Lazos Comunicantes” publicado por editorial Granica.

AGUJAS-RELOJ-RSE
Los antecedentes y el pasado suelen ser claves para entender el presente y mejorar el futuro. Si la RSE [Responsabilidad Social Empresaria] es la evolución de la Filantropía conocer su origen puede mostrarnos algunas claves para mejorar la evolución.

Bucear en busca de los antecedentes de la RSE nos lleva a los tiempos en que a Flavio Claudio Juliano se le estaba poniendo complicado llevar las riendas del Imperio Romano por lo que anhelaba la era precristiana donde las cosas eran más sencillas -según él- para los emperadores. Tan convencido estaba que decidió recuperar el escenario previo y reinstaurar el paganismo.

A mediados del siglo IV DC nuestro emperador amigo actuó como un adelantado al comprender que, para coronar un plan con éxito hay que trabajar en dos dimensiones en simultáneo -para que se complementen y potencien-; sobre la realidad y sobre la percepción. Así fue como no solo cambió la religión sino que también lo hizo con los términos relacionados para pasar -entre muchos otros- de “caridad” cristiana a “filantropía” pagana.

El mejor resultado que obtuvo Flavio Claudio Juliano fue su ingreso a la historia como el “apóstata”, y a nosotros nos dejó el término filantropía disponible para resolver determinadas cuestiones relacionadas con la realidad y también con la percepción.

Quienes primero lo tomaron para modificar su percepción fueron John D. Rockefeller y Andrew Carnegie –entre otros- cuando comprendieron que las generaciones que heredarían sus inmensas fortunas también deberían luchar con el origen controversial del dinero por lo que, entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX, decidieron poner a la filantropía a su favor. Funcionó a la perfección, tanto que su ejemplo sigue siendo tentador para empresarios de todo el mundo hasta el día de hoy.

¿Vamos o venimos?
Dar parte de lo que tenemos [o todo, si así lo dispusiéramos] es una cuestión personal; las personas podemos decidir desprendernos de todos nuestros bienes para encontrar paz interior, para sentirnos realizados, para lograr superarnos aunque cualquier otra razón o motivo es suficiente para que hagamos lo que deseemos con nuestros bienes y propiedades.

En cambio las empresas tienen una responsabilidad institucional, con un claro costado social, que les exige seguir adelante y progresando como lo que son; empresas que ganan dinero para obtener una renta, poder reinvertir y lograr un mejor ámbito de trabajo para sus empleados, quienes tienen vínculo con la empresa y la comunidad en la que están inmersos y de la cual forman parte.

“Sin ganancia no hay empresa” es una de las verdades ineludibles del mundo de los negocios, lo que no implica de ninguna forma que esas ganancias se hagan quitándole a otros lo que les pertenece. Las ganancias empresarias suelen, y deben ser, resultado de la capacidad y destreza de ciertos empresarios a actuar en un escenario con reglas fijadas por terceros con mejor performance que sus competidores. Hablamos de ganancia como resultado de una sana ambición de superación que no tiene vínculo con el concepto de codicia.

La RSE es una oportunidad única para hacer que, tanto empresas como comunidad, vayan a favor de las agujas del reloj avanzando y progresando al tiempo que construyen un mundo mejor para todos. La RSE no es una revolución que supera a la filantropía, es la evolución de los negocios que nos permite avanzar haciendo que todos y cada uno de los que formamos parte de la comunidad mejoremos en valores cada día, empresarios incluidos, qué duda cabe.

fernando@solariScope.com