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Toyota Motor Corp. está planeando el camino a que llevará a sus autos de consumo convencional de combustible cerca de la extinción, en momentos en que la industria se ajusta a las consecuencias del escándalo de emisiones de los autos diésel de Volkswagen, señala Yoko Kubota en The Wall Street Journal.

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La automotriz con mayores ventas del mundo dijo el miércoles que para 2050 los híbridos de gasolina y electricidad, los híbridos que se recargan, los autos potenciados por celdas de combustible y los vehículos eléctricos representarán la mayoría de las ventas de vehículos globales, sin entregar una proyección detallada.

Eso significa que los autos con motores a gasolina y diésel, que actualmente representa cerca de 85% de las ventas globales de Toyota quedarían en casi cero, dijo el alto gerente Kiyotaka Ise.

“No será fácil que los autos a gasolina y diesel sobrevivan”, dijo Ise durante una conferencia de prensa en Tokio. “Con un declive tan grande en los autos impulsados de esta manera, es como si el mundo se pusiera de cabeza, por lo que Toyota tiene que cambiar la forma en la que trabaja”.
La visión de Toyota resalta su apuesta a los híbridos y vehículos potenciados por celdas de combustible, a medida que las preocupaciones ambientales crecen y las automotrices compiten para identificar cuál será la próxima tecnología dominante que impulse a los autos de la próxima generación.

También ocurre a medida que la industria automotriz pasa apuros para cumplir las estrictas regulaciones de emisiones y lleva a cabo una reevaluación de la tecnología diésel, luego que Volkswagen admitiera que manipuló algunas pruebas de emisiones.

Esta semana, la automotriz alemana dijo que acelerará sus planes para desarrollar vehículos híbridos eléctricos e impulsados por baterías.
Toyota no está abandonando los motores a gasolina y diesel completamente. Algunas regiones aún tendrán que depender de ese tipo de autos debido a infraestructura limitada como las estaciones de carga para los vehículos eléctricos o a hidrógeno, dijo Ise. Además los híbridos como el Prius de Toyota aún tienen motores convencionales.

Un cambio tecnológico tan radical no ocurrirá rápidamente. Hay un consenso en la industria respecto a que los vehículos a gasolina y diésel gradualmente serán reemplazados por vehículos de propulsión alternativa, pero los consumidores no los han adoptado a gran escala, en parte debido a los problemas de infraestructura de carga.

Toyota, que se ha concentrado en los híbridos, el año pasado comenzó a vender autos con celdas de combustible que operan con hidrógeno y expulsan agua por el escape. Los autos de celdas de combustible, que pueden ser cargados en minutos y tienen un rango de conducción más amplio que los vehículos eléctricos, están mejor adaptados a los viajes largos que los autos eléctricos, dice Toyota.

Por su parte, Nissan está apostando a los vehículos eléctricos, mientras que las automotrices alemanas como Volkswagen se han concentrado en los híbridos que se conectan a la red eléctrica.

Sin embargo, por ahora Toyota aun depende mucho de los autos a gasolina y diésel. El año pasado, cerca del 14% de las ventas globales de Toyota fueron híbridos, incluyendo los que se conectan a la red eléctrica. La mayoría del resto de las ventas fueron vehículos tradicionales, aunque no desglosaron las cifras.

Toyota ha registrado ganancias record en los últimos años, en parte gracias a las crecientes ventas de todoterrenos y camionetas en EE.UU., las cuales son rentables, pero consumen mucha gasolina, respaldada por los bajos precios del combustible.

La visión de eliminar los autos a gasolina y diésel forma parte de una amplia estrategia de Toyota presentada el miércoles.

Para 202, Toyota espera recortar emisiones de dióxido de carbono en los nuevos vehículos en más de 22%, comparado a su promedio de 2010. Toyota espera llevar a esa cifra a 90% para 2050, dijo el ejecutivo.