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La Operación Lava Autos, la gran investigación anticorrupción que se lleva adelante en este país, produjo el miércoles uno de sus resultados más resonantes hasta el momento con la detención del número uno del mayor banco de inversión del país y de un senador en ejercicio, destaca la periodista Luciana Magalhaes de The Wall Street Journal.

ARRESTOS-PETROBRAS
La Policía Federal de Brasil arrestó a André Esteves, presidente ejecutivo de BTG Pactual, y al senador Delcidio do Amaral, líder del Partido de los Trabajadores en el Senado, en relación con el escándalo de la corrupción masiva en la empresa petrolera estatal Petróleo Brasileiro SA .

Contactado para que realice comentarios, el banco de inversión BTG dijo que va a cooperar con los investigadores. Las llamadas telefónicas a la oficina del senador do Amaral no fueron respondidas.

Los arrestos extendieron el alcance de la investigación sobre un nuevo territorio. Esteves, de 46 años, es el primer banquero que es detenido en conexión con esta investigación, y do Amaral el primer político. Antes del miércoles, la policía había encarcelado a varios ex ejecutivos de la petrolera estatal Petrobras y de las empresas constructoras acusadas de pagar sobreprecios y canalizar ese dinero extra hacia políticos y partidos políticos.

“Hay un montón de signos de interrogación de hasta qué punto avanzará la investigación y qué sectores serán implicados por ella”, dijo Christopher Garman, director de análisis de Eurasia Group. “La gente va a empezar a darse cuenta de que aún no se han hecho sentir todas las implicaciones de la investigación Lava Jato”, como el caso es conocido en portugués.

Los dos hombres fueron arrestados tras hallarse evidencia de que estaban intentando evitar que un ex ejecutivo clave de Petrobras, Nestor Cerveró, llegara a un acuerdo con los fiscales, dijo la corte suprema de Brasil, que autorizó las detenciones.

Esteves tenía un borrador del acuerdo de la fiscalía con Cerveró, a quien el senador do Amaral ofreció 50.000 reales (US$13.200) por mes para mantener la boca cerrada. Do Amaral también habría sugerido al ejecutivo que escapara a Paraguay en un avión privado y que luego siguiera viaje a España, de acuerdo con el Supremo Tribunal Federal, o STF, como la corte suprema es conocida en este país.

El senador do Amaral “es parte de una organización criminal investigada por la operación Lava autos”, dijo el ministro de la corte suprema Teori Zavascki el miércoles al referirse a la supuesta participación del senador en “un plan de escape” que podría poner en peligro las investigaciones.

El abogado de Esteves dijo que este no conoce a Cerveró y que solo había hablado con do Amaral.

Los políticos brasileños que ocupan cargos por elección popular no pueden ser investigados o detenidos sin el permiso de la Corte Suprema. Do Amaral fue el primer senador en ejercicio arrestado en la historia de Brasil. A principios de este año, el máximo tribunal permitió a las autoridades investigar a decenas de políticos que todavía están en funciones.

Esteves fue detenido en Río de Janeiro y el senador do Amaral fue detenido en Brasilia.

Esteves comenzó su carrera en el banco de inversión Pactual en 1989 y se convirtió en operador estrella de la institución antes que ésta fuera comprada por el banco suizo UBS en 2006 por alrededor de US$2.500 millones. Cuando UBS se hundió en 2009 en medio de la crisis financiera mundial, Esteves diseñó una recompra como accionista controlador y cambió el nombre a BTG Pactual.

Conocido como un ambicioso adicto al trabajo, Esteves desarrolló rápidamente una reputación como generador de acuerdos innovadores y convirtió a BTG en el mayor banco de inversión independiente de Brasil, con 245 socios y 3.500 empleados. Hoy, el banco administra unos US$112.000 millones y cuenta con oficinas en 20 países.

En diciembre de 2010, los fondos soberanos de Abu Dhabi, Singapur y China, entre otros, invirtieron US$1.800 millones en el banco, que en su momento fue valorado en US$10.000 millones. En su salida a bolsa en 2012, BTG reunió cerca de US$2.000 millones, que le permitieron seguir creciendo tanto en casa como en el extranjero.

En 2014, BTG compró el suizo BSE Group Inc por US$1.700 millones e invirtió fuertemente en el comercio global de materias primas, negocio que lo ayudó a mantener su estabilidad en medio de la recesión económica brasileña.

BTG, a menudo criticado por su apetito por asumir riesgos, es también uno de los inversionistas de Sete Brasil Participações SA, el proveedor de plataformas petroleras que está también involucrado en Operación Lava autos.