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La generación milenio o millennials se siente cada vez más preocupada por la ampliación de la brecha entre la educación y el empleo. Ellos consideran que las universidades no están conectadas con sus metas futuras y los empleadores no se comprometen con ellos de forma significativa.

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Actualmente la generación milenio o millennials se siente cada vez más preocupada por la ampliación de la brecha entre la educación y el empleo.

Ellos consideran que las universidades no están conectadas con sus metas futuras y los empleadores no se comprometen con ellos de forma significativa, destaca Humberto Pacheco Soria, Socio de Capital Humano de PWC de México.

Esta conclusión se extrajo del informe YouthSpeak desarrollado por la organización Activating the leadership potential of young people (AIESEC), en asociación con PwC y con el apoyo de la Campaña para la Generación Milenio de las Naciones Unidas MY World y el Enviado de la Juventud del Secretario General de la ONU.

Se obtuvieron opiniones de 42,257 millennials sobre educación, empleo y capacidad; quienes dijeron que carecen de orientación vocacional y del respaldo que les ayudaría a entender lo que necesitan para desempeñar una carrera ideal después que salen de la universidad.

En este aspecto los encuestados otorgaron muy baja calificación a la educación, concediéndole a su satisfacción con la experiencia universitaria un valor de -42.

Renovar confianza y evolución del sistema educativo
Los jóvenes en el mundo definitivamente no están satisfechos con lo que obtienen en sus experiencias universitarias en relación con sus objetivos futuros, de ahí que colocaran a los asesores universitarios en el último lugar de su lista de personas que influyen en apoyar sus decisiones de carrera.

“Estamos buscando un mundo en el que la gente joven pueda encontrar información más práctica y relevante en línea y no solo en la universidad. En un momento en que las universidades aún se centran en gran medida en torno al aprendizaje formal, 68% de estos jóvenes prefiere el aprendizaje a través de la experiencia”, dijo Gordon Ching, Vicepresidente Global en AIESEC International.

Educación ≠ empleo
Los millennials señalaron que sus títulos no les dan el valor que ellos están pretendiendo.
Es así como el 53% de los encuestados percibe que hay una desconexión entre lo que aprenden actualmente en los salones de clases de la universidades y lo que necesitarán mañana en el aspecto laboral.

Sin embargo, los educadores no son los únicos quienes pueden acortar esta brecha.

En esta separación universidad y patrón, ambos actores tienen un rol muy importante, porque un sistema educativo eficaz que satisfaga las necesidades de los estudiantes, requiere de mayor participación de las opiniones de los jóvenes y a su vez la atención de los empleadores quienes brindarán orientación acerca de lo que demanda el mercado actualmente, señala Humberto Pacheco Soria de PWC de México.

De esta manera, los planes de estudios se alinearán con las tendencias externas, entendiendo que para ello se deben emplear métodos de aprendizaje mediante experiencias que motiven a los jóvenes a comprometerse.

Ambición de liderazgo y responsabilidad
En el ámbito del trabajo, la investigación YouthSpeak concluye que la noción de laborar de 8:00 am a 6:00 pm, con un elevado sueldo y un periodo amplio de vacaciones, es un pensamiento que ya pasó de moda.

No se trata tanto del balance entre el trabajo y la vida personal, sino es más sobre un estilo de vida de trabajo. Ellos están buscando experiencias globales como método altamente valorado de obtención de experiencia, nuevos conocimientos y desarrollo, por lo que persiguen un ambiente donde constantemente vayan aprendiendo, creciendo y les permita explorar nuevas oportunidades.

El 64.1% de los participantes de la investigación de YouthSpeak expresaron su aspiración a desempeñar un cargo de liderazgo o de toma de decisiones importantes en un futuro, lo que da cuenta delante de los empleadores de la naturaleza ambiciosa de los millennials y las responsabilidades que están dispuestos a asumir.

Así que los empleadores deben desarrollar una cultural laboral emprendedora, en un ambiente donde la oficina se convierta en un eje de creatividad.