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¿Usted quiere pensar positivamente? Sue Shellenbarger del Wall Street Journal nos habla de estudios que han demostrado que hay varias técnicas para ayudar a revertir los patrones de pensamiento negativo. [Pero] no todo funciona para todo el mundo, y cambiar la forma de pensar requiere práctica y persistencia.

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¿Usted quiere pensar positivamente? Sue Shellenbarger del Wall Street Journal nos habla de estudios que han demostrado que hay varias técnicas para ayudar a revertir los patrones de pensamiento negativo. [Pero] no todo funciona para todo el mundo, y cambiar la forma de pensar requiere práctica y persistencia.

Algunas personas aprenden a desafiar sus pensamientos negativos y reemplazarlos con otros más racionales y positivos, una suerte de terapia cognitiva conductista. Un libro muy útil en ese sentido es “Feeling Good” (algo así como ‘Sentirse bien’), del psiquiatra David D. Burns. Burns describe 10 distorsiones cognitivas, o errores de pensamiento, que subyacen a los patrones de pensamiento negativo.

La personalización, el hecho de asumir responsabilidad por acontecimientos negativos, incluso cuando no hay ninguna base para hacerlo, es un ejemplo de ello. Otro libro muy útil en terapia cognitiva conductista es “Mind Over Mood” (algo así como “Mente sobre ánimo”), de los psicólogos clínicos Dennis Greenberger y Christine Padesky.

A otras personas les ayuda el entrenamiento en mindfulness, un enfoque según el cual tratar de negar o detener los pensamientos negativos sólo consigue reforzarlos. En las prácticas, las personas aprenden a detectar, observar y aceptar sus pensamientos críticos sin juzgarlos o negarlos. Esto quita el poder a los pensamientos negativos y ayuda a las personas a ver que pueden elegir cómo responder a esos pensamientos, y en última instancia eliminarlos. Aprender a detectar su respiración y otras sensaciones físicas como señales de cómo se siente es parte de esta práctica. Los libros de Jon Kabat-Zinn, autor líder e investigador sobre este tema, sobre el que ha escrito mucho, dan una buena orientación al respecto.

Los estudios han descubierto que escribir una lista diaria de cosas por las que uno está agradecido puede también vincularse a un mejor estado de ánimo y a una mayor sensación de bienestar.