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Enrique Dans, profesor en Sistemas de Infmracion del IE Business School, no habla en este artículo sobre el negocio transaccional frente al negocio publicitario.

1-HOME-WEB-05-12-2016

 Un buen artículo en Venture Beat, titulado “What if Google and Facebook got it all wrong?“, expone la perspectiva a la que se enfrentan dos de las compañías más exitosas del mundo ante la evidencia de que la publicidad es una fuente de ingresos notablemente menos eficiente que la transaccionalidad, que el comercio electrónico como tal.

Sin duda, hacer las cosas es mejor que contarlas. El modelo de negocio de una compañía como Google, surgido a partir de la imitación de un tercero y de su superposición a una actividad, la búsqueda, que no se sabía como convertir en negocio, ha dado lugar a un gigante que, si bien gana mucho dinero, se encuentra en la tesitura de que la mayor parte de la actividad económica que genera tiene lugar lejos de la compañía, en casa de aquellos que cierran las transacciones que se inician en sus anuncios. La transaccionalidad en el caso de Google, la venta de productos y servicios como tales, es sumamente escasa, lo que la convierte, tras un simple examen de la cuenta de resultados, en una empresa prácticamente monoproducto, en la que los ingresos derivados de la publicidad representan en torno al 90%.

El caso de Facebook, que intenta desarrollar ahora una parte transaccional que valga la pena, es muy similar al de Google: el 97% de los ingresos de la compañía provienen de la publicidad, y las incipientes ventas que comienza a generar parecen más una manera más de justificar una mayor inversión publicitaria en la plataforma por parte de las empresas vendedoras que una fuente real de ingresos para Facebook.

Frente a los gigantes de la publicidad, tenemos una serie de compañías, encabezadas por Amazon pero con un creciente protagonismo de las grandes compañías del mercado chino, en las que la transaccionalidad se convierte en el auténtico protagonista. En todos los casos hablamos de empresas que siguen una estrategia de plataforma, de construcción de un entorno en el que otros desarrollan la actividad, pero que la actividad sea transaccional en lugar de publicitaria parece entregar unos porcentajes de margen sensiblemente más jugosos. De hecho, Google se encuentra cada día más presionada: una parte significativa de las búsquedas más rentables, las que terminan con un clic comprador, tienen ya lugar en la página de Amazon, y otra parte, las de aquellos que buscan una interacción conversacional con una compañía, suceden dentro de Facebook.

Mientras, en China, vivimos un entorno de competencia imperfecta en el que los grandes gigantes occidentales no son capaces de entrar, pero donde compañías como Tencent y Alibaba se definen abiertamente como plataformas transaccionales de comercio electrónico, como canales comerciales en los que el protagonismo de las ventas es total. Todo lo que aparece en cualquiera de las páginas de Tencent o de Alibaba puede ser adquirido en pocos clics, y cada una de esas transacciones deja ingresos en la respectiva compañía que lo muestra al usuario. WeChat es una herramienta de mensajería instantánea, pero su enfoque y compromiso con las ventas es clarísimo y contundente: puede ser utilizada para localizar cualquier cosa en los canales oficiales de prácticamente cualquier compañía y, rápidamente, pagar por ella. Un negocio claramente más sólido y con más margen que el de la publicidad, que tanto los mercados como las empresas cliente tienden a valorar mejor, y que parece, cada día más a medida que la publicidad sufre problemas derivados de tendencias como el ad-blocking, mostrar el camino a seguir.

A estas alturas de película, el desarrollo de plataformas orientadas al comercio electrónico por parte de compañías como Google o Facebook parece complicado: ambas lo intentan, pero el mercado ya tiene muchas de las cartas repartidas, y desplazar a los usuarios de comportamientos y asociaciones mentales convertidas en hábitos consolidados parece algo que requerirá mucho tiempo e inversiones importantes. La publicidad, que en su momento se configuró como el modelo de negocio ideal para toda aquella pagina que congregaba a muchos usuarios fueses un buscador o una red social, empieza a mostrar sus limitaciones. Si quieres ganar dinero y crecer, vender productos parece mucho mejor que vender anuncios.