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¿La clásica imagen de una familia reunida ante el televisor pasará a la historia? Por ahora no, pero poco a poco nos vamos alejando de él. Los nuevos hábitos de consumo plantean nuevos retos a los medios de comunicación.

El consumo de televisión de manera tradicional, es decir delante del televisor, disminuye entre un 3 y un 4% anual desde el 2012 en el Reino Unido y Estados Unidos, según uno de los últimos informes del Reuters Institute for the Study of Journalism y que recoge Anna Lladó en la Vanguardia. Son datos, según este organismo, que son aplicables a otros países desarrollados.

¿Significa esto que la imagen de una familia o grupo reunidos ante el televisor pasará a la historia? De momento no, ya que todavía tiene un papel importante. Muestra de ello es que la media diaria de consumo televisivo por persona se sitúa en cuatro horas, explica Eloi Aymerich, profesor del Grado en Medios Audiovisuales del TecnoCampus y director audiovisual y socio de Clack Audiovisual. También destaca que 45 de cada 60 minutos de consumo se realizan delante del televisor.

Que aún sea un medio fuerte no esconde el descenso constatado por el Reuters Institute for the Study of Journalism y que Aymerich atribuye a varios motivos. Por un lado, la comodidad. “El servicio a la carta te permite consumir cuándo y cómo quieres, desde cualquier dispositivo”, sostiene. Ya no se necesita el televisor. Además asegura que “cada vez hay más contenidos divididos por grupos de interés, lo que facilita que el consumo sea más individual”. En el sofá, con familia, pareja o amigos “se ha de pactar”, ya sea el canal que quieres ver o el tiempo que le vas a dedicar. En cambio, “cuando consumes de forma unilateral, desde tu dispositivo, no has de pactar con nadie”, explica.

Estos hábitos de consumo plantean nuevos retos a los medios de comunicación. Según Aymerich, deberían “ofrecer nuevas opciones de consumo a un público que ya no se conforma con el consumo tradicional”. Es decir, hay que apostar por nuevas maneras de producir contenidos. Al mismo tiempo es importante conseguir que la audiencia continúe participando en los programas de la marca. “Los canales han de construir comunidades que se mantengan fieles a las marcas”, afirma. Otro reto es cómo monetizar esta nueva manera de producir contenidos.

La innovación tiene un papel importante. Sin embargo, el profesor del TecnoCampus señala que aún lo es más “la calidad” y que los medios encuentren su espacio, su nicho, manteniendo su comunidad.

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