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(FELICIDAD – SOCIEDAD – MENTE) “La felicidad lleva trabajo”, explica Laurie Santos, una profesora de psicología de la Universidad de Yale que lo sabe todo sobre la felicidad. Y para conseguirla, recomienda estos 5 sencillos hábitos.

¿Cuál es el curso más popular en la Universidad de Yale? ¿Uno sobre finanzas? ¿Sobre política internacional? ¿Sobre Inteligencia Artificial? No, uno sobre felicidad. Se llama “Psicología y la Buena Vida” y lo imparte la profesora Laurie Santos. A sus clases asisten 1.200 estudiantes (Yale tiene un total de 5.500), todo un récord. Y nuestros compañeros de GQ en Estados Unidos han podido entrevistarla para saber qué demonios es eso de la felicidad y cómo se consigue en 2018.

Lo primero de todo, la definición

“La felicidad tiene dos caras. Una, la del momento ‘¿Te sientes positivo? ¿Te ríes mucho? ¿Notas que no estás triste?’ Y por otro lado, la felicidad como estado general. ‘¿Te sientes cómodo con tu vida? ¿Estás satisfecho con lo que haces/sientes?’. Si te notas positivo, sueles estar de buen humor y crees que te está yendo bien en la vida, yo diría que eres feliz”, asegura.

¿Qué es lo que nos hace felices?

Hay un montón de cosas que supuestamente nos traen la felicidad. La sociedad nos dice que comprarnos una casa, tener un coche, un trabajo estable y tener hijos es la fórmula básica para alcanzar la realización personal. Pero Santos no está de acuerdo con este camino: “Nuestra mente genera motivación hacia aquellas cosas que creemos nos van a dar la felicidad. Por ejemplo, pensamos que si compramos un determinado objeto o prenda nos encontraremos mejor. O si somos más ricos o más guapos o si compramos determinados artículos seremos felices. Pero todas esas son mentiras que nos decimos. Todo eso no nos hace más feliz”, explica.

“A la vez, nuestra mente no nos empuja a buscar aquello que de verdad nos hace más felices. Por ejemplo, a pasar más tiempo realizando interacciones sociales y a experimentar gratitud. Incluso hay algo muy simple que nos da la felicidad que es la sensación de disponer de tiempo para hacer algo: si simplemente notamos que tenemos tiempo libre para dedicarlo a cualquier cosa, empezamos a sentirnos felices. Y muchas veces nuestra cabeza piensa que es mejor que estemos trabajando para ser más ricos (y ser más felices) cuando en realidad deberíamos estar buscando más tiempo libre para sentirnos mejor, que es un método mucho más efectivo para alcanzar la satisfacción personal”.

El problema de la comparación

“Otro de los errores que comete nuestro cerebro y que nos hace infelices es el hecho de compararnos a los demás. Si te fijas en los podios de los Juegos Olímpicos, los que han ganado la medalla de plata son mucho más infelices que los que han ganado el bronce. En vez de pensar ‘qué bien, he ganado la plata en unos JJ.OO.’ lo que están pensando y sintiendo es ‘me gustaría haber ganado el oro’. Ese tipo de pensamientos generan una enorme amargura, porque no ponen en valor lo que hemos logrado, sino que nos sentimos unos fracasados. En la vida real nuestras mentes tienen a comparar nuestras vidas con las de aquellas personas que han tenido éxito o son más guapas y más ricas que nosotros”, revela.

¿Cómo nos podemos dejar de comparar con los demás?

“La clave estaría en dejar de ver programas de televisión en los que salen personajes inalcanzables o dejar de obsesionarnos con estilos de vida que no podemos imitar. Si cambiamos nuestros referentes y ponemos a alguien que de verdad podamos imitar, seremos mucho más felices”.

“La felicidad lleva trabajo”, explica Santos. “Y no consiste en leer libros sobre cómo ser feliz, sino en practicar la felicidad”. Y para practicar la felicidad, esta psicóloga recomienda cinco ejercicios básicos.

 

Los cinco ejercicios que dan la felicidad

“La felicidad lleva trabajo”, explica Santos. “Y no consiste en leer libros sobre cómo ser feliz, sino en practicar la felicidad”. Y para practicar la felicidad, esta psicóloga recomienda cinco ejercicios básicos.

1. Experimenta (y expresa) gratitud

Sentirse agradecido es uno de los caminos que llevan a la felicidad. Y para conectarse con esa sensación, Laurie Santos pide a sus estudiantes un ejercicio básico: que escriban cada vez que sientan agradecimiento por algo. Así son conscientes de que de verdad son más felices por ello. Y por supuesto, mostrar gratitud haciendo un regalo o mostrando aprecio a esa fuente de felicidad.

2. Duerme más (y haz más ejercicio)

Cuánto más descansados estemos, menos estrés tendremos y mejor nos enfrentaremos a los desafíos del día a día. Así que para Santos es fundamental que pongamos el descanso en lo más alto de nuestra lista de prioridades. Por eso una de las tareas de sus estudiantes es la de dormir 8 horas todos los días durante una semana y luego reflexionar sobre cómo se sienten. ¿El resultado? Mucha más felicidad. Y lo mismo ocurre con el ejercicio físico, una estupenda fuente de endorfinas.

3. Medita

Cada día, 10 minutos de meditación. Puede ser simplemente relajarse o buscar en nuestras profundidades y decirnos a nosotros mismos que queremos ser felices y tener bienestar. O simplemente, regocijarnos en algo positivo que nos haya pasado.

4. Dedica más tiempo a los amigos y familiares

O mejor dicho, a aquellas personas que queremos. Las relaciones interpersonales sanas son una enorme fuente de felicidad, pero muchas veces las evitamos porque priorizamos el trabajo u otras actividades más solitarias. Obligarnos a quedar con amigos o a volver a conectar con alguien es un estupendo camino para encontrar bienestar.

Santos advierte que la felicidad se debe trabajar todos los días. Como si fuera ejercicio físico, las primeras intentonas pueden ser mecánicas y torpes. Pero una vez que le hayamos cogido el tranquillo será todo más fácil.

 

5. Practica conductas felices todos los días

Muchas veces creemos que con hacer algo que nos haga felices una vez ya es suficiente. Pero Santos advierte que la felicidad se debe trabajar todos los días. Como si fuera ejercicio físico, las primeras intentonas pueden ser mecánicas y torpes. Pero una vez que le hayamos cogido el tranquillo será todo más fácil. ¿Qué recomienda ella? Sentir y mostrar gratitud, establecer relaciones interpersonales y dedicarnos tiempo a nosotros mismos. Y repetir una y otra vez.

Este artículo se publicó originalmente en GQ España.

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