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(CREATIVIDAD – PERSONAS – CAPACIDAD) La psicóloga española Cristina Viartola, destaca en este artículo que la creatividad implica experimentar, salir de lo establecido, romper todas las reglas y seguir creciendo a base de errores. Pero la mente creativa también tiene sus sombras que pueden llegar a complicar mucho las cosas.

Ser la oveja creativa de la familia no es fácil. La creatividad implica experimentar, salir de lo establecido, romper todas las reglas y seguir creciendo a base de errores. Pero también acertar, a pesar de que ser creativo a veces da mucho miedo.

Las personas altamente creativas suelen pensar y actuar de una manera diferente. Cuestionan cosas que otros simplemente asumen, su mente es curiosa por naturaleza y ven patrones donde los demás no ven nada.

Pero la mente creativa también tiene sus sombras que pueden llegar a complicar mucho las cosas. Y si tú eres una de ellas, sabrás bien de lo que te hablo.

¿Alguna vez te has visto diciendo cosas como: “Soy una persona muy complicada”, “Siempre he sido una persona de extremos”, “En mi hay mucha luz pero también mucha oscuridad”…?

A veces, convivir con la complejidad de la mente creativa puede resultar complicado. Por eso, hoy te propongo conocerte un poco más a través de esta lectura y que te des permiso para brillar.

La creatividad y las personas altamente creativas

Ya lo decía Einstein: la creatividad no es más que la inteligencia divirtiéndose.

Definir un concepto como creatividad puede ser algo complicado. Y es que su funcionamiento es misterioso y puede cambiar dependiendo del contexto.

Se considera creatividad a la capacidad para inventar o crear algo. Deriva del latín “creare”, que significa producir algo de la nada. Por lo tanto, asociar la creatividad únicamente al arte es un error: generar nuevas ideas, asociar entre conceptos ya conocidos o buscar soluciones diferentes a problemas comunes también es ser creativo.

Todos somos creativos. Nacemos con esa capacidad innata, que algunos desarrollan a lo largo de su vida y otros simplemente olvidan en el camino.

 

La creatividad, por lo tanto, no es un don que solo unos pocos tienen. Todos somos creativos. Nacemos con esa capacidad innata, que algunos desarrollan a lo largo de su vida y otros simplemente olvidan en el camino.

Cuando somos niños, tenemos una confianza asombrosa en nuestra imaginación. Constantemente creamos historias, cuentos, dibujos y juegos. Quedamos maravillados ante nuestra obra, pero por desgracia muchas veces veces los adultos nos desanimaban.

“Cuando tenía seis años, vi una vez una magnífica lámina en un libro sobre la Selva Virgen que representaba una boca que se tragaba una fiera. (…) Reflexioné mucho sobre las aventuras de la selva y, a mi vez, logré trazar con un lápiz de color mi primer dibujo. Mostré mi obra maestra a los mayores y les pregunté si mi dibujo les daba miedo.

Me contestaron: “¿Por qué un sombrero nos daría miedo?”

Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una boa que digería un elefante. Entonces, dibujé el interior de la boa, para que los mayores pudieran comprender:

Los mayores me aconsejaron que dejara de lado los dibujos de boas abiertas o cerradas, y que mejor me interesara por la geografía, la historia, el cálculo y la gramática. Y así fue como abandoné, a la edad de seis años, mi magnífica carrera de pintor.” El Principito (Antoine de Saint-Exupéry)

Desde hace más de cincuenta años, los psicólogos han tratado de definir las características de la creatividad para trazar una serie de estrategias que permitan el desarrollo de esta habilidad desde que somos niños.

Una de estas estrategias es la de no de “castigar” las ocurrencias o ideas, aunque algunas puedan resultar extrañas o chocantes, sino reforzarlas positivamente. Y es que al igual que El Principito, todos fuimos juzgados por adultos que habían perdido por completo su creatividad, animándonos a hacer lo mismo. Y así, perdimos la noción de nuestra creatividad.

Una de estas estrategias es la de no de “castigar” las ocurrencias o ideas, aunque algunas puedan resultar extrañas o chocantes, sino reforzarlas positivamente.

 

Sin embargo, la creatividad sigue viva dentro de ti. Puede que esté dormida, que pase desapercibida o que intentes ocultarla para encajar en moldes absurdos. Y sí, puede que dentro de ti haya una persona altamente creativa.

¿Cuáles son los rasgos que definen a las personas altamente creativas?

Aunque algunas de estas características puedan parecer una contradicción, en realidad se tratan de una armonía disfrazada. Las personas altamente creativas:
Son sensibles
Son capaces de identificar los problemas y necesidades de los demás sin ningún problema. Suelen percibir lo inusual de otras personas o situaciones.
Son tranquilas y enérgicas
Aunque suelen tener una gran cantidad de energía física, pero son tranquilas y alternan períodos de mucha actividad con momentos de reflexión e inactividad (en los que suele nacer el siguiente proyecto).
Tienen una gran capacidad de concentración
A diferencia de otro tipo de personas, son capaces de trabajar muchas horas con gran concentración. Especialmente, en sus procesos creativos.
Son flexibles
Son capaces de organizar hechos en categorías, pudiendo así modificar comportamientos, actitudes, objetos y métodos. Combinan el pensamiento intuitivo con el pensamiento lógico.
Combinan inteligencia e ingenuidad
Conservan la inocencia de un niño y un toque de inmadurez, pero tienen una sabiduría especial y suelen tener ideas muy inteligentes.
Tienen autoestima variable
Algunos días tienen una autoestima elevada e incluso arrogante, mientras que otros amanecen con dudas acerca de sí mismas y una baja autoestima.
Son originales
Destacan sus respuestas “no comunes”, que se apartan de lo habitual. No se dejan llevar por los estereotipos sociales, sino que exploran todas las posibilidades. Además, sienten un fuerte deseo de ser originales.
Fusionan productividad y diversión
Combinan perfectamente productividad y diversión. Saben divertirse pero no es extraño encontrarlas trabajando hasta altas horas de la noche y persistiendo cuando otras personas no lo hacen.
Viven entre la fantasía y realidad
Saltan de la fantasía e imaginación a la realidad con facilidad. Su imaginación visionaria se fusiona con una hiperconciencia del mundo que nos rodea. La atención que ponen a los detalles reales permite que imaginen formas de mejorarla.
Son introvertidas y extrovertidas
Las personas creativas son introvertidas y extrovertidas de manera simultánea. Aunque muchas tienden a un extremo u otro, suelen encontrar el equilibrio.
Se caracterizan por ser humildes y orgullosas
Aunque suelen ser muy humildes, no les cuesta mostrar un fuerte sentido del orgullo.
Tienen un punto rebelde y conservador
Combinan a la vez dos rasgos: son rebeldes y conservadoras. Es difícil ver una persona creativa sin ser tradicional y a la misma vez iconoclasta.
Son apasionadas y objetivas
Son apasionadas en su trabajo, pero también extremadamente objetivas. Saben admitir cuando algo que han hecho no es muy bueno.
Disfrutan del proceso
Más que disfrutar alcanzando un objetivo, las personas altamente creativas disfrutan del proceso de creación.
Pueden identificarse tanto con lo masculino como con lo femenino
Las mujeres creativas pueden identificarse con rasgos típicamente atribuidos a la polaridad masculina como la dominación, y los hombres creativos identificarse con valores típicamente asociados a lo femenino como la empatía o la pulcritud. Adiós estereotipos de género.

¿Te sientes identificado con estos rasgos?
En realidad, podemos encontrar personas creativas en cualquier tipo de actividad. La creatividad la vemos en la pintura, en la escritura, en la música, pero también en la forma en la que un científico resuelve un problema, cuando una ama de casa es innova con una nueva receta o cuando un estudiante inventa una nueva manera de memorizar una asignatura.

Según el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, autor del best-seller Fluir, las personas creativas se expresan a través de estas características opuestas. Esta complejidad hace que se muevan constantemente de un extremo a otro, haciendo que muchas veces caigan en el lado oscuro de la personalidad creativa.

El lado oscuro de la personalidad creativa

Manejar estas contradicciones puede hacerte pasarlo mal. Lo sé porque muchos de mis clientes con un perfil altamente creativo, como actores, músicos, diseñadores o fotógrafos, sienten cómo su lucha interna les hace sufrir.

Ser ambivalentes y moverse de un extremo a otro constantemente hace que el equilibrio emocional corra un grave peligro y que las sombras las atrapen.

La comparación y las dudas sobre la propia valía propician que aparezcan una autocrítica exacerbada. Es frecuente funcionar con hábitos caóticos que contribuyen al mantenimiento del malestar .

Y por supuesto, luego está la preocupación porque cada proyecto salga perfecto.

El síndrome del impostor

La inseguridad respecto al propio potencial creativo es una de las características que más destacan en el lado oscuro de la personalidad creativa. Y es que, probablemente desde el momento en el que de niños los adultos desvalorizaron algún trabajo creativo, quedó guardado en el subconsciente la idea de “no soy suficientemente bueno”. Esto desemboca en una baja autoestima y falta de reconocimiento acerca de las creaciones propias.

El síndrome del impostor hace que a veces el creativo oculte sus capacidades debajo del miedo. ¿Para qué mostrar esto si no es tan bueno? ¿Por qué salir ahí fuera si en realidad no valgo para esto?

El miedo no permite que saques al mundo tu creación, tus talentos y todo lo que guardas ahí dentro. Cuando sales ahí fuera, sientes la ansiedad y el pánico escénico.

Si este es tu caso, déjame decirte algo: estoy segura que lo que tú tienes es lo suficientemente bueno. Tal vez no lo fuera para tus padres, para tus profesores o para quien fuera que te dijera lo contrario. Pero te aseguro que tienes lo que necesitas para demostrarte que tu luz puede iluminar a otras personas.

Recuerda que el secreto de una persona altamente creativa es HACER y lanzar tu creación ahí fuera.

 

El síndrome del impostor también provoca que el creativo tenga la permanente sensación de ser un fraude: “algún día descubrirán que en realidad no tengo ni idea”, “no entiendo cómo a la gente le gusta lo que hago…”

Te pongo un ejemplo. Mi escritor favorito, Neil Gaiman, ha contado muchas veces su síndrome del impostor y lo preocupado que estaba cuando su serie de cómic “The Sandman” estaba en el apogeo de su éxito. Si él se hubiera dejado dominar por su lado oscuro, nunca hubiera llegado a tantas personas que, como yo, quedaron fascinadas con su creación.

Aquí te dejo un discurso dado por el escritor en la University of Arts, uno de los más motivadores que he escuchado nunca:

El mito del artista atormentado

Edgar Allan Poe, Conan Doyle, la Generación Beat, Kurt Cobain, Amy Winehouse… es cierto que hay muchos artistas que fueron depresivos, con un trastorno como la bipolaridad, adicciones, etc.

Indudablemente, eran personas prisioneras de su historia personal, en muchos casos repleta de trauma. Con una relación de mal-trato hacia si mismas. Probablemente, contaminadas también por el mito el artista atormentado: “para crear tengo que estar mal”, e influidas por el ambiente dionisíaco de algunos ambientes artísticos.

El factor sensibilidad influye mucho en esto. Las emociones se viven intensamente y no siempre se han aprendido herramientas de manejo emocional saludable. En el caso de gente consagrada, la presión de tener que mantenerse a cierto nivel de excelencia también influye en estos trastornos.

Muchas veces he escuchado a artistas decir “necesito el lado oscuro para crear”. Puede que hasta cierto punto sea cierto, para crear obras de alto impacto emocional o sacar el sufrimiento interno. Pero es posible conocer el lado oscuro y sacarle provecho sin que se convierta en lo que domina la vida de la persona creativa y sin que pase factura a la salud física y emocional.

¿Por qué necesitas un proceso especial si eres altamente creativo?

Ok, puede que tú no vayas por la vida en plan Keith Richards.

Pero si te estás yendo mucho al lado oscuro, puede que estés bajo la influencia de los mecanismos que bloquean tu autoestima y la creatividad: el perfeccionismo paralizante, la búsqueda constante de aprobación, el miedo a las críticas de los demás…
Puede que te esté costando gestionarte emocionalmente y que quieras herramientas para superar la ansiedad. O la confianza necesaria para sacar adelante tus proyectos.

Por eso en las personas altamente creativas es importante trabajar en:
• El autoconocimiento de las propias características
• Los puntos de la historia personal que contribuyen al malestar emocional y las conductas autodestructivas
• Cómo construir relaciones sociales más sanas
• Aprender a gestionar la autocrítica
• Autorregulación emocional

El objetivo de este proceso especial es el de construir una mejor relación contigo, para que el lado oscuro no te domine y consigas el equilibrio.

Tienes la capacidad de ofrecer al mundo cosas maravillosas. Mereces sentir confianza para sacar adelante tus proyectos.

Yo estaré encantada de acompañarte. Puedes escribirme para contarme cómo tus miedos e inseguridades no te están permitiendo brillar y te daré unas primeras orientaciones para que comiences a disfrutar de tu personalidad creativa.

Y si eres un profesional de las artes escénicas, te puedo ayudar a trabajar tus bloqueos, prevenir la ansiedad que afectan a tu vida y a tu desempeño artístico. En las sesiones individuales de Psicología para artistas escénicos, trabajaremos para potenciar tu yo auténtico y creativo.

Y si te preocupa la mala vida del creativo… Hasta Iggy pudo dejar atrás el lado oscuro.

Y tú, ¿te reconoces en estas características y contradicciones? ¿Sientes que necesitas el lado oscuro para crear?

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