Compartir

Las tecnologías sociales no sustituyen a los medios clásicos de recaudación de fondos, pero vienen pisando fuerte. De hecho, casi la mitad de las entidades las utilizan debido al menor costo que representan y a los buenos resultados que ofrecen. EDICION No 34 de agosto – septiembre de 2012.

Por Fundación de la Innovación Bankinter con la colaboración de Accenture

 Mientras la crisis global reduce drásticamente las donaciones que individuos, organismos públicos y empresas dedican a las ONG y a otras entidades sin ánimo de lucro, la demanda que reciben estas instituciones se intensifica. Una demanda creciente, detrás de la cual existen millones de personas que han visto aumentar aún más si cabe su nivel de pobreza. El panorama para estas organizaciones es desalentador: según la Fundación Adecco, el número de donantes de fondos a

ONG se ha reducido un 17 % en 2011 y se reducirá un 5 % adicional en 2012.
Alrededor del 96 % de los donantes que redujeron su participación en proyectos solidarios lo hicieron debido a la crisis económica y al descenso de sus recursos.

Ante la reducción de fondos donados, las fundaciones y organizaciones no gubernamentales se ven abocadas a buscar nuevas fuentes de financiación. Un estudio de Blackbaud afirma que, aunque las solicitudes personales siguen constituyendo la principal fuente de captación de fondos, el aumento de las donaciones on-line ha orientado el foco de las ONG hacia la captación de donantes multicanal. De hecho, las entidades que utilizan herramientas on-line para obtener fondos recogen seis veces más dinero que aquellas que no lo hacen.

Estos resultados dan un poco de aire a las ONG, empresas y otras entidades sin ánimo de lucro. Las tecnologías sociales no sustituyen a los medios clásicos de recaudación de fondos, pero vienen pisando fuerte. De hecho, casi la mitad de las entidades las utilizan debido al menor costo que representan y a los buenos resultados que ofrecen. Intentar ligar el uso de los medios sociales con la efectividad de las actividades de recaudación de fondos es un tema de debate.
Algunas estimaciones apuntan a que las entidades que los utilizan recaudaron un
40 % más que las que no lo hicieron. Lo que está claro es que la estrategia de captación de fondos en medios sociales debe formar parte de una estrategia global que incluya otros canales.
¿Cuáles son los medios sociales más efectivos para captar fondos? Facebook es la red social más popular para captar fondos, ya que el 48 % de las ONG la usan. Sin embargo un 35 % de ellas consiguieron menos de 1.000 dólares por esa vía durante el año 2011.
El Amiotrophic Lateral Scleosis Therapy Development Institute (ALS TDI) espera conseguir más de 7.000 euros en 2012 que destinarán a hallar un tratamiento efectivo contra el ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica). La entidad lanzará en
Twitter y Facebook un “juego” basado en el lejano oeste americano, en el que los
jugadores que sean arrestados y enviados a la cárcel del sheriff deberán pagar una fianza en dinero “de verdad” para ser liberados.
Sin embargo, no solo las ONG e instituciones sin ánimo de lucro dedican fondos a buenas causas. La responsabilidad social corporativa es un valor en alza en las empresas.  Easyfundraising ha desarrollado un eficiente modelo de negocio para colaborar con causas altruistas. Consiste en una web social de venta on-line que realiza una labor de intermediación entre minoristas y organizaciones sin ánimo de lucro. Las empresas colaboradoras donarán una parte de los beneficios obtenidos por las ventas originadas en la web. A los compradores, que eligen la causa a la que se enviará el dinero, no les cuesta un céntimo y tienen el incentivo de beneficiarse de ofertas y descuentos.

No obstante, el potencial de las tecnologías sociales para mejorar el mundo no se limita a la mera captación de fondos. También son una vía relacional, de comunicación y márketing entre administradores, colaboradores, donantes y público en general. Las organizaciones pueden optar por crear plataformas sociales propias, como la que ha creado la Asociación Española Contra el Cáncer para fortalecer los procedimientos de cooperación. Esta plataforma cuenta con servicios de consultoría on-line, una comunidad virtual y blogs que complementan a la actividad social que realizan a través de Facebook y Twitter. Las ONG también pueden acudir a sitios como Google+, por ejemplo, que cuenta con espacios especiales para ONG que permiten publicar contenidos en diferentes formatos, como vídeos y fotos de actividades, memorias, informes de resultados, etc.

Estrategias tecnológicas para soñar un nuevo mundo
La colaboración en la Red puesta a disposición de organismos internacionales, cooperantes y voluntarios obtiene hoy niveles de colaboración sin precedentes gracias a las tecnologías sociales. Este aspecto resulta fundamental en la gestión de las crisis humanitarias. Sin embargo, los organismos tienen aún mucho camino que recorrer para encontrar una estrategia efectiva en la gestión de la información. En estas situaciones, las primeras veinticuatro horas resultan fundamentales: voluntarios y comunidades tecnológicas luchan contrarreloj para analizar en tiempo real y dar sentido efectivo a las toneladas de datos enviados por ellos mismos, afectados y clústeres organizativos.

El estudio Disaster Relief, de Naciones Unidas, tiene como filosofía mejorar la eficiencia de la actuación de los equipos de emergencia de las crisis humanitarias.
Su cometido es sentar las bases para diseñar una estrategia efectiva en la integración de la información que resuelva las carencias que afloran durante estas situaciones. Tiene como punto de partida el potencial que se intuyó al lograr combinar herramientas como Skype, el chat, los SMS, las plataformas de colaboración en masa y los geolocalizadores (Ushahidi y OpenStreetMaps) para integrar, dar significado y gestionar la información.
En este informe se apunta a la necesidad de desarrollar una Web semántica que permita “una mejor integración de los datos, permitiendo a todo aquel que incorpore datos a la Web vincularlos a otros datos usando formatos estándar” y sugieren la creación de un Foro de Tecnología Humanitaria y un Laboratorio de
Innovación Humanitaria como espacios neutrales, físicos y de cooperación. En estos foros, voluntarios, comunidades tecnológicas, expertos, donantes y cooperantes participarán conjuntamente para diseñar, desarrollar y experimentar con capacidades tecnológicas interoperables.

La tecnología social es más solidaria que nunca cuando se trata de apoyar a los más necesitados. La tecnología social tiene mucho que aportar en materia de cooperación sanitaria en países en vías de desarrollo: permite educar y concienciar a los ciudadanos, realizar actividades de comunicación y formación a profesionales sanitarios, tomar datos y dar soporte al tratamiento y al diagnóstico, o realizar seguimiento de enfermedades y epidemias. Iniciativas sin ánimo de lucro como
For a Generation Born HIV Free, del Business Leadership Council, pretenden abrir la mente y los ojos de la sociedad, así como llamar a gobiernos y organizaciones a
la participación activa en la reducción del número de niños nacidos con sida por contagio maternal a través de la movilización de cientos de usuarios influyentes en Twitter y Facebook.
El informe Big Data, Big Impact: New Possibilities for International Development, elaborado por el World Economic Forum, manifiesta que la agrupación y el análisis de los datos generados por individuos, tanto del sector público como del privado, permitirá construir soluciones que mejorarán su acceso a servicios como la salud, la educación, los servicios financieros o la agricultura.

En esta línea, encontramos proyectos como el de la Clinton Health Access
Initiative (CHAI), comprometidos con el fortalecimiento de los sistemas integrados de salud en el mundo en desarrollo y con ampliar el acceso a la atención y tratamiento del VIH, la malaria y la tuberculosis. La CHAI trabaja para desarrollar una infraestructura centralizada de computación que permita el análisis de datos en tiempo real, así como la interacción con centros y ministerios de la salud.
Asimismo, las tecnologías sociales abren una ventana virtual a aquellos para los que el mundo físico está lleno de barreras. Comunidades como Snapps4kids afirman que la tecnología social mejora la calidad de vida y ayuda a progresar a niños y adultos con diferentes discapacidades en áreas como la monitorización del grado de avance en el comportamiento y la terapia y educación diarias. Sin embargo, el acceso a Internet no siempre está al alcance de todos. Según un estudio de Pew Internet & American Life Project, existe un 2 % de discapacitados que afirman que su invalidez les dificulta o imposibilita el acceso a Internet y solo el 54 % de los discapacitados utilizan Internet, comparado con el 80 % de la población americana. El desafío en este caso reside en posibilitar el acceso efectivo a las tecnologías sociales a las personas que se ven impedidas por sus limitaciones funcionales. Parte de estas limitaciones se derivan de las características de la propia tecnología social. La sustitución de los teclados por pantallas táctiles de smartphones y tabletas menguan la utilidad que estos ofrecen
a invidentes. Ya se están desarrollando aplicaciones como BrailleTouch, que combina los sistemas de reconocimiento de voz con un teclado braille que permitirá a los invidentes escribir treinta y dos palabras por minuto. Siguiendo con la personalización de hardware y software, los usuarios de In-Tic pueden personalizar y adaptar los dispositivos de acceso a Internet en función de su capacidad física o sensorial mediante la creación de accesos directos, iconos y estructuras semánticas, o teclados virtuales.

La tecnología social es vía de acceso al mundo virtual y también medio de integración en el mundo físico. Así lo ha entendido la Unión Europea, que ha diseñado un programa de formación a través de tecnologías sociales que incluye plataformas de e-learning, wikis o blogs que allanará el camino a la integración de inmigrantes en su país de destino. Consciente de que en esta línea de actuación no está todo dicho y del potencial de las tecnologías sociales, la Unión Europea también ha lanzado el proyecto de investigación Digital Games for Empowerment
& Inclusion (DGEI), con el fin de identificar oportunidades y retos de plataformas y juegos on-line para integrar y reforzar a individuos pertenecientes a grupos en riesgo de exclusión social y económica.
La tecnología social nos muestra así su lado más humano, sensibilizando a la comunidad ante las necesidades de los más desfavorecidos y dando cabida a proyectos sin ánimo de lucro e iniciativas de cooperación que nos anima a soñar que un mundo mejor es posible.

Este estudio forma parte del e-book “Tecnologías Sociales: El poder de las conversaciones en red”