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Las empresas del futuro deberán estar dispuestas a cambiar permanentemente, deberán ser más inteligentes, más competitivas y sensibles a la exigencia de sus clientes exigentes, más racionales y globalmente integradas, mucho más innovadoras y audaces –disruptivas por naturaleza–, más sensibles, y no sólo generosas para con sus accionistas, sino fundamentalmente con sus propios empleados. En definitiva, más comprometidas con la realidad social.
Publicado originalmente en la edición No 36 de enero de 2013 de MANAGEMENTSociety

Por Alejandro Melamed, autor del libro “Empresas (+) humanas – mejores personas, mejores empresas” y Vice Presidente Regional de Recursos Humanos para Latinoamérica Sur en Coca-Cola.

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