Los expertos que recomiendan únicamente invertir en oro durante varios años apostaron a la pérdida de credibilidad por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Lo hicieron acumulando monedas y lingotes del metal precioso para cubrirse del inminente derrumbe del dólar. Este año el examen de credibilidad de Janet Yellen, que reemplazará a Ben Bernanke como presidente, es opuesto: la señal de una pérdida de fe en el mercado sería un dólar más fuerte, señala James Mackintosh en el FInancial Times.
La escala de confianza es ahora bastante diferente. Los inversores que actualmente están acumulando oro temen a una hiperinflación o al derrumbe de la civilización.
Por el contrario, quienes hacen acopio de dólares estadounidenses lo hacen con la esperanza de que una economía más sólida obligue a la Reserva Federal a abandonar su política de tasas bajas antes de lo planeado, lo que brindará sostén a la moneda mediante tasa de interés más elevadas.
Por ahora, los escépticos siguen siendo una minoría. Los futuros de Fondos Federales ubican sólo en una cada cuatro las probabilidades de que suban las tasas antes del próximo enero (el verano boreal pasado se lo consideraba casi una certeza). Bernanke, que ocupará su cargo hasta que en febrero asuma Yellen, convenció a los inversores de que la reducción (de u$s 85.000 millones a u$s 75.000 millones) de las compras de bonos que la Fed anunció el mes pasado no es necesariamente el inicio de un ciclo de política monetaria más ajustada.
Hay dos factores con potencial para impulsar un dólar más fuerte. El primero es una economía norteamericana más sólida. La última encuesta a economistas de Consensus Economics indica que se prevé para Estados Unidos un crecimiento de 3,1% este año, contra el pronóstico menor a 2% del año pasado. Se justifica cierta precaución: es lo mismo que se calculaba cuando comenzó 2012, y menos que las proyecciones equivalentes de 2010 y 2011.
El segundo factor es la credibilidad de la Fed: ¿podría verse obligado a elevar las tasas antes de que el nivel de desocupación caiga a su nueva meta de 6,5%? Aquí la credibilidad de Yellen entra en juego.
Los que son optimistas en cuanto al dólar creen que está por comenzar un nuevo período de solidez que se extenderá durante varios años. En realidad, algunos sostienen que ya ha empezado, pero que todavía no se nota el fortalecimiento del dólar porque el euro está aún más fuerte.
Si la credibilidad de la Fed se mantiene, los aumentos de tasas en 2015 y 2016 deberían estar incluidos en los precios a fines de este año, lo que ayudará a la moneda norteamericana. Para que haya una reacción temprana se necesitará de una excepcional creación de empleo, o que el inversor dude de la palabra de la Fed.