Microsoft sigue sin encontrar un nuevo presidente y la batalla se libra ahora entre el fundador, Bill Gates, y el presidente saliente, Steve Ballmer, que forman parte del consejo de administración y no están dispuestos a ceder cuota de poder.
Según se ha podido conocer ahora, los planes de la empresa pasaban por encontrar a su presidente a finales del año pasado, pero la búsqueda continúa y el encargado de encontrar al sustituto de Ballmer, John W. Thompson, ha indicado que se está haciendo un “rastreo metódico para encontrar a la persona idónea”
El problema, además de no encontrar al candidato al puesto, está en que los dos ex presidentes se sientan en el consejo de administración, algo que algunos directivos han criticado por entender que pueden surgir roces entre la nueva cúpula y la anterior. Tanto Gates como Ballmer podrían renunciar a sus asientos, algo que a día de hoy parece improbable porque la verdadera batalla que se libra es por la acumulación de poder que ambos ejecutivos quieren mantener.
Microsoft encara el año con la tarea de buscar un nuevo capitán, pero también con el deber de definir qué papel debería tener el fundador de la compañía y los ex presidentes. Diversos altos ejecutivos de diferentes empresas han señalado que la idea de que un ex presidente se quede en la compañía es una mala idea, según recoge el diario Expansión. Sus testimonios afirman que el hecho de que Gates y Ballmer decidan quedarse en la empresa está siendo un verdadero obstáculo para encontrar a su sustituto, que entiende que no podría tomar decisiones en libertad.
Gates y Ballmer no tienen poder de veto en la elección del nuevo presidente, pero juntos llegan al 8,3% de las acciones.