La gran competitividad que se vive en muchos mercados, lleva a algunas empresas a adoptar medidas “marketeras” un tanto cuestionables.
Como ejemplo encontramos a la compañía aérea de bajo coste japonesa Skymark Airlines, que ha instado a las azafatas a cambiar a partir de mayo su tradicional uniforme por uno mucho más corto y entallado.
Con esta acción, la aerolínea pretende atraer clientes, pero como es lógico, las trabajadoras se han sentido insultadas y no han tardado en mostrar su indignación: “con un uniforme así es imposible concentrarse en el trabajo”, criticaba la asociación de azafatas, advirtiendo de que la medida podría suponer problemas de seguridad y desembocar en casos de acoso sexual.
Las críticas de sexismo no han tardado en hacerse escuchar, y muchos proclaman que la compañía de aviones trata a las mujeres como ‘meras mercancías’.
Por ahora los planes de llevar a cabo esta acción publicitaria siguen adelante, y la compañía pretende introducir las minifaldas coincidiendo con el lanzamiento del Airbus A330, siendo su supuesto objetivo “crear un ambiente que muestre lo alegres que son sus jóvenes azafatas”.