Muchas empresas en sus inicios se enfocan a hacer algo sumamente perfecto y demoran mucho tiempo en el desarrollo.
Por eso en el momento de lanzar el producto o servicio se dan cuenta de que nadie lo quiere o es de poco consumo o que, simplemente, han llegado tarde. Cuando esto sucede, muchas veces todo ese trabajo realizado a la perfección “va a la basura”.
El movimiento de Lean startups define una teoría en la que debemos crear productos en corto tiempo, “rápido”, ponerlos en el mercado y medir absolutamente todo para poder tomar decisiones inteligentes. Si analizamos empresas como Apple nos damos cuenta de que ésta se enfoca en la perfección y en cuidar cada detalle, pero ¿qué hubiese pasado si Apple no fuese conocida, no estuviese años en el mercado y tuviese la misma estrategia? ¿Apple habría tenido el mismo impacto en estas condiciones?
Reid Hoffman quien fue cofundador de LinkedIn y ahora venture capitalist tiene una frase muy polémica que dice “si estás revisando la primera versión de tu sitio web y no te sientes avergonzado entonces estuviste demasiado tiempo construyéndolo”.
Hay personas que tienen teorías más radicales que sugieren que “Rápido es mejor que perfecto” en lo que estoy totalmente de acuerdo siempre y cuando rápido NO sea crear algo que no funcione, que esté malo o lleno de inconsistencias que hagan que la gente repudie el producto. Por eso yo sugiero “Listo es mejor que perfecto”, la palabra listo deja más claro que se siguió una línea, que existieron varios puntos completados para poder publicar algo y comenzar a medir.
No se trata de tener ideas sino de creer en ellas, para esto se necesita experimentar, ver reacciones, exponerlas, cambiarlas y todo debe ser ágil por eso “listo es mejor que perfecto”.