Google ha adquirido el fabricante de drones Titan Aerospace, una compañía en la que ya había puesto previamente sus ojos Facebook.
Titan Aerospace es una start-up especializada en la producción de drones capaces de volar a grandes alturas que ayudarán a la compañía de Mountain View a llevar internet a cualquier parte del planeta. Se desconoce, por el momento, el monto de la operación económica.
La nueva adquisición de Google trabajará en colaboración con el Proyecto Loon de la empresa de internet, un proyecto con el que la compañía pretende llevar la red de redes a las regiones más apartadas mediante antenas instaladas en globos aerostáticos.
Los drones de Titan Aerospace, que están todavía en desarrollo, funcionan con energía solar, una energía que hará posible en unos 5 años puedan volar hasta una altura de 20 kilómetros sobre el nivel del mar y a una velocidad de más de 100 kilómetros por hora. Los prototipos de estos drones, cubiertos en su totalidad de paneles solares, cuentan con una envergadura de 50 metros, una longitud de 15 metros y una capacidad para transportar entre 30 y 100 kilos de carga útil.
La sofisticada técnica de Titan Aerospace estará lo suficiente madura para su implantación en 2015, según informa The Wall Street Journal.
De acuerdo con la start-up, los drones de Titan Aerospace pueden tomar en tiempo real instantáneas de alta resolución de la Tierra, llevar a cabo mediciones atmosféricas mediante sensores y transmitir datos. Toda esta tecnología resulta de enorme utilidad para servicios de Google como Google Maps.
A principios del pasado mes de marzo varios medios de comunicación informaron del interés de Facebook en la compra de Titan Aerospace. La cadena de televisión CNBC hablaba por aquel entonces de un precio de venta de aproximadamente 60 millones de dólares.
Sin embargo, la famosa red social terminó adquiriendo finalmente el fabricante de drones Ascenta, especializado también en la producción de drones solares. Según The Wall Journal, Facebook habría pagado por Ascenta alrededor de 20 millones de dólares y como Google pretende utilizar esta tecnología para llevar internet a los lugares más recónditos del planeta.