Los smartphones han cambiado notablemente desde que empezaron a sustituir a la anterior generación de móviles (esto es, el primer iPhone y sus contemporáneos).
Y si entonces la gran revolución vino de la mano de las pantallas táctiles y los nuevos sistemas operativos (Android e iOS), los investigadores están trabajando para que siguiente revolución sea el material que se use para producir nuestros terminales: el grafeno.
El grafeno es un material increíblemente delgado y flexible, que además posee excelentes capacidades de conducción eléctrica. Es, en definitiva, un producto increíblemente valioso para la industria tecnológica, que ve en el mismo la herramienta que le permitirá superar muchos de los problemas de diseño a los que se enfrentan hoy en día, destaca Marcos Merino en TICbeat.
Dispositivos ultrafinos… y flexibles
Su grosor, un millón de veces menor que el de una hoja de papel, permite soñar por ejemplo con teléfonos flexibles. Con este objetivo, Samsung ya habría registrado 38 patentes en los Estados Unidos, a las que se unirían 17 solicitudes pendientes de la propia Samsung, más 2 de su rival Apple. Pese a la diferencia cuantitativa, podría ser la empresa de Cupertino quien sacara más rendimiento al grafeno en este campo, al llevar tiempo centrada en adelgazar al máximo sus dispositivos. Samsung, por otro lado, lleva tiempo exhibiendo sus prototipos con pantallas flexibles, pero por ahora han sido incapaces de producirlas en cantidades lo bastante amplias como para comercializarlos masivamente. El grafeno podría venir a cambiar eso, permitiendo cumplir a Samsung el objetivo que se había marcado de comercializar en 2016 los primeros gagdets flexibles.
El reto de las pantallas curvadas
Otro de los retos que permanecen encima de la mesa son las pantallas curvadas: Samsung ya ha lanzado su Galaxy Round, y LG su G Flex, pero los consumidores no ven claro cuál es el valor añadido que aporta esta innovación. Si lo ven, en cambio, en dispositivos wearable cuya naturaleza justificaría este nuevo diseño (como el nuevo Gear Fit). Es en este campo donde el grafeno puede ayudar a dar un salto adelante muy notable, pues las pantallas OLED usadas hasta ahora (en los gadgets antes mencionados, por ejemplo) quedarían por detrás del nuevo material en versatilidad y en costes de fabricación. El problema para adoptar el grafeno había sido la dificultad para fabricarlo a gran escala… pero los últimos avances están ayudando a superar ese obstáculo y en breve será posible su producción masiva.