El gigante del e-commerce Amazon se ha labrado su camino al éxito con duro trabajo, grandes ideas y abaratamiento máximo de los costes, lo que le ha permitido ofrecer al consumidor precios competitivos y seguir disfrutando de un alto margen de beneficio.
Siguiendo esta filosofía, la empresa fundada y dirigida por Jeff Bezos está dando un paso más en su carrera por “quitarse de en medio” a los intermediarios. La gran tienda online está ofreciendo a algunos autores pertenecientes al grupo editorial Hachette llevarse el total de las ganancias de los libros digitales, con el fin de acabar con los editores y negociar de manera directa con los propios escritores.
Este movimiento tiene lugar en mitad de una batalla que Amazon lleva sosteniendo con la filial norteamericana del grupo de comunicación francés Hachette desde hace unos meses.
El sector editorial está pasando por un momento delicado, y la guerra de precios impuesta por empresas como Amazon no ayuda a que las editoriales respiren tranquilas. El gigante de la distribución cuestiona, aprieta y hace saltar por los aires los sistemas y costumbres establecidas en este mercado centenario, y la proposición a los autores de recibir el 100% del margen de sus libros en Amazon, es toda una declaración de intenciones y provocación a la renombrada editorial.
Esta encarnizada batalla ha llevado a que se generen dos grupos de autores: por un lado, “la vieja guardia”, los autores premiados, prestigiosos y superventas como Stephen King y Donna Tartt, que ponen la carne en el asador por Hachette. Por otro lado están los nuevos, los nombres más sonados de la auto-publicación, de Hugh Howey a Barry Eisler, quienes se han posicionado a favor de Amazon.
El fuego cruzado de acusaciones, reproches y denuncias públicas está al rojo vivo, una guerra puede terminar con muchos daños colaterales, sólo esperemos que no sea la cultura la que acabe herida en el campo de batalla.