Un veterano activista, a los 17 años, ha surgido como la cara de las protestas por la democracia en Hong Kong.
Joshua Wong es un líder estudiantil cuyo grupo Scholarism encabezó en 2012 la pelea contra un plan del gobierno de Hong Kong de implementar las llamadas clases de educación patriótica en las escuelas. Los manifestantes salieron a las calles, y el gobierno eventualmente archivó el plan.
En una reunión en julio, cuando le preguntaron cómo pensaba que sería Hong Kong en una década, Wong dijo: “Tendrá sufragio universal”, reseña Isabella Steger en The Wall Street Journal.
Ahora, el arresto y detención durante 40 horas de Wong el fin de semana pasado —fue liberado el domingo— se convirtió en una pancarta de lucha para los manifestantes que paralizaron sectores de esta ciudad para pedir la elección democrática de su principal autoridad, una posibilidad a la que se opone Beijing.
Wong fue uno de los 13 arrestados el viernes, luego de que trepó una cerca junto a otros estudiantes para ingresar a una plaza aledaña a la sede gubernamental. El sábado, miles de estudiantes ocuparon la zona frente a la sede del gobierno. El movimiento se extendió el domingo a las calles más concurridas de Hong Kong, lo que llevó a la policía a usar gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
Wong estuvo detenido por la policía más de 40 horas hasta el domingo por la noche, cuando fue liberado “sin condiciones”, luego de que el tribunal más alto de la ciudad aprobara una solicitud presentada por sus abogados. Otros estudiantes fueron liberados poco después.
“¡Liberen a los estudiantes! ¡Los estudiantes son inocentes!”, gritaban los manifestantes mientras eran rodeados por policía antimotines el domingo, luego de ocupar una de las calles más transitadas de la ciudad.
Los estudiantes “son ahora héroes locales ante los ojos del público que protesta. Así que si tienen que ir a la cárcel o sufrir de algún modo en promoción o acceso a los estudios, les generará aún más apoyo”, sostuvo Suzanne Pepper, una académica que estudia democracia en la Universidad China de Hong Kong.
“Joshua es valiente. Puede manifestarse por lo que considera que es lo correcto”, dijo Jerry Chik, un estudiante de secundaria de 17 años que vestía un uniforme escolar en una protesta el martes. “Si el arresto tienen motivaciones políticas, es inaceptable”.
La fama de Wong causó la ira de Beijing. En septiembre, un diario cercano a China en Hong Kong, llamado Wen Wei Po, publicó lo que llamó una nota reveladora sobre los lazos entre Wong y el gobierno estadounidense, en la que alegó que el joven recibió donaciones encubiertas de estadounidenses y que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) está infiltrándose en las escuelas de Hong Kong. Wong negó las acusaciones.
La policía indicó que se reserva el derecho de procesar a Wong. El joven podría ser acusado de ingresar de forma forzada a dependencias del gobierno y reunión ilegal, según Alvin Yeung, un vocero de abogados que ofrecen servicios legales al movimiento pro-democracia, conocido como Occupy Central.
Wong, quien comenzó la universidad este año, indicó que no tiene planes de irse de Hong Kong para estudiar en otro país, aunque le ofrezcan una oportunidad.
“No soy tan inteligente… quiero hacer trabajo social”, dijo en una entrevista. “¿Cómo podría irme ahora en estas circunstancias? Si me voy, (el gobierno) podría aprovechar la oportunidad para ponerme en ridículo”.
—Chester Yung y Jacky Wong contribuyeron a este artículo.