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Iniciativas privadas que contribuyen en algo a mitigar los efectos negativos de las emisiones de dióxido de carbono. Ya hay compañías que están comprometidas con los temas de cambio climático, midiendo su Huella de Carbono (inventario de GEI), gestionándola para reducirla y finalmente compensándola, para ser carbono neutral.
Por Victor Miro Quesada e Ignacio de la Vega de MANAGEMENTSociety

El Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático (IPCC) advirtió en marzo que sólo “un gran cambio institucional y tecnológico”, regado con “inversiones sustanciales”, puede contener la subida de las temperaturas por debajo de los dos grados.
El documento advierte que el mundo ha tardado tanto en actuar contra el calentamiento global que tan sólo quedan 15 años para hacer ese esfuerzo intenso antes de que detener el cambio climático sea tremendamente costoso y sus consecuencias desastrosas.

El informe sostiene una verdad que solo ahora es irrefutable. Como dijo el secretario de la Organización Mundial de Meteorología, Michel Jarraud “ya no hay ninguna duda de que el clima está cambiando y que el 95 por ciento de este cambio se debe a las actividades humanas”. Esta conclusión, que parece obvia, es uno de los mayores aportes del estudio pues hasta hace muy poco presidentes, ministros y empresarios todavía debatían si el calentamiento global existía y si la depredación del hombre a la naturaleza era lo que lo provocaba.

El estudio tiene importantes conclusiones. Asegura que por cuenta del clima los conflictos armados aumentarán, que en el futuro escaseará la comida y el agua y que muchas especies y ecosistemas simplemente desaparecerán. Uno de los capítulos que más ha llamado la atención es el impacto que tiene en los océanos, pues prueba que este fenómeno ha alterado la vida marina más rápido que los 65 millones de años de evolución.

Las iniciativas
El profesor William Nordhaus de la Universidad de Yale, decano de los economistas climáticos, explica que los países tienen que aceptar el costo de las iniciativas tendientes a enfrentar el cambio climático. Las emisiones han aumentado rápidamente. Las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono son ahora más de 400 partes por millón. Esto es un 50% más altas que antes de la Revolución Industrial. Las temperaturas globales han aumentado en los últimos 150 años… Las cifras son cada vez más preocupantes.

Sin embargo, la última reunión sobre el cambio climático, llevada a cabo en Varsovia el año pasado, fue nuevamente decepcionante para la mayoría de analistas y muchos se preguntan si vale la pena para los países pequeños como el nuestro hacer esfuerzos cuando los dos gigantes, Estados Unidos y China, hacen muy poco. La respuesta debería ser sí.Pese a la aparente falta de decisión de los países grandes para afrontar este serio problema, empiezan a aparecer iniciativas privadas que contribuyen en algo a mitigar los efectos negativos de las emisiones de dióxido de carbono.

“Yo predigo que el desarrollo sustentable se convertirá en el principio organizador de nuestra política, economía y hasta ética en los próximos años”, dice Jeffrey Sachs, Director del Earth Institute en la Universidad de Columbia. Los consumidores así lo perciben y comienzan a exigir a las empresas que se sumen a estas iniciativas.

En Perú ya hay compañías que están comprometidas con los temas de cambio climático, midiendo su Huella de Carbono (inventario de GEI), gestionándola para reducirla y finalmente compensándola, para ser carbono neutral. Adicionalmente, hay algunas que ya se han dado cuenta de que el cambio climático es un tema estratégico para el negocio y están evaluando como considerarlo desde su núcleo de negocio” destaca Javier Perla Alvarez, Gerente de Negocios Sostenibles en Libélula, Comunicación, Ambiente y Desarrollo.

Entre las acciones que vienen desarrollando compañías privadas establecidas en nuestro país, encontramos la neutralización de su Huella de Carbono y la compra de los llamados Bonos de Ccarbono.

La iniciativa de Pacífico
Pacífico es una empresa carbono neutral. Es decir, compensa las emisiones del dióxido de carbono que emite. Luciana Puente, Gerente de Responsabilidad Social de Pacífico, nos cuenta el proceso por el cual la compañía aseguradora ha sido la primera empresa carbono neutral del país que ha neutralizado sus emisiones con un proyecto de conservación de bosques en un Área Natural Protegida por el Estado.

La empresa aseguradora cristalizó durante el 2013, la compra de Bonos de Carbono que se generaron en el marco de un proyecto en la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional Bahuaja Sonene, dentro del ámbito de Madre de Dios. De esta manera, se unió a la iniciativa de proyectos REDD (Reducción de Emisiones generadas por la Deforestación y Degradación de los suelos), basada en una estrategia de conservación de bosques que consiste en acreditar las hectáreas que no han sido deforestadas y continuarán capturando y almacenando el dióxido de carbono generado por terceros, así como el volumen de dióxido de carbono que se ha evitado emitir por la tala y quema de los bosques.

El nivel de interés de las personas en general y de los clientes en particular en temas de Responsabilidad Social es tan alto que, por ejemplo, en las últimas entrevistas que llevó a cabo la ejecutiva para cubrir un puesto en Pacífico, cuatro de los cinco postulantes declararon que estaban interesados en trabajar en la compañía por tratarse de una empresa carbono neutral. “Este suceso sirve de sustento y de motivación extra para seguir esta línea ya que es la prueba de que los stakeholders valoran la propuesta”. “El 10 % de los empleados funge como líder ambiental. De nuestros colaboradores surgen tantas ideas que incluso nos faltan manos para implementarlas”, subraya.

Entender antes de explicar
¿Cómo se genera un Bono de Carbono? La deforestación se mide y se proyecta con el apoyo de imágenes satelitales. Estas informan acerca de la densidad de los bosques o cuáles son las especies que contienen, para citar dos ejemplos. Estas mediciones, además de otros supuestos, ayudan a establecer proyecciones acerca de cómo se deterioraría el bosque por el impacto causado, por ejemplo, por actividades como la minería, la tala de árboles, la construcción de nuevas vías de acceso, las actividades agrícolas o el impacto del turismo, en base al ritmo de deterioro que ha consumido al bosque en los años anteriores.

Luego de algún tiempo de tomadas las medidas para reducir la deforestación, se calcula cuál ha sido el impacto positivo. Se compara la deforestación real luego de las medidas tomadas vs. la que habría sufrido la zona en base a, por ejemplo, la información histórica de años anteriores (sin medidas). La deforestación proyectada, pero que no se produjo, permitió que los bosques “salvados” se mantengan en pie y no generen emisiones en su destrucción.

Estas emisiones “no generadas” se le atribuyen como resultado a la toma de las diferentes medidas, denominadas medidas de mitigación. Esas toneladas (luego de un proceso que incluye varias investigaciones, certificaciones y por supuesto inversión) pueden adquirir un valor monetario a un precio que se determina de acuerdo al mercado y se convierten en Bonos de Carbono.

En la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional Bahuaja Sonene, la ONG peruana Asociación para la Investigación y el Desarrollo Integral (AIDER), ONG peruana, realizó la cuantificación del contenido de carbono almacenado en la biomasa de estos bosques, así como las proyecciones de la deforestación que se podría generar sin medidas de mitigación. Luego de un proceso muy estricto de auditorías se certificó que en el escenario real (con medidas de mitigación) se generó una reducción de emisiones que las comparadas con el escenario sin medidas. Parte de estas reducciones son los Bonos de Carbono que Pacífico Seguros adquirió para la neutralización de su Huella de Carbono.

¿Pero qué es la Hhuella de Ccarbono?
Se trata de una medición periódica en la que se consideran diversas variables como el consumo especificado en los recibos de agua o luz, los gastos de combustible o cuánto papel se ha usado, para citar algunos. Al sumar todos los indicadores que se contemplan, se convierten todos los impactos ambientales a una misma unidad de medida: toneladas de CO2 equivalente. El total per cápita se consigue dividiendo este resultado entre la cantidad de personas que trabajan en la compañía en ese momento. “En el caso de Pacífico, la Huella de Carbono per cápita se ha reducido del 2010 al 2013 en casi un 40%”, señala Luciana Puente. Adicionalmente, Luciana señala que no solo han medido la Huella de Carbono con la consultora Libélula, sino que también la han certificado por una casa certificadora internacional, AENOR, lo que le da más robustez y credibilidad a la iniciativa. “También obtuvimos en 2014 la certificación de carbono neutralidad, emitida por la misma empresa AENOR, de España.

A partir de la medición se comienza a tomar diversas acciones para reducir la Huella de Carbono. Por ejemplo, Pacifico ha capacitado a su personal en temas ambientales mediante videos, charlas presenciales y un curso virtual obligatorio. Esta capacitación abarca temas como ¿Qué es la Huella de Carbono? o ¿Qué hace Pacífico en su gestión ambiental?

Actualmente “la empresa cuenta con 320 líderes ambientales que ayudan a implementar el Programa Ambiental en Lima y provincias”, dice Luciana. “Ellos velan por el cumplimiento de ciertos tips que divulgamos quincenalmente para reducir su impacto”. “Por ejemplo, más del 60% de la energía que consume una computadora proviene de la luz del monitor. El líder ambiental debe verificar que los monitores estén apagados a la hora del almuerzo, tomar una foto y hacerla llegar al encargado”.

Los pasos para ser carbono neutral
Primero se debe medir, o sea, cuantificar la Huella de Carbono de la empresa. Esta está conformada por las emisiones directas que son, por ejemplo, las generadas por todos los vehículos que son propiedad de la empresa, los gases refrigerantes del aire acondicionado, entre otros; las indirectas que surgen, por ejemplo, del consumo de electricidad y un tercer grupo de otras emisiones indirectas que comprende elementos como el papel utilizado, los residuos generados, el combustible usado en el transporte del personal, los vuelos en avión y consumo de agua, entre algunos ejemplos.
El segundo paso es gestionar, para lo cual se toman medidas para reducir las emisiones que se generan. Esto se hace a través de un Programa Ambiental que estructura la gestión y facilita la reducción de emisiones, así como el reporte.
Finalmente se puede compensar, financiando la compra de Bonos de Carbono que neutralicen totalmente la Huella de Carbono generada por la empresa.

Proyecto REDD
“Pacífico decide entrar con fuerza e invertir un monto mucho mayor a la compensación de su Huella de Carbono para así poder tener un impacto realmente importante”, destaca Luciana Puente. Es así que la empresa decidió invertir en un proyecto REDD (Reducción de Emisiones de Deforestación y Degradación) en dos áreas naturales protegidas: la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional Bahuaja Sonene ubicadas en el ámbito de Madre de Dios.

“Primero definimos qué indicadores debía cubrir el proyecto que escogiéramos; su nivel de impacto ambiental; impacto en la biodiversidad y en la comunidad, su impacto dentro de una estrategia de marketing y qué tan fácil era comunicarlo”, recuerda Luciana. “La consultora Libélula nos ayudó a escoger entre siete proyectos, entre los cuales estaban los de cocinas mejoradas, de reforestación, proyectos REDD, entre otros. Finalmente, nos inclinamos por la iniciativa de Tambopata ya que entendimos que era mejor ir a la raíz del problema”, recuerda la ejecutiva de Pacífico destacando que “al encontrarse en el Perú uno de los bosques con mayor biodiversidad en el mundo, sentimos una responsabilidad mucho mayor que la de concentrarnos sólo en comprar los bonos de carbono para neutralizar nuestra operación. Adicionalmente, ella menciona que del total de las emisiones generadas por el Perú, más del 40 % tienen que ver con deforestación y degradación de bosques.

¿Un seguro ecológico?
Finalmente, como cerrando el círculo, Pacífico lanzó al mercado el seguro ecológico de autos. “Así, nuestros clientes se pueden sentir parte del proyecto ya que un porcentaje de la póliza que contratan va a los bosques de Tambopata” destaca finalmente Luciana Puente. “Ahora apuntaremos a acercar a los demás stakeholders a nuestra filosofía”

La estrategia del Scotiabank
Scotiabank se decidió por comprar Bonos de Carbono provenientes de bosques manejados en la Amazonía Peruana, además de medir y neutralizar su Huella de Carbono en Lima. “Como el impacto de las acciones implementadas nunca es cero, decidimos comprar Bbonos de Ccarbono y así neutralizar aquello que no se puede reducir. Además, de esa manera contribuimos con iniciativas que están promoviendo prácticas sostenibles de energía renovable o de mantenimiento de bosques en pie”, señala Fiorella Ceruti, Gerente de Responsabilidad Social, resaltando que “los bonos también se pueden emitir por inversiones en energía renovable pero nosotros hemos apostado por el desarrollo de nuestros de bosques”.

La compra de Bbonos de Ccarbono se enmarca en el compromiso que tiene el banco con temas ambientales dentro de sus políticas de Responsabilidad Social y que están integradas en el giro del negocio. “Scotiabank tiene un compromiso explícito con la Responsabilidad Social, consolidado, e integrado al giro del negocio. No es una visión puramente filantrópica de cómo ayudar a la sociedad, ya que entendemos que es necesario llevar a cabo la gestión del negocio en forma equilibrada con las expectativas de los grupos de interés”, resalta Fiorella Ceruti.

El Scotiabank y la empresa maderera forestal Maderacre suscribieron un convenio mediante el cual el banco adquiría Bbonos de Ccarbono para neutralizar su Hhuella de Ccarbono derivada de sus emisiones de gases de efecto invernadero. Los recursos obtenidos por Maderacre están destinados a la gestión y manejo de los bosques en Madre de Dios, asegurando el aprovechamiento sostenible de estos en dicha región. Al mantener el bosque en pie, se garantiza la captura de carbono y se contribuye a mitigar los efectos del cambio climático, además de facilitar la conservación de la biodiversidad y la generación de empleo local en la zona de Iñapari.

Maderacre ha valorizado en el mercado, a través de Bbonos de Ccarbono, las toneladas de CO2 que deja de emitir mediante el manejo sostenible y responsable de sus bosques. A través de la adquisición de estos bonos, Scotiabank logrará neutralizar su Hhuella de Ccarbono y reducir el impacto que sus emisiones generan en el medio ambiente.

Maderacre es una empresa constituida por pobladores de Iñapari, en Madre de Dios, y se dedica al uso adecuado y responsable de los bosques, con un enfoque en el desarrollo local. La empresa tiene como propósito el aprovechamiento forestal sostenible, para lo cual cumple los más altos estándares internacionales del manejo forestal y asegura la viabilidad económica y la inclusión social. “El caso innovador de Maderacre es que es una empresa que apuesta por la generación de ingresos, a través de una actividad económica privada, pero pensando y actuando de manera sostenible. Eso me parece bastante novedoso”, destaca Fiorella Ceruti.

Esta empresa peruana, y la gente de la misma zona que la conforman, están motivados por ideales transmitidos de generación en generación, adoptando el enfoque de la Sostenibilidad. Cuentan con un plan de manejo eficiente mediante el cual ejecutan tala selectiva, trabajan con diversidad de especies de acuerdo al ecosistema de la zona, aplican tecnología especializada para identificar cuáles son las especies que se van a aprovechar en un periodo de tiempo, han desarrollado un vivero forestal para plantar nuevamente lo extraído y utilizan mano de obra local generando empleo en la zona.

A nivel interno, Scotiabank busca comprometer a sus empleados más allá de que el impacto sea importante o no. “Muchas empresas justifican su poco interés en temas ambientales por considerar que tienen un impacto muy pequeño. “En Scotiabank creemos que debemos implementar acciones y, por ejemplo, tenemos un programa que busca sensibilizar a los colaboradores con respecto a que es la huella de carbono, sus efectos y las posibles medidas que se pueden llevar a cabo para reducirla”. “Nosotros creemos que todo, ya sea por un impacto pequeño o grande, tenemos que ser responsables porque estos son acumulables. La suma es lo que está generando el cambio climático”, resalta la Gerente de Responsabilidad Social del Scotiabank.

A nivel del cliente, Fiorella Ceruti destaca que “si es necesario, buscamos darle una asesoría adicional, orientándolo sobre los posibles riesgos ambientales que podrían generar su actividad y que podrían provocarle un problema a la comunidad con la que interactúan, lo que puede derivar en un riesgo reputacional o financiero”.

Los bonos de LAN Perú
Luego de concretar con éxito la neutralización del impacto de sus operaciones terrestres en Perú –adquiriendo bonos certificados de secuestro de carbono de un proyecto de reforestación con especies nativas en el Bosque Amazónico peruano-, LAN Airlines definió para el año 2020, la completa medición, verificación y neutralización de su Huella de Carbono terrestre en todos los países donde opera en Sudamérica.

“Medir nuestra Huella de Carbono y neutralizar las emisiones de nuestras operaciones terrestres y aquellas que se generan por los viajes de trabajo de nuestros colaboradores es parte de nuestro firme compromiso con el cuidado del medio ambiente, el que se ha materializado a través de distintos ámbitos de acción, llevando a cabo una gestión eficiente y responsable, reduciendo los impactos ambientales de nuestras operaciones, invirtiendo en nuevas tecnologías y en una de las flotas de aviones más modernos del mundo, optimizando el uso de los recursos y promoviendo la importancia de la protección del entorno entre los diferentes grupos de interés con los que nos relacionamos”, señala Michael Patzl, Gerente de Relaciones Institucionales de LAN Perú.

La industria aérea ha definido un esquema de trabajo alineado con las directrices de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional IATA, para mitigar al máximo el impacto generado por las emisiones a la atmósfera producto de sus operaciones.
Los avances de la tecnología permiten que hoy los aviones hayan logrado mejorar en un 70% la eficiencia en el consumo de combustible, versus los aviones con tecnología de hace 40 años, principalmente por la fabricación de equipos aviones más livianos, con una mejor resistencia aerodinámica y motores más eficientes.

“LAN Perú se convirtió en el 2012 en la primera aerolínea del continente y una de las primeras del mundo en neutralizar al 100% las emisiones de carbono generadas por su operación terrestre y por los viajes de trabajo de sus 3,700 colaboradores, equivalentes a 7,000 toneladas”, recuerda Michael Patzl.

Para ello, la compañía adquirió bonos certificados de secuestro de CO2 de un emblemático proyecto de reforestación con especies nativas que maneja la empresa Bosques Amazónicos en Ucayali. La verificación de la Hhuella de Ccarbono de LAN Perú estuvo a cargo de AENOR, líder mundial en certificación de sistemas de gestión, productos y servicios.

El alcance de la medición de la Hhuella de Ccarbono consideró todas las actividades que generan emisiones directas e indirectas de Gases Efecto Invernadero (GEI), tales como emisiones derivadas de operaciones aéreas, equipos de climatización, consumo de energía eléctrica de oficinas de ventas y administración, equipos terrestres (consumo de gasolina y de diesel) y emisiones derivadas de transporte de empleados y de viajes aéreos de negocios

En el 2013 LAN Perú neutralizó, por segundo año consecutivo, las emisiones de CO2 de su operación terrestre y viajes de trabajo de sus 3,800 empleados. Se neutralizaron 6,500 toneladas de emisiones anuales de CO2 a través de la adquisición de un paquete de bonos certificados de un proyecto de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REED) en Concesiones de Castaña en Madre de Dios, administrado por la empresa Bosques Amazónicos (BAM) en asociación con la Federación de Castañeros de dicha localidad.

Los bonos REED buscan promover la conservación y el manejo sostenible de los bosques más amenazados, de manera que se reduzca la deforestación y con esto se mantenga almacenado en el bosque y no se emita a la atmósfera un importante stock de carbono. Los bonos adquirido por LAN Perú corresponden a un proyecto de un área de 290,000 hectáreas de tierra en dichas concesiones de castañas en Madre de Dios.

La industria aérea a nivel mundial se ha impuesto una ambiciosa estrategia de reducción de emisiones, con los objetivos de mejorar en un 1,5% anual en el uso de combustible a partir de 2009 y hasta 2020, crecimiento neutral de CO2 para 2020 con respecto a 2005 y reducción del 50% de las emisiones totales del sector para el año 2050, con respecto a las de 2005.

Actualmente, LAN cuenta con una moderna flota, con una edad promedio de 6.9 años con una de las menores tasas de emisión de CO2 por kilómetro-pasajero de la industria (75,1 gramos CO2/pasajero-kilómetro), lo que implica un 20% más eficiente que el promedio de la industria aérea mundial. En el caso de LAN Perú la edad promedio de su flota es de 5 años.

El grupo LATAM Airlines, del cual forma parte LAN Perú, se acaba de convertir en el primer grupo de aerolíneas de América en ingresar al Índice Mundial de Sostenibilidad Dow Jones, luego de ser elegido dentro de un selecto grupo de empresas líderes en sostenibilidad, por su desempeño económico, responsabilidad social y gestión ambiental con foco en el largo plazo.

Con el ingreso a este índice, el grupo LATAM se convirtió junto con el grupo Air France-KLM en una de las dos compañías del mundo en la industria aeronáutica que listan actualmente en el Dow Jones World.

Dentro de los criterios económicos, sociales y ambientales que evalúa el Índice de Sostenibilidad Dow Jones en cada una de las compañías que selecciona, se destacan: reporte social, desarrollo de capital humano, compromiso con stakeholders, gobierno corporativo, confiabilidad, reporte y gestión ambiental, estrategia climática, eficiencia y gestión de la relación con clientes, entre otros.

En la dimensión ambiental, el grupo LATAM obtuvo el más alto desempeño de la industria a nivel mundial en los temas de eco-eficiencia operacional y estrategia de cambio climático. Esto gracias a la gestión que la compañía ha desarrollado en torno al uso eficiente del combustible y por lo tanto a la reducción de sus emisiones de CO2, teniendo una de las menores tasas de emisión de CO2 por kilómetro-pasajero de la industria aérea mundial.