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Imagina que estás en una reunión en el trabajo. Todo el mundo aporta ideas, habla en voz alta y debate. Sabes que deberías decir algo, pero es difícil que te den la palabra, así que te sientas en ansioso silencio. 
Por Mairi Mackay, para CNN

Entonces, ocurre un desastre. Tu jefe te voltea a ver y te dice: “¿Tú qué piensas?”. En ese instante, tu cerebro se paraliza y no se te ocurre nada qué decir.

Si alguna vez te has quedando sin palabras en una reunión, desesperado por escaparte de tomar unos tragos después del trabajo o te has sentido estresado en una oficina abierta, probablemente seas un introvertido, dice Mairi Mackay en un artículo en CNN.
Desde una cuarta parte hasta la mitad de nosotros somos introvertidos, dependiendo de cuál sea el estudio que tomes en consideración.

Análisis de la introversión
A los introvertidos a menudo los malinterpretan. “Realmente se trata de la energía”, dice Marti Olsen Laney, un psicoterapeuta y autor de “The Introvert Advantage”.

Los introvertidos generan energía a través de la reflexión y los momentos tranquilos, mientras la energía de un extrovertido se incrementa al pasar tiempo en lugares ajetreados y estimulantes donde a menudo hay muchas personas presentes, según Olsen Laney.
“La introversión y la extroversión son reales (e incluso genéticas) y realmente cambian la forma en que esas personas ven el mundo”, dice Dan Cable, profesor de Comportamiento Organizacional en la Escuela de Negocios de Londres.

“La clave es no pensar en dos categorías, sino en un continuo”, señala Tomas Chamorro-Premuzic, profesor de Psicología de Negocios en la University College de Londres y autor de “Confidence: The Surprising Truth About How Much You Need And How to Get It.”
“La mayoría de personas en realidad está en el medio”, dice, añadiendo que cada categoría puede tener características de la otra.
A diferencia de las culturas asiáticas, las cuales aceptan mucho más a los introvertidos, el Occidente siempre ha preferido a los extrovertidos, dice.

El mito del liderazgo
La creencia popular, respaldada por décadas de estudios, es que los extrovertidos son mejores líderes. “Esta idea se basa en la falsa premisa respecto a que la actividad equivale a productividad, que la confianza es una señal de competencia”, dice Chamorro-Premuzic.

Un estudio de 2011 realizado por la Escuela de Negocios de Harvard, la Escuela Warton School de la Universidad de Pensilvania y la Escuela de Negocios Kenan-Flager de la Universidad de Carolina del Norte encontró que mientras los introvertidos y extrovertidos están igualmente distribuidos en la población general, el 96% de los gerentes y ejecutivos poseían cualidades de una persona extrovertida.
Los investigadores también encontraron que, aunque los extrovertidos muestran muchas de las fortalezas que las personas asocian al liderazgo (como la determinación), las cualidades de liderazgo menos obvias que los introvertidos manifiestan pueden ser más importantes en el trabajo en equipo del día a día.

“Realmente ves un patrón de ser aplicado, de querer hacer un buen trabajo, de ser creativo y bueno en la resolución de problemas. Son muy buenos en las clases de trabajo de uno a uno”, dice Olsen Laney.

Hacer que funcione
Tazeen Ahmad es una persona que ha usado su introversión para destacar en el competitivo mundo del periodismo televisivo. “El secreto de cualquier éxito que he alcanzado ha sido aceptar mi introversión”, dice. “Significa que proceso mucho más las cosas. Tengo pensamientos más profundos, lo que a menudo conduce a mejores ideas”.

Ella ha sido una corresponsal en el extranjero para la cadena estadounidense NBC y ha ganado premios por su impactante trabajo como reportera del programa de investigaciones “Dispatches” del Canal 4 en el Reino Unido.

Ella dice que las historias que cuenta a menudo son sobre terribles pérdidas o experiencias traumáticas… y sus sujetos podrían haber sufrido algún tipo de abuso.

“Les he hecho preguntas pertinentes y difíciles. Espero que me perciban por quien soy: una persona auténtica y genuina, para que puedan ver que estoy interesada en su historia, no solo como periodista, sino como persona”.

Bill Gates, cofundador de Microsoft, quien como todo el mundo sabe, es introvertido, dijo: “Si eres inteligente, puedes aprender a obtener los beneficios de ser introvertido”, en una entrevista para ABC.
Ahmad ahora comparte regularmente su conocimiento en clases para introvertidos, las cuales se llenan por completo, en The School of Life en Londres.
Su clase más reciente es acerca de cómo los introvertidos pueden establecer contactos en una manera que funcione para ellos.
“Si vas a un evento de ‘networking’ y logras salir de ahí con uno o dos buenos contactos que sientes que te traerán buenos resultados, en lugar de salir con 15 que no te servirán, ahí hablamos de éxito”, dice.

Ahmad también sugirió ir a eventos de “networking” con un amigo extrovertido.

“Recorran juntos el salón. Ellos harán la conexión y tú la harás más profunda”.

Reduciendo la brecha
Los introvertidos a menudo pueden sentirse sobreestimulados en reuniones y en oficinas abiertas.

“Todo lo que hacen ahí consume su energía, mientras en el caso de un extrovertido, todas esas cosas les dan energía”, explica Olsen Laney.
En esas situaciones, para los introvertidos puede ser difícil pensar o hacer comentarios en el momento.

Olsen Laney dice que los introvertidos tienen que desarrollar habilidades para contarles a los extrovertidos qué sucede con ellos.
“Cuando un introvertido se encuentra en una reunión y no está ‘participando’, otros pueden pensar que no está interesado”, dice.
Para combatir esto, ella dice que los introvertidos deberían practicar formas no verbales para demostrar que están poniendo atención, como tomar notas o darle indicadores silenciosos a las personas que están hablando.

Debido a que necesitan tiempo en privado para reflexionar, Olsen Laney sugiere que se acerquen a su jefe después de la reunión y ofrezcan enviarle sus opiniones por correo electrónico.

Venciendo las probabilidades
A los introvertidos les puede ir bien en cualquier ambiente de trabajo, pero lo importante es saber qué funciona para ti, dice Nancy Ancowitz, una mentora de negocios y autora de “Self-Promotion for Introverts”.

Ella dice que muchos de sus clientes trabajan en industrias muy extrovertidas, como las ventas y el comercio.

“Reflexiona sobre las ocasiones en las que se te ocurren las mejores ideas, cuándo haces tu mejor trabajo y cuándo te sientes cómodo”.
“La mayoría de introvertidos con los que he trabajado consideran que, por lo general cuando están solos es cuando recopilan esas ideas y pueden anotar algo o pasar un momento tranquilo”, dice.

Sin embargo, en la opinión de Ancowitz, lo más poderoso que un introvertido puede hacer es aprender habilidades para hablar en público.
“La belleza de hablar en público es que no es difícil de aprender. Mientras puedas hablarle a una persona, puedes hablarle a mil”.

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