¿Cuáles son los aportes de un MBA? ¿Qué habilidades se desarrollan?
Por Paula Molinari, socia fundadora de Whalecom y autora de los libros “Turbulencia generacional” y “El salto del dueño”.
¿Estás dispuesto a pasarte meses y meses estudiando durante la noche, realizando trabajos de equipo durante los fines de semana, concentrándote en las clases, quemándote las pestañas en los exámenes, investigando para trabajos especiales? Chau al deporte, al cine y a los amigos de siempre. Todo esto, ¿para qué? ¿Cuál es el valor de un MBA?
Antes que nada, un breve paréntesis sobre el desarrollo de carrera. ¿Cómo nos desarrollamos profesionalmente? ¿Cuál es la fuente de ese desarrollo? Como solemos, decir un poco en broma y un poco en serio a nuestros alumnos, el desarrollo es el reino del sufrimiento. Esto es porque implica salir de la zona de confort, situación que nunca es cómoda. Como consecuencia, la primera premisa es que el MBA colabora con el desarrollo de nuestros alumnos solo si los desafía, los presiona y los exige por casi dos años. Esta sensación de incomodidad se hace más tolerable porque el grupo funciona como sostén. Al ser una situación colectiva, los individuos cargan energía en el grupo que los empuja muchas veces más allá de sus propias posibilidades. Es por esto que los compañeros de cursada generan tan sólidas relaciones: tienen objetivos comunes en situaciones adversas.
¿Cuáles son los aportes de un MBA? ¿Qué habilidades se desarrollan? Muchas, entre las cuales podemos citar:
• Mejora de la capacidad de análisis: habilidad para distinguir información relevante, para comprender temas y encontrar soluciones, para profundizar.
• Velocidad de comprensión y de decisión.
• Enriquecimiento del juicio crítico.
• Mejora de la creatividad y la innovación.
• Habilidad para trabajar en equipos con gente de distintas opiniones y formación.
• Desarrollo de pensamiento sistémico, base para la visión estratégica
• Más herramientas para gestionar la complejidad.
• Comprensión de abordajes distintos y gestión de la diversidad.
• Conocimiento de otras realidades, con la consiguiente ampliación del abanico de posibilidades.
• Mejora de la habilidad para generar y mantener una red de contactos.
Estas son las habilidades que los selectores (empresas o consultoras) valoran de los egresados de estos programas.
Para el desarrollo de estas habilidades es tan importante el aporte del profesor y de las clases, cuanto el de los compañeros de cursada. Por lo tanto, como segunda premisa, los resultados en términos de desarrollo son directamente proporcionales al nivel y buen mix de los compañeros.
¿Todos los participantes del MBA se desarrollan de igual manera? No. Los outputs dependen no sólo de la “materia prima” – el estudiante y sus recursos personales – sino también de la calidad de involucramiento en el proceso – participación, dedicación, valoración de los compañeros, curiosidad, aprovechamiento de los profesores, etc-.
Una tercera premisa: todos pasan por el mismo “pipeline” pero el “cómo” pasan genera resultados distintos.
¿Es el MBA la mejor opción? Depende de lo que quieras. Si tu objetivo es lograr un perfil más generalista, mejorar tu visión sistémica, realizar un cambio de carrera, actualizarte, ampliar tu mundo de posibilidades, desarrollar una sólida red de contactos, adquirir nuevas herramientas, pensar “out of the box” o dar un empujón a tu carrera, entonces el MBA es una excelente alternativa.