El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, el general John Kelly, dijo que Venezuela está “cerca del colapso y de implosionar”, debido a su “triste” situación económica, reseña Portafolio.co
En una audiencia en el Senado estadounidense, el jefe militar para Suramérica y Centroamérica dijo que el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, les acusa de “planear golpes de Estado” y de querer derribar al Gobierno, “pero para eso no necesitan ninguna ayuda”.
Kelly dijo que es muy “triste” ver a un país que posee una de las mayores reservas de petróleo del mundo caer en una “atrofia” económica, que ha provocado una inflación rampante y escasez de algunos productos básicos.
“Si (Venezuela) recorta los programas sociales y continúa la escasez, algo que parece inevitable, eso podría provocar mayores tensiones y protestas, lo que podría llevar al presidente Maduro a tomar más medidas represivas contra manifestantes y la oposición”, explicó Kelly en un testimonio escrito adicional. Asimismo, recordó que si Venezuela se ve obligada a recortar su aportación a PetroCaribe (programa de petróleo venezolano subsidiado para el Caribe), eso podría “desencadenar un desplome a nivel regional, lo que incrementaría el riesgo de mayor migración”.
Kelly también mencionó la mayor influencia de Rusia en América Latina y sus intenciones de aumentar su presencia en Cuba, Venezuela y Nicaragua para desplazar navíos o bombarderos, algo que “preocupa” al Pentágono, dijo.
Esos movimientos son vistos por Kelly más como “una molestia que como una amenaza”, pero refuerzan, en su opinión, la importancia de seguir labrando buenas relaciones con socios en la región, destacó en una rueda de prensa posterior a la audiencia del Senado.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró esta semana una situación de “emergencia nacional” por el “riesgo extraordinario” que supone la situación en Venezuela para la seguridad de Estados Unidos y ordenó la implementación y ampliación de sanciones contra varios altos cargos de ese país. Maduro respondió entonces que el anuncio de Obama y las sanciones contra varios altos cargos venezolanos suponen “el paso más agresivo, injusto y nefasto que jamás se haya dado contra Venezuela” y lo enmarcó en un supuesto golpe de Estado que denunció semanas atrás que, según él, estaba financiado desde EE. UU.
Por su lado, el arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, consideró ayer “inaceptable” que el Gobierno de Estados Unidos declarase hace unos días a Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria” para su seguridad e hizo un llamado a la “sensatez” y la “cordura” entre los dos países.
También se informó que los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se reunirán en Quito para analizar la crisis diplomática entre Caracas y Washington.