Sin duda, el vicepresidente del departamento de recursos humanos de Google (o, como lo denomina la multinacional, “departamento de personas”), Laszlo Bock, tiene unas cuantas cosas que decir sobre cuál es la mejor forma de reclutar trabajadores para una empresa.
Bock acaba de publicar un libro sobre técnicas de trabajo implementadas en su empresa titulado Work rules! (“Trabajar mola”), del que la revista Wired ha reproducido un extracto, que desvela alguno de los trucos de este experto en recursos humanos para captar talento en una entrevista.
Todos los candidatos deben responder a las mismas preguntas
O, lo que es lo mismo, todos deben responder a una misma entrevista, con lo cual, ésta debe estar estructurada. Ello exige un mayor esfuerzo previo por parte de los entrevistadores, que deben preparar un cuestionario cuyo funcionamiento ha de estar comprobado. De acuerdo con un estudio de métodos de selección de personal elaborado por Frank Schmidt y John Hunter, una entrevista estructurada es capaz de predecir al 26% de la eficacia que un candidato mostrará al desempeñar su trabajo, frente al 14%, prácticamente la mitad, de una que no esté estructurada.
Hay que olvidarse de los prejuicios
Otro de los aspectos en los que Bock hace hincapié es en la creencia generalizada -y, a su juicio, errónea- de que los diez primeros segundos de una entrevista son los decisivos. Si se sigue esa tesis, piensa él, se está malgastando la mayor parte de la entrevista (todo el tiempo que pasa después de esos diez segundos) en corroborar las impresiones que el candidato produce en el reclutador al comienzo de la misma, que normalmente proceden de los propios prejuicios y estereotipos de éste.
El entrevistador también está siendo sometido a una prueba
Bock asegura que uno de los objetivos del reclutador durante una entrevista de trabajo es conseguir que el candidato se enamore de él. El responsable de recursos humanos de Google recuerda que los entrevistados necesitan sentirse a gusto, ya que se encuentran en una posición especialmente vulnerable en un momento decisivo.
No solo deben conocer a sus jefes
Otro de los aspectos en los que Bock recomienda dar la vuelta a las rutinas habituales de las entrevistas laborales es a la costumbre de que en éstas los candidatos solo conozcan a aquellos para los que trabajan, y no suceda lo mismo con sus compañeros de equipo que trabajarán con ellos o para ellos.
Los candidatos deberán realizar una prueba relacionada con el trabajo que desempeñarán
Aunque esto, como reconoce Bock, no sea posible en cualquier trabajo, pues no todos permiten que los candidatos de una entrevista realicen en ésta una muestra de lo que será su trabajo diario, la combinación de pruebas de este tipo con tests de habilidades cognitivas y de liderazgo y entrevistas estructurada posibilitan que los reclutadores se formen una idea lo más fiel posible de cómo se desenvolverán los candidatos en un puesto de trabajo.