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IKEA ha prometido 1.000 millones de dólares para la lucha contra el cambio climático, y eso es sólo una pequeña parte de su “Agenda Verde”.

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La mayor empresa de muebles del mundo se encuentra en proceso de transformación para luchar contra el cambio climático. El último paso es un compromiso de 1.000 millones de euros para energías renovables y proyectos de adaptación climática. Durante los próximos cinco años, el gigante sueco invertirá 600 millones de euros en instalaciones solares y eólicas para sus tiendas y fábricas. En 2009 se gastaron 1.500 millones de euros y para 2020, la compañía tiene previsto utilizar 100% de energías renovables.

Otras compañías, como Apple y Google, también están invirtiendo miles de millones en nuevos proyectos de energía renovable. IKEA, a diferencia de algunos otros, decidió que quería ser dueño de la totalidad de sus propias granjas eólicas y paneles solares.

“Vamos a ir un poco más allá y directamente poseeremos y operaremos las energías renovables nosotros mismos”, dice Steve Howard, director de Sostenibilidad de IKEA. “Ahora tenemos un equipo de especialistas dedicados a manejar nuestras operaciones eólicas en todo el mundo. Somos una compañía de energía renovable independiente al mismo tiempo que un negocio de muebles para el hogar.”

IKEA ya posee 23 parques eólicos y 700.000 paneles solares. Al ser propietario de la infraestructura, la empresa puede protegerse contra el aumento de precios de la energía en el futuro. Para el 1 de septiembre, la compañía sólo ofrecerá luces LED, como parte de un esfuerzo que comenzó hace dos años para eliminar los halógenos y lámparas fluorescentes compactas. También están rediseñando otros aparatos, y reemplazando lentamente el plástico virgen con plástico reciclado o de base biológica, y los metales vírgenes con versiones recicladas. En el sector alimentario sacarán albóndigas -un alimento básico de IKEA- en versión vegetariana.

Tal vez lo que es más interesante es que IKEA también está tratando de darle una segunda vida a los residuos; recogida de cartón en las tiendas para transformarlo en nuevos productos y plásticos que envuelven muebles reconvertidos en diversos objetos (esterillas para el escritorio, por ejemplo). La compañía también está comenzando a trabajar con los consumidores para ayudar a reciclar muebles de IKEA antiguos. En algunas tiendas los clientes pueden obtener descuentos para la reventa de productos de IKEA. “Un cliente puede enviar una foto de, digamos, una estantería Billy que ya no necesita, y puede venderla a cambio de un vale regalo”, dice Howard.

La nueva promesa de 1.000 millones de euros de IKEA también incluye 400 millones de euros para ayudar a las familias en los países en desarrollo hacer frente a los efectos del cambio climático.

“La magnitud del desafío es enorme. Tenemos buena política gubernamental, pero necesitamos la innovación empresarial y la inversión”.