Compartir

El partido de extrema derecha Frente Nacional (FN, por sus siglas en francés) tiene a su alcance la toma de cuatro consejos regionales en Francia después de ganar el 28% de los votos en las elecciones regionales, un resultado que ha sacudido a las élites gobernantes de toda Europa, señala Adam Thomson en el Financial Times.
AVANCE-ULTRADERECHA-FRANCIA
En el primer sondeo de la opinión pública desde los ataques terroristas del 13 de noviembre en París, el partido antiinmigración de Marine Le Pen se apuntó su mejor resultado desde su fundación en 1972.

Con casi todos los votos contados, el FN se colocó en el primer lugar en seis de las 13 regiones del país. Los centroderechistas y los socialistas en ciertas regiones se han negado a unir sus fuerzas para detener al FN, lo cual podría permitirle ganar hasta cuatro regiones en la segunda ronda de votaciones el domingo.

Le Pen describió el resultado como “magnífico”, y agregó que demostraba que el FN era actualmente “sin disputa alguna el partido más sobresaliente de Francia”.

El resultado resonó en todo el continente, y Sigmar Gabriel, líder del Partido Socialdemócrata de Alemania y vicecanciller del país, lo calificó como una “llamada de atención para todos los demócratas en Europa”.

“Es impactante que los extremistas de derecha logren tal resultado y se conviertan en la fuerza política más poderosa en la primera ronda de las elecciones en Francia, uno de los miembros fundadores de la UE en el corazón de Europa”, dijo Gabriel.

Matteo Renzi, el primer ministro de Italia, dijo en un mensaje de Facebook ayer que las instituciones europeas necesitaban “cambiar” o corrían el riesgo de convertirse en “los mejores aliados de Marine Le Pen y de los que tratan de imitarla”.

Le Pen, una candidata por su partido en la región norte de Francia, ganó la primera ronda con el 40% de los votos, mientras que Marion Maréchal-Le Pen, su sobrina, también encabezó los resultados de la votación en la región sureste del país con más del 40% de los votos.
La victoria en sólo una de las 13 regiones de Francia – los resultados definitivos se conocerán después de la votación de la segunda ronda del próximo domingo– representaría la primera del FN. Y le ayudaría a crear un impulso con miras a la contienda presidencial de 2017, en la cual Le Pen planea lanzarse como candidata.

El más reciente resultado se suma a una serie de sólidos desempeños electorales del FN durante los últimos dos años, los cuales reflejan el desencanto de los votantes ante el débil crecimiento económico y el alto desempleo. Existen también crecientes preocupaciones sobre asuntos de seguridad tras los ataques terroristas de este año.

James Shields, profesor de política francesa en la Universidad de Aston, comentó: “Estos resultados son impactantes, pero no deberían sorprendernos. Lo que Marine Le Pen quiere por encima de todo es una oportunidad de demostrar que su partido puede gobernar más que una ciudad de tamaño mediano. Por eso, una región con varios millones de habitantes ofrece un terreno de pruebas perfecto, dándole tiempo a su partido de lograr ciertos resultados antes de las elecciones presidenciales y legislativas de 2017”.

Según el Ministerio del Interior, el Partido Republicano de centroderecha del ex presidente Nicolas Sarkozy y sus aliados lograron obtener el primer lugar en cuatro regiones, terminando en segundo lugar en total con el 26,9% de los votos. Sarkozy descartó cualquier alianza con la izquierda como una manera de limitar las victorias del FN.

Los del Partido Socialista del presidente François Hollande y sus aliados de izquierda lograron obtener el primer lugar en tres regiones, ganando el 23,3% de los votos a nivel nacional, un resultado aplastante para un bloque político que, en la actualidad, tiene todas menos una de las regiones.

El resultado proporciona una idea del “estado de ánimo” político nacional a tan sólo 18 meses antes de la elección presidencial, y a tan sólo tres semanas después de que los terroristas islamistas llevaran a cabo ataques en París y sus alrededores, matando a 130 personas.
Fundado por Jean-Marie Le Pen en 1972, el FN ha sido asociado con el antisemitismo durante un largo tiempo. Marine Le Pen, líder del FN desde 2011, ha tratado de “desintoxicar” la imagen del partido y de conducirlo hacia la corriente principal.