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(TRABAJO – PERSONAS – OFICINA – DÍA) Siempre hemos sabido, por lo menos intuitivamente, que más horas de trabajo no implican que este se desarrolle efectivamente y sea mejor. Alrededor del mundo actualmente hay muchas personas que trabajan muchas horas pero al mismo tiempo no se encuentran muy comprometidas con lo que hacen, están estresadas, en ocasiones se enferman, o en términos generales se encuentran insatisfechas con su labor, destaca el analista colombiano Juan Carlos Sanclemente Téllez.

Se ha vuelto entonces un imperativo el mejorar la productividad y gozar de mejores días en el lugar de ocupación. Se habla también de ser efectivos en las labores que se realizan y ser capaces de cumplir con los resultados haciendo muy bien las cosas, o de saber distinguir lo importante de lo urgente y poder abordar los dos asuntos de manera conveniente.

Una reciente encuesta de Gallup (2017),

http://news.gallup.com/reports/199961/7.aspx encontró que un 51% de los empleados norteamericanos no se encuentran plenamente “comprometidos” o “enganchados” con su tarea y que otro significativo 16% están “activamente desconectados” y demuestran su descontento con ella mediante sus palabras o sus acciones.

Otro de los elementos fundamentales que se han encontrado en los estudios como el que se menciona, es que la gente trabaja cada vez más horas a pesar de que se ha prometido incesantemente, no solo por parte de empleadores sino igualmente de gobiernos, el recortar las jornadas laborales habida cuenta, entre otros aspectos, del impacto de la tecnología en su desarrollo, señala el colombiano Juan Carlos Sanclemente Téllez.

Otro de los elementos que se han encontrado en los estudios es que la gente trabaja cada vez más horas a pesar de que se ha prometido incesantemente el recortar las jornadas laborales.

Para enfrentar la anterior problemática, se deben tomar medidas correctivas y sobre esto son numerosos los libros e investigaciones que se han realizado. Muchos de estos aportes han pretendido ser “recetas” para que manejemos mejor el tiempo, otros han llegado incluso a ser “best-sellers”, otros ni tan siquiera han superado las ventas mínimas para sus autores y promotores.

Para disponer de una mejor “conexión” con el trabajo y no limitarnos a cumplir con “lo mínimo”, o estarnos quejando y no lograr plena satisfacción con lo que hacemos, existen muchas recomendaciones y es bueno seguir algunas de ellas cumpliéndolas de manera efectiva y así disponer de “mejores días” en el quehacer diario.

He podido encontrar, ante esa gran oferta de obras en esta temática, una bien interesante que nos ayuda a enriquecer el rendimiento y a hacer “más con menos”, en un campo que como el comercial (el marketing y las ventas), nos exige mucho esfuerzo y tiempo.

En “How to Have a Good Day: the essential toolkit for a productive day at work and beyond” (2016, 2017), Caroline Webb, economista y antigua socia de McKinsey, muestra a sus lectores cómo transformar el enfoque que tienen de la vida laboral cotidiana utilizando para ello los más recientes hallazgos en economía conductual, psicología y neurociencia.

Los aportes de estas ciencias del comportamiento son muy significativos puesto que nos permiten comprender mejor la forma en que funciona nuestro cerebro, los motivos de las elecciones que realizamos y lo que necesitamos para ser más inteligentes y conocedores de todo aquello que nos rodea. Uno de los elementos más valorados por muchos expertos en estos temas, es que Webb ha sido capaz de aplicar estos conocimientos específicos en el lugar de trabajo y darnos muy buenas enseñanzas en varias materias.

• Mejorar los planes, tareas y diálogos con los demás,
• Saber establecer prioridades,
• “Rentabilizar” el tiempo,
• Hacer efectivas las interacciones con otros,
• No dejarse amilanar por las adversidades,
• Mantener nuestra energía a lo largo de la jornada laboral,
• Evitar los conflictos, las reuniones aburridas y las “bandejas de entrada” llenas, etc.

Tomo de sus recomendaciones algunas que decididamente considero como muy pertinentes en el ejercicio comercial:

• El mito de la “multitarea”: Esto no funciona para la mayoría y ha sido científicamente demostrado que un porcentaje muy bajo de las personas pueden ser “multitask” y que los que se consideran así cometen entre dos y cuatro veces más errores que los que se concentran tan solo en una actividad.
• Darse un descanso: saber cuándo hacerlo es todo un arte y no ser parte de ese amplio porcentaje de individuos que no saben detenerse para tomar su almuerzo o que si lo hacen, lo consumen en su propio escritorio.
• Bloquear las distracciones “en línea”: entre los mayores elementos que perjudican la productividad se ha encontrado a los celulares, los mensajes de texto, el internet, los chismes, las redes sociales, etc., por lo que se hace indispensable establecer “temporizadores” para la conexión a estos componentes.
• Saber decir “no” en un tono positivo a las reuniones sin sentido: atreverse a no aceptar este tipo de convocatorias si se sabe que se necesita tiempo para dedicar a asuntos más importantes. Mostrar aprecio a los demás pero hacerles conocer las prioridades que tenemos.
• Tener paz y tranquilidad: el diseño de las instalaciones en donde se desarrolla el trabajo (ejemplo: oficinas abiertas y ambientes “co-creadores”) puede hacer perder la privacidad. Esta, y la respectiva calma, pueden obtenerse cuando se utilizan elementos disuasorios tales como audífonos o notas visibles “tiempo para reflexionar”, así sea en ese tipo de espacios.

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