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(OPCIONES – PROFESIONAL – GIRO) La psicóloga Encarni Muñoz Silva señala que la edad afecta en las opciones para conseguir un nuevo puesto de trabajo pero no es imposible. Querer es poder. En este artículo nos explica cómo hacerlo y nos deja algunos consejos para superar el miedo al cambio.

La edad es algo que genera dificultades en muchos aspectos, especialmente en el terreno laboral. La mayoría de empresas requieren para desempeñar el trabajo a personas de menos de 30 años. Llegados los 40 lo más normal es sentirse “viejo” para encontrar un nuevo puesto, especialmente si supone un giro en la profesión a realizar y más aún con los tiempos que corren. Pero si lo pensamos fríamente, a esa persona aún le quedan 25 o 27 años más para seguir trabajando y puede llegar a hacerlo de una forma muy productiva.

Pues bien, llegados al punto en el que ves que llegas a los 40 y tienes claro que quieres un giro en tu profesión, ¿qué puedes hacer para hacerlo sin que suponga un “suicidio”?

Lo más importante que cabe tener en cuenta es que quieres y debes salir de tu zona de confort pero para ello no hace falta lanzarse como un kamikaze. Si tienes un trabajo que te sustenta, no se trata de dejarlo a la brava, sino ir buscando poco a poco un camino diferente. Si por el contrario estás sin trabajo, puede resultarte más fácil encaminarte a algo nuevo, aunque puedes tener prisa dada la situación económica por la que estés pasando. Mi consejo en este segundo caso es que busques trabajo de lo que habitualmente has desempeñado (ya que es más fácil que puedas conseguir un puesto dada la amplia experiencia) con el objetivo de asegurarte unos ingresos y posteriormente ir buscando tu nuevo rumbo.

Lo más importante que cabe tener en cuenta es que quieres y debes salir de tu zona de confort pero para ello no hace falta lanzarse como un kamikaze. Si tienes un trabajo que te sustenta, no se trata de dejarlo a la brava, sino ir buscando poco a poco un camino diferente.

Pasos a seguir para perder el miedo al cambio de profesión

1) Inspecciona lo que te gusta: Llegados a los 40 seguramente tienes claro qué trabajo NO quieres desempeñar. Quizás no tengas tan claro qué te gustaría hacer. Quizás no estudiaste algo que te llamaba la atención en su momento por miedo, o dejaste una carrera o una formación profesional a medias. Quizás te hayas dado cuenta ahora de lo que te gustaría trabajar o de tu gran pasión. Valora a qué te gustaría dedicar tus horas de trabajo durante los próximos 25 años. Insisto en la palabra “gustaría”, ya que seguramente llevas años trabajando por obligación y quizás va siendo hora de trabajar en algo que te guste.
Si no tienes claro lo que quieres hacer, entonces es importante que selecciones dentro de lo que te guste, qué trabajos ves con más salida profesional a tu edad, es decir, en qué puestos se puede necesitar a alguien con madurez y experiencia laboral.

2) Fórmate en el ámbito laboral seleccionado: Si no tienes suficiente formación o la que tienes está algo oxidada, refresca conocimientos. Apúntate a cursos de especialización, preferiblemente que contengan prácticas, ya que en futuras entrevistas de trabajo podrán valorar esa formación práctica como experiencia. Hoy en día se puede hacer casi toda la formación a través de internet, así que ya no es tan difícil poder acceder a los nuevos conocimientos.

3) Compagina algún tipo de voluntariado con tu trabajo: Parece duro a los 40 tener que volver a trabajar gratis, pero puede ser la manera de conseguir un puesto de trabajo. Piensa que si no tienes experiencia de alguna forma hay que lograrla. Si lo haces como un plus de tu trabajo no te repercutirá en tu economía y te lo puedes tomar como un hobbie.

4) Empieza una búsqueda activa de trabajo: Puedes hacer tu jornada y al llegar a casa ponerte a enviar curriculums como un/a loco/a. Recíclate también en aspectos que puedan ser importantes como los idiomas o el manejo de las nuevas tecnologías. Podría irte bien hacer algún curso sobre cómo redactar un curriculum atractivo o hacer cartas de presentación.

Si tienes claro lo que quieres desempeñar pero no consigues ninguna empresa que te dé la oportunidad, quizás puede llegar el momento de lanzarte a la piscina y montar tu propio negocio.

5) Atrévete con tu propio negocio: Si tienes claro lo que quieres desempeñar pero no consigues ninguna empresa que te dé la oportunidad, quizás puede llegar el momento de lanzarte a la piscina y montar tu propio negocio. Hay sitios en los que asesoran de forma gratuita a nuevos emprendedores y ayudan con la creación del proyecto. Valora pros y contras y persigue tu sueño.

Para acabar, me gustaría explicaros el caso de un paciente que es ejemplo de superación. Un hombre de 52 años que había trabajado toda su carrera como cajero de banco. Tenía una amplia experiencia y había llegado a tener una gran comodidad en su trabajo. No obstante, él se considera una persona aventurera y en ese trabajo no se sentía bien. El caso es que había estudiado para ser guía turístico por puro placer y ese estudio le llevó a soñar con cambiar de trabajo y vivir de eso. Al principio lo compaginaba con el trabajo en el banco. Le empezaron a salir trabajos puntuales los fines de semana. Llegado un punto, decidió que le compensaba más trabajar esos fines de semana que el resto de días así que se puso a buscar trabajo como guía y finalmente cambió de puesto. A día de hoy trabaja de lo que le gusta y aunque económicamente vive peor y el trabajo es más inestable, se considera una persona realizada.

Como dijo el escritor Paolo Coelho: “el barco está más seguro cuando está en el puerto, pero no es para eso que se construyeron los barcos”.
Recuerda: nada cambia si no cambiamos nada.

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