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El #tsunamitecnologico en la medicina

MEDICINA – INNOVACIÓN – Tres de las mayores empresas en Estados Unidos, Amazon, Berkshire Hathaway y JPMorgan Chase, anunciaron la creación de una nueva empresa conjunta para brindar una mejor atención médica y más económica a sus 1,2 millones de empleados en todo el mundo.

Por Ángel Bonet, Chief Sales & Marketing Officer en Minsait (An Indra Company)

Cuando uno va al médico en países desarrollados ya sabe lo que se va a encontrar: médicos incesantes, pruebas interminables, jerga desconcertante, costos crecientes y, sobre todo, largas esperas. Pero la frustración se está acabando.

Esta semana, tres de las mayores empresas en Estados Unidos, Amazon, Berkshire Hathaway y JPMorgan Chase, anunciaron la creación de una nueva empresa conjunta para brindar una mejor atención médica y más económica a sus 1,2 millones de empleados en todo el mundo.

Uno de los principales problemas con el actual sistema sanitario es que los pacientes carecen de conocimiento y control de su propia salud. Pero la revolución tecnológica puede solucionar ambos.

Internet ya permite a los pacientes hacer multitud de gestiones online, desde buscar consultas, estudiar casos médicos, saber la opinión de millones de pacientes

(https://www.patientslikeme.com/) e incluso secuenciar su genoma. Sin embargo, la clave está en la gestión inteligente de la información médica global.

Tecnologías como el teléfono inteligente permiten a las personas controlar su propia salud. Las posibilidades se multiplican cuando agregas el acceso a tus propios registros médicos y la capacidad de compartir información fácilmente con aquellos en quienes confías. Eso permite reducir las ineficiencias en el diagnóstico y el propio tratamiento. Compartir los datos médicos a nivel universal podría proporcionar una mejora sustancial de la salud mundial y la propia.

Miles de aplicaciones están compitiendo para ver si pueden diagnosticar de todo, desde cáncer de piel y conmoción cerebral hasta la enfermedad de Parkinson.

El médico serás “tú”

Alguien preocupado por su corazón ahora puede comprar una correa de reloj que contiene un monitor de nivel médico que detecta arritmias. Miles de aplicaciones están compitiendo para ver si pueden diagnosticar de todo, desde cáncer de piel y conmoción cerebral hasta la enfermedad de Parkinson. Se están realizando investigaciones para determinar si el sudor puede analizarse para detectar biomarcadores moleculares sin la necesidad de un análisis de sangre invasivo. Algunos piensan que los cambios en la rapidez con que una persona desliza la pantalla táctil de un teléfono puede indicar la aparición de problemas cognitivos.

Proyectos como Medicsen (que apoyamos desde Unltdspain) son claros ejemplos de cómo las nuevas tecnologías nos van a convertir en nuestro propio médico. En este caso auto gestionarnos de manera inteligente el suministro de insulina, según nuestro estilo de vida.

Otro ejemplo es Akili Interactive, una startup que planea buscar la aprobación regulatoria para un videojuego diseñado para estimular un área del cerebro implicada en el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

Muchas de las 250.000 muertes en los Estados Unidos atribuibles a errores médicos cada año (tercera causa de muerte en el país), pueden ser causa de una atención mal coordinada, y un mal uso de los datos a su alcance. En consecuencia, se hace necesaria una gestión inteligente y coordinada de toda esa información para mejorar los diagnósticos y los tratamientos.

Apple presentó, a principios de año, sus planes para pedir a las organizaciones regulatorias, que dejen que los pacientes usen sus teléfonos inteligentes para descargar sus propios registros médicos

https://www.economist.com/business/2018/02/03/apple-and-amazons-moves-in-health-signal-a-coming-transformation

Posibles consecuencias

Una mayor transparencia en la información médica puede provocar que las personas sanas no contraten un seguro de salud o, al contrario, puede provocar dejar fuera del sistema a futuros enfermos. Las regulaciones podrían ralentizar ese proceso, al exigir a las aseguradoras que ignoren los datos genéticos, por ejemplo, pero no que lo detengan.

La seguridad es otra preocupación. Cuantos más datos de pacientes se analicen en la nube o se compartan con diferentes empresas, mayor será la amenaza potencial de piratería o uso indebido. Casi una cuarta parte de todas las violaciones de datos en Estados Unidos ocurren en la atención médica.

Sin duda los beneficios de hacer que los datos estén más disponibles superan a los riesgos. Muchos países están abriendo sus registros médicos, pero pocos han ido tan lejos como Suecia.

Su objetivo es dar a todos sus ciudadanos acceso electrónico a sus registros médicos para 2020; más de un tercio de los suecos ya han creado cuentas.

Los estudios demuestran que los pacientes con tal acceso tienen una mejor comprensión de sus enfermedades y que su tratamiento es más exitoso. Los ensayos en Estados Unidos y Canadá han producido no solo pacientes más felices sino también costos más bajos, ya que los médicos han respondido a menos preguntas y consultas.

En cualquier caso, es una evidencia de que las nuevas tecnologías -en especial la inteligencia artificial, la nube, la bio y nano tecnología y la robótica- revolucionarán la medicina de las próximas décadas, mejorando exponencialmente la calidad y cantidad del ser humano, a la vez que transformarán por completo el rol del doctor y todo el sistema de salud.

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