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¿A qué tribu de la oficina perteneces?

Tribus – Los deshidratados, los falsos millennials, los tarifa plana, los ausentes, los calienta sillas, los inspirados los becarios…Paloma Varela de la revista Vogue de España te ayuda en este artículo a reconocer a más de uno entre estos perfiles típicos en cualquier empresa

Pasamos un tercio de nuestra vida en el trabajo, muchas horas al día compartidas, en un espacio más o menos reducido, con personas muy diferentes a las que normalmente no hemos elegido. El roce es inevitable: desde los típicos desacuerdos por la temperatura del aire acondicionado, o las conversaciones en voz alta que molestan a los compañeros, hasta los olores desconcertantes.

Entre las tribus que conforman el ecosistema de la oficina es posible encontrar de todo. Seguro que reconoces a alguien entre estos tópicos imprescindibles en toda empresa que se precie.

Los Deshidratados

Las mañanas son duras para estos seres de la noche que ven en el café su salvación para despertar –o alargar el momento de empezar la jornada–. Los reconocerás porque siempre tienen una propuesta en los momentos más difíciles: “¿Un café?”, o porque cuando no sepas dónde encontrarlos estarán junto a la máquina o en la cafetería pidiendo “lo de siempre”. Revuelven sus brebajes mágicos durante 20 minutos y pueden tomarse cuatro en una mañana, si además fuman… Mejor no hagas cálculos.

Generalmente son los mismos que a partir de las 17h. ya están buscando aliados para unas cañas o copas afterwork. El caso es mantenerse hidratado.

Los Falsos Millennials

Son nómadas digitales que van de nativos. Defienden que “la edad es solo un número” pero no asumen la suya porque les encanta predicar sobre lo que les gusta a los milenials –que podrían ser sus nietos– e incluso adoptan su vocabulario. Aunque de primeras puedan crear rechazo, muchos aspiran a entrar en esta tribu que sigue tendencias, se reinventa y ha aprendido a sacar el máximo provecho de la tecnología.

Bonus para los que se acercan a decirte que te han enviado un mail.

Los Tarifa Plana

Se trata de esa gente a la que le encanta hablar por teléfono y no lo disimula, el auricular es parte de su anatomía. Estos individuos se sienten cómodos llamando y no tienen secretos para los demás compañeros, que no solo conocen de memoria todas las cifras de sus proyectos sino que también dónde cenará mañana o cuándo tiene cita con el dentista.

Pero, sin duda, lo peor es cuando no están en su puesto y su teléfono –normalmente con el típico sonido estridente que en cinco segundos puede desquiciar a cualquiera– no deja de sonar en todo el día. Viva la discreta mensajería instantánea.

Los austentes: en esta tribu se agrupan muchos perfiles que han emergido con fuerza en los últimos años debido a la inestabilidad del mercado de trabajo: pluriempleados, freelancers, autónomos o teletrabajadores.

Los Ausentes

Son almas independientes consumidas por la carga de trabajo y la precariedad laboral, o al menos esa es la imagen que transmiten. En esta tribu se agrupan muchos perfiles que han emergido con fuerza en los últimos años debido a la inestabilidad del mercado de trabajo: pluriempleados, freelancers, autónomos o teletrabajadores. Van y vienen, nadie tiene claro nunca dónde están ni cuándo van a volver y eso les da un aire misterioso. Están tan centrados que a veces no los vemos incluso cuando están presentes.

Las cifras de trabajadores por cuenta propia en diversos proyectos es cada vez mayor, la Encuesta de Población Activa suma 448.200 pluriempleados que combinan dos o más trabajos al mes.

Los Calienta Sillas

Cuando la oficina se vacía ellos resisten pegados a la silla. Suelen ser procastinadores de manual, con poca capacidad de concentración y muchas dotes interpretativas. Nadie sabe muy bien en qué consiste su trabajo pero siempre parecen estar liadísimos.

Su cultura presencialista se ha quedado desfasada en la mayoría de empresas pero no se han dado cuenta. Esto produce entre sus compañeros una sensación de lástima al pensar que nadie les espera en casa o que su vida social se reduce a sus compañeros de proyecto. “Yo me quedo un rato más que tengo que acabar unas cosas”, es su coletilla. En las antípodas están aquellos que a falta de diez minutos ya han apagado el ordenador y están poniéndose el abrigo.

Los Inspirados

Son los creativos y soñadores de la oficina. Odian el statu quo y siempre están dándole vueltas a qué pueden cambiar. Reorganizar los grupos de trabajo, redecorar un espacio siguiendo las tendencias de Silicon Valley, proponer cambios en el menú de la cafetería o buscar inspiración estudiando a la competencia son algunas de sus actividades favoritas.

Suelen ser jóvenes o llevar poco tiempo en el puesto, les entusiasma su trabajo y todavía tienen idealizada a la empresa. A veces muestran sus dotes de reposteros con brownies o carrot cakes para intentar contagiar su motivación al resto de compañeros.

Los Becarios

Observan y callan desde el exterior mientras trabajan para hacerse imprescindibles. Acaban de descubrir cómo funciona una oficina y tienen fichadas todas las tribus. En su grupo de WhatsApp –porque sí, seguro que tienen uno– ya han apodado a todos los especímenes extraños de su ecosistema laboral y, lo que es mejor, juegan a imitarlos y a encontrar parecidos razonables poco favorecedores. Solidarízate con ellos, todos hemos sido becarios, además es aconsejable no tenerlos en contra.

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