RESUMEN CON IA
La Generación Z, nacida entre 1997 y 2012, llega al mundo laboral marcada por la disrupción tecnológica y la incertidumbre global. Aunque es adaptable y experta en tecnología, muchos líderes perciben carencias en habilidades comunicativas, ética laboral y resiliencia, en parte por la pandemia, que limitó experiencias formativas clave. Esta generación valora la estabilidad, el propósito, el aprendizaje continuo, la comunicación transparente y el equilibrio vida-trabajo, además de ambientes colaborativos y un reconocimiento auténtico. Para gestionarla con éxito, expertos en recursos humanos recomiendan nueve estrategias: comunicación abierta, expectativas claras, incorporación sólida, rutas de crecimiento, reuniones frecuentes, autonomía responsable, colaboración, reconocimiento coherente y bienestar integral. Comprender y apoyar a la Generación Z es esencial para atraer talento, impulsar su desarrollo y asegurar su contribución sostenible al futuro del trabajo.
La Generación Z —nacida entre 1997 y 2012— es la cohorte más joven del mercado laboral y, al mismo tiempo, una de las más analizadas y debatidas por empresas, académicos y consultores de talento humano. Crecieron en un entorno marcado por la crisis financiera global, la disrupción tecnológica, la pandemia de COVID-19, la polarización política y la revolución digital. Estas experiencias han moldeado una generación altamente informada, con dominio tecnológico, impaciencia por el progreso y una profunda búsqueda de propósito.
Paradójicamente, mientras su potencial es ampliamente reconocido, también es una de las generaciones más cuestionadas. Estudios recientes de Universum, Deloitte y McKinsey coinciden en que los jóvenes profesionales son percibidos como “críticamente preparados” en habilidades digitales, pero “insuficientemente preparados” en habilidades sociales y resiliencia profesional. Este desfase entre expectativas y competencias genera tensiones en organizaciones donde conviven hasta cinco generaciones distintas.
Según la profesora Jean Twenge (San Diego State University), experta en psicología generacional, “la Generación Z no es más débil ni más problemática; es una generación que responde a un contexto distinto con herramientas distintas”. Por ello, líderes y responsables de RR. HH. deben comprender este contexto si desean atraer, retener y desarrollar el talento emergente.
A continuación, se presenta un análisis integral —basado en estudios académicos, encuestas internacionales y opiniones de expertos— sobre quiénes son los empleados de la Generación Z, cuáles son sus principales retos y qué estrategias deben aplicar los líderes actuales para gestionarlos con éxito.
Según McKinsey, dos de cada tres jóvenes solo trabajarían para empresas cuyos valores se alineen con los suyos. No aceptan trabajar “por trabajar”; buscan impacto.
Características clave y retos de la Generación Z
- Buscan estabilidad emocional y laboral
Aunque muchos líderes los perciben como “jóvenes volátiles”, los estudios muestran lo contrario. Una encuesta de Deloitte 2024 reveló que la estabilidad es uno de los principales factores que determinan la permanencia de un Gen Z en su empleo. Haber vivido crisis económicas y la pandemia reforzó en ellos la necesidad de seguridad financiera y laboral.
- Priorizan la comunicación transparente
El profesor Adam Grant de Wharton School explica que esta generación tiene un radar muy fino para detectar incoherencias y liderazgo poco auténtico, por lo que esperan claridad, honestidad y propósito en cada mensaje. Las jerarquías rígidas o los discursos ambiguos les generan desconfianza.
- Son aprendices autónomos
El 65 % declara querer aprender continuamente, según Gallup. Al haber crecido con acceso ilimitado a información, se sienten cómodos aprendiendo por sí mismos —pero necesitan guía sobre qué es prioritario aprender.
- Exigen flexibilidad y equilibrio vida-trabajo
Es la generación con mayor propensión al burnout. Un estudio de la American Psychological Association (APA) reveló que el 52 % de la Gen Z experimenta niveles altos de estrés laboral. Por ello, valoran modalidades híbridas, horarios flexibles y políticas reales de bienestar.
- Desean propósito y valores compartidos
Según McKinsey, dos de cada tres jóvenes solo trabajarían para empresas cuyos valores se alineen con los suyos. No aceptan trabajar “por trabajar”; buscan impacto.
- Dominan la tecnología, pero no siempre saben evaluar la calidad de la información
Son nativos digitales, pero estudios del MIT evidencian que tienen dificultades para distinguir fuentes confiables, especialmente al usar IA generativa. Esto exige acompañamiento crítico, no solo herramientas digitales.
- Presentan brechas en habilidades blandas
La pandemia afectó el desarrollo de habilidades socioemocionales: negociación, comunicación interpersonal, liderazgo y trabajo en equipo. Esto no es falta de capacidad, sino falta de exposición.
9 Estrategias esenciales para gestionar a la Generación Z
Estas estrategias se construyen sobre investigaciones globales y recomendaciones de consultoras como Gartner, Deloitte, PwC y FranklinCovey, además de aportes de profesores destacados en recursos humanos y psicología organizacional.
- Fomentar una comunicación transparente, constante y auténtica
La Generación Z —también llamada True Gen— prioriza la honestidad. No basta comunicar decisiones: quieren saber por qué se toman, cómo afectan al equipo y qué impacto tendrán en su trabajo diario.
Recomendaciones de expertos:
- Adam Grant (Wharton): “La transparencia reduce la ansiedad laboral y aumenta el compromiso”.
- Gartner (2024): la claridad en la comunicación incrementa en 41 % la confianza de los empleados jóvenes.
Buenas prácticas de liderazgo:
- Explicar las decisiones estratégicas con contexto.
- Utilizar lenguaje directo y sin tecnicismos.
- Fomentar un sistema de feedback bidireccional.
- Crear canales abiertos de comunicación, no solo verticales.
Cuando la Gen Z siente que se le ocultan cosas, desconecta rápidamente; cuando se le incluye, se convierte en embajadora activa de la cultura.
- Establecer expectativas claras desde el inicio
La falta de claridad genera ansiedad, frustración y bajo rendimiento. Los jóvenes valoran instrucciones directas, roles bien definidos y métricas objetivas de éxito.
Según PwC, la claridad de rol es uno de los predictores más fuertes de permanencia laboral en esta generación.
¿Qué funciona?
- Definir resultados esperados desde la primera semana.
- Crear acuerdos de trabajo: “cómo trabajamos aquí”.
- Usar tableros visuales (OKR, Kanban, 4DX) para alineamiento.
- Revisar expectativas en reuniones breves quincenales.
Esto reduce la ambigüedad, potencia la autonomía y facilita que la Gen Z aporte resultados tangibles.
El onboarding es decisivo: más del 40 % de renuncias de Gen Z ocurren en los primeros seis meses, según BambooHR.
- Ofrecer una incorporación sólida y oportunidades de aprendizaje continuo
El onboarding es decisivo: más del 40 % de renuncias de Gen Z ocurren en los primeros seis meses, según BambooHR.
Un buen onboarding debe incluir:
- Mentorías de 3 a 6 meses.
- Entrenamientos en habilidades humanas (comunicación, trabajo en equipo).
- Espacios presenciales o virtuales para resolver dudas en vivo.
- Acceso a plataformas de aprendizaje constante.
Consultoras como FranklinCovey recomiendan acompañar estos procesos con metodologías híbridas que combinen sesiones prácticas y recursos digitales que refuercen el aprendizaje.
- Crear rutas de crecimiento basadas en propósito
Deloitte revela que el 65 % de la Gen Z busca activamente un plan de carrera claro. No esperan promociones inmediatas, sino un camino concreto: qué competencias desarrollar, qué roles son alcanzables y en qué plazos.
Buenas prácticas:
- Diseñar mapas de carrera con hitos trimestrales y anuales.
- Conectar tareas diarias con el propósito de la empresa.
- Identificar proyectos desafiantes para acelerar la experiencia.
- Crear misiones personales o del equipo, alineadas a los valores corporativos.
Para esta generación, el crecimiento profesional y el propósito no son beneficios adicionales: son requisitos para comprometerse.
- Mantener reuniones de seguimiento frecuentes y productivas
Los jóvenes no quieren esperar una evaluación anual. Necesitan feedback constante, práctico y orientado al desarrollo.
Según Gallup, las reuniones semanales aumentan el compromiso de la Gen Z hasta en un 30 %.
Qué hacer:
- Realizar “one-on-one” semanales de 15 o 20 minutos.
- Dar retroalimentación directa, específica y basada en hechos.
- Reconocer avances pequeños, no solo resultados finales.
- Ajustar prioridades según el ritmo del proyecto.
Para esta generación, el silencio del líder equivale a falta de apoyo.
- Fomentar autonomía, responsabilidad y confianza
La Gen Z quiere autonomía, pero no desorganización. Quiere libertad para ejecutar, pero claridad para orientarse.
La profesora Linda Hill (Harvard) destaca que los líderes deben dejar claros el qué y el por qué, y permitir que la Gen Z explore el cómo.
Qué funciona:
- Delegar tareas completas, no pedazos desconectados.
- Establecer estándares claros de calidad.
- Supervisar sin microgestionar.
- Celebrar la iniciativa, no solo el cumplimiento.
La confianza otorgada impulsa innovación; la ausencia de seguimiento genera caos. El equilibrio es clave.
La colaboración es un detonante de productividad en la Gen Z, que prefiere horizontabilidad y diversidad de ideas.
- Facilitar ambientes altamente colaborativos
La colaboración es un detonante de productividad en la Gen Z, que prefiere horizontabilidad y diversidad de ideas.
Expertos como Edgar Schein destacan que la interdependencia fortalece el aprendizaje social, especialmente en profesionales jóvenes.
Formas de fomentar colaboración:
- Proyectos transversales entre áreas.
- Equipos multigeneracionales.
- Reuniones de co-creación.
- Herramientas digitales de trabajo colaborativo (Miro, Slack, Notion).
Los Hábitos 4, 5 y 6 de Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva son especialmente útiles para esta generación: ganar-ganar, escuchar antes de responder y sinergizar.
La Generación Z valora profundamente el reconocimiento, pero no el reconocimiento vacío. Quieren claridad sobre qué hicieron bien y cómo impactó al equipo.
- Reconocer y recompensar de manera auténtica y significativa
La Generación Z valora profundamente el reconocimiento, pero no el reconocimiento vacío. Quieren claridad sobre qué hicieron bien y cómo impactó al equipo.
Formas efectivas:
- Mensajes personalizados.
- Reconocimiento público cuando sea apropiado.
- Bonos, tiempo libre o proyectos de alto impacto.
- Promociones basadas en mérito demostrable.
Gartner indica que el reconocimiento frecuente aumenta la retención de la Gen Z en un 37 %.
- Promover la renovación personal y una cultura de bienestar real
Es la generación con niveles más altos de estrés y agotamiento. No basta tener beneficios; quieren una cultura que respete el bienestar.
Buenas prácticas:
- Líderes que modelan la desconexión saludable.
- Políticas de descanso real y uso obligatorio de vacaciones.
- Programas de salud mental accesibles, sin estigma.
- Rituales de pausa dentro de la jornada laboral.
El Hábito 7 (“Afilar la sierra”) refuerza la importancia de la renovación física, mental, emocional y espiritual como base del rendimiento sostenido.
Superar los retos al gestionar a la Generación Z
Liderar a esta generación exige una combinación de empatía, estructura, propósito y resultados. Los principales retos incluyen:
- Expectativas de ascenso acelerado
Solución: mapear rutas claras y transparentes, reforzar hitos y explicar el valor de dominar lo básico.
- Dependencia excesiva de herramientas digitales
Solución: desarrollar pensamiento crítico, análisis de datos y evaluación rigurosa de contenidos generados por IA.
- Déficits en habilidades sociales
Solución: entrenamientos prácticos, simulaciones, rotaciones presenciales y mentorías intergeneracionales.
- Desconfianza hacia instituciones y grandes organizaciones
Solución: liderazgo auténtico, coherencia entre valores y acciones, y transparencia radical.
Las empresas que entienden estos retos logran convertirlos en ventajas competitivas.
Esta generación está redefiniendo el trabajo: busca propósito, flexibilidad, tecnología ética, crecimiento continuo y culturas realmente humanas. Expertos como Josh Bersin (Bersin Academy) afirman que las organizaciones que no adapten sus modelos de liderazgo a la Gen Z “se quedarán sin talento en menos de una década”.
El futuro del trabajo con la Generación Z
Esta generación está redefiniendo el trabajo: busca propósito, flexibilidad, tecnología ética, crecimiento continuo y culturas realmente humanas. Expertos como Josh Bersin (Bersin Academy) afirman que las organizaciones que no adapten sus modelos de liderazgo a la Gen Z “se quedarán sin talento en menos de una década”.
Las empresas que prosperarán serán aquellas que:
- Construyan culturas basadas en la confianza.
- Mantengan una comunicación transparente.
- Integren el aprendizaje continuo como norma.
- Ofrezcan crecimiento real, no simbólico.
- Implementen prácticas sólidas de bienestar humano.
- Combinen colaboración, innovación y responsabilidad.
Empoderar a la Generación Z: el futuro del trabajo comienza ahora
Más que una generación “difícil”, la Gen Z es una fuerza transformadora. Su dominio tecnológico, su mentalidad crítica y su fuerte orientación a los valores pueden impulsar a las organizaciones hacia un futuro más innovador, flexible y consciente.
Gestionarlos exige líderes claros, empáticos, consistentes y estratégicos. Cuando se sienten escuchados, valorados y orientados, la Generación Z no solo se integra: se convierte en el motor evolutivo de la organización.
El futuro del trabajo ya no es una predicción: está entrando por la puerta de cada empresa con la Generación Z.
El reto —y la oportunidad— es liderarla con propósito, inteligencia y humanidad.







