La modernidad en la política ha cambiado tan rápido que, si no se está atento, se puede quedar atrás en cuestión de meses. Hace apenas unos años, las redes sociales eran el futuro de la comunicación política, pero hoy, parece que esa promesa de innovación ya se está desmoronando. Facebook, la red que catapultó a Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos en 2008, se ha desvanecido como una herramienta relevante para la política moderna. Los viejos métodos de campaña, basados en plataformas como Facebook y Twitter (hoy conocida como X), ya no son lo que eran. Los candidatos que intentan subirse a estos «nuevos viejos tiempos» digitales están perdiendo la batalla de la comunicación política.
El cambio es palpable y, para muchos expertos, irreversible. Según varios académicos y consultores políticos, el nuevo paradigma de la política digital tiene nombres y apellidos: Instagram, TikTok y, sobre todo, los videos verticales que dominan estas plataformas. Y el nombre que mejor ejemplifica este cambio es el de Zohran Mamdani, un desconocido «outsider» que logró ganar la interna demócrata para la candidatura a la alcaldía de Nueva York, enfrentándose a un gigante como Andrew Cuomo, el exgobernador del estado, quien representaba la política tradicional.
El Declive de los Medios Tradicionales: ¿El Fin de una Era?
La campaña de Zohran Mamdani es el claro ejemplo de un fenómeno que ha sacudido los cimientos de las campañas políticas tradicionales. La historia política reciente ha sido dominada por plataformas como Facebook, que fueron fundamentales para la victoria de Obama en 2008. Sin embargo, como señala Ezra Klein, periodista del The New York Times, “durante los últimos 40 años existió esta fórmula: recaudar mucho dinero y luego gastarlo en publicidad televisiva. Eso era una campaña electoral». Pero hoy esa fórmula está siendo puesta en duda.
La primera gran advertencia vino con el auge de Twitter (ahora X), una plataforma que también sirvió como trampolín para políticos como Donald Trump y Javier Milei. Sin embargo, hoy parece que esa red social está perdiendo su relevancia entre los jóvenes, quienes buscan algo diferente. Los que dominan el discurso político digital ahora son los videos verticales, no los 280 caracteres de X o los largos textos de Facebook.
El auge de plataformas como TikTok e Instagram ha marcado el giro de la política moderna hacia un formato visual, dinámico y mucho más cercano a las audiencias más jóvenes. Rebecca Katz, asesora en comunicación de Mamdani, explica que «la clave para una campaña exitosa hoy es saber producir contenido visual genuino. La gente no scrollea buscando sentirse mal; buscan entretenimiento y distracción, y lo que atrapa es la energía positiva de los candidatos».
«la clave para una campaña exitosa hoy es saber producir contenido visual genuino. La gente no scrollea buscando sentirse mal; buscan entretenimiento y distracción, y lo que atrapa es la energía positiva de los candidatos»
El formato visual y viral ha logrado conectar con una audiencia joven, ansiosa por algo más auténtico que los discursos tradicionales de los políticos establecidos. Este cambio, según muchos expertos, es irreversible. Como menciona Chris Hayes, autor del libro The Sirens’ Call, «Mamdani es el primer político que se siente realmente nativo de las redes sociales. Hay muchos que dominaron Twitter y Facebook, pero lo que vino después, TikTok e Instagram, es más algorítmico, y es más fácil salir de la nada utilizando videos visuales y verticales, que no dependen de los textos largos».
El Caso Zohran Mamdani: La Fuerza de un Desconocido
Zohran Mamdani, un candidato de 33 años, es un claro ejemplo de cómo las redes sociales pueden transformar a un total desconocido en un contendiente serio. Mamdani no tenía ni el nombre ni el presupuesto para competir con el establishment político de Nueva York, pero supo aprovechar las herramientas digitales para construir una campaña que hablaba directamente a la generación más joven. Usó videos verticales en Instagram y TikTok para transmitir su mensaje, un formato que, como recalcan expertos, es mucho más accesible y efectivo en la era digital.
En sus primeras entrevistas, Mamdani reveló que nunca gastó grandes sumas de dinero en publicidad tradicional, sino que se apoyó en una estrategia de atención viral, un concepto desarrollado por académicos como Henry Jenkins y Yochai Benkler, quienes estudian cómo los contenidos digitales pueden viralizarse sin necesidad de los viejos recursos mediáticos. El éxito de Mamdani es un claro ejemplo de cómo los algoritmos de las redes sociales pueden crear fenómenos virales y llevar a un candidato casi desconocido a la cima de una elección interna.
Mamdani representa el tipo de político nativo digital que muchos analistas creen que dominará las futuras elecciones. Como afirma Diana C. Mutz, profesora de Comunicación Política en la Universidad de Pensilvania, «la política digital está evolucionando hacia un modelo más personalista, más directo, más interactivo. Los políticos que entiendan cómo aprovechar estas herramientas digitales serán los que consigan capturar la atención de los votantes en las próximas décadas».
«la política digital está evolucionando hacia un modelo más personalista, más directo, más interactivo. Los políticos que entiendan cómo aprovechar estas herramientas digitales serán los que consigan capturar la atención de los votantes en las próximas décadas».
El Impacto de los Videos Verticales: ¿La Nueva Normalidad?
El formato vertical de los videos en Instagram y TikTok no es solo una moda, sino que ha dado lugar a una nueva forma de narrar la política. A diferencia de los medios tradicionales, donde los candidatos se ven obligados a presentar discursos formales y a recurrir a largos anuncios publicitarios, las redes sociales permiten una comunicación más espontánea y emocional. Mamdani es un ejemplo de cómo este formato ha permitido a los políticos conectar de manera más auténtica con las audiencias.
El formato vertical, en particular, ha demostrado ser muy eficaz en captar la atención fugaz de los votantes, que en la era de las redes sociales tienen tiempos de atención muy reducidos. Según Nina J. Totenberg, experta en política digital, «lo que hace el video vertical es ofrecer una narrativa comprimida, que engancha al espectador de inmediato, con contenido visual que apela a sus emociones más que a su intelecto. En las plataformas como TikTok e Instagram, los videos son cortos, rápidos, y tienen un fuerte componente emocional».
Este cambio también ha modificado la forma en que los candidatos interactúan con los votantes. Ya no se trata solo de lanzar mensajes unidireccionales a través de anuncios en televisión o discursos largos. Ahora, los políticos tienen que construir su marca personal de una manera que resuene con sus seguidores, utilizando la plataforma para interactuar, responder preguntas, compartir anécdotas y, en muchos casos, mostrar su lado más humano.
La Brecha Generacional: ¿Políticos Digitales vs. Políticos Tradicionales?
Uno de los principales desafíos para los políticos tradicionales es la brecha generacional. Como señala Rebecca Katz, «tenemos muchos candidatos a los que sus hijos y nietos les enseñan a usar las redes, y se necesitan candidatos que hayan crecido con esto». La adaptación al cambio es un proceso largo y costoso, y muchos políticos que han basado su carrera en los métodos tradicionales están teniendo dificultades para conectar con una audiencia que ya no consume información de la misma manera.
Los políticos de hoy tienen que ser consumidores activos de redes sociales si quieren ser productores genuinos de contenido. La autenticidad es clave en esta nueva política digital. Los votantes quieren ver a un candidato en sus redes sociales como lo verían en la vida real: imperfecto, auténtico, cercano. Esto es algo que políticos como Mamdani entienden perfectamente, ya que sus videos no están pulidos ni editados con perfección, sino que son honestos, directos y, sobre todo, humanos.
La necesidad de adaptarse al nuevo escenario digital también ha generado un llamado a la acción en los partidos políticos. En muchos casos, los asesores políticos tradicionales han tenido que aprender a trabajar con equipos de comunicadores digitales, expertos en el uso de algoritmos y herramientas visuales que los conecten directamente con las audiencias. Para muchos, esta es una adaptación obligatoria si quieren tener éxito en futuras elecciones.
Conclusión: ¿El Cambio es Realmente Imparable?
La política digital ha evolucionado rápidamente, y lo que antes parecía un simple cambio en las herramientas de comunicación se ha convertido en una revolución de paradigmas. Si bien es cierto que nada es definitivo y cada elección es un caso único, lo que está claro es que la política del futuro no podrá prescindir de los nuevos métodos de comunicación digital.
Las campañas políticas ya no se basan en grandes presupuestos para anuncios televisivos ni en discursos formales. Ahora, la viralidad, la autenticidad y el contenido visual son los que definen el éxito. Y políticos como Zohran Mamdani han demostrado que el futuro de la política digital está en manos de quienes entienden la cultura de las redes sociales y saben cómo conectar con los votantes de una manera genuina y emocional.
Así que la pregunta es: ¿Estamos realmente listos para este cambio? La respuesta sigue siendo incierta. Sin embargo, lo que es claro es que el futuro de la política ya está aquí, y los políticos que no se adapten a la nueva realidad digital






