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Mirai, el nuevo sedán de Toyota, se alimenta a hidrógeno. Mirai – que significa “futuro” en japonés – es un auto híbrido accionado por dos tanques de alta presión de hidrógeno y un motor eléctrico. Ésta es la nueva apuesta visionaria de Toyota, la automotriz más grande del mundo en cuanto a ventas, señala Andy Sharman en el Financial Times.

APUESTA-TOYOTA-HIDROGENO
Akio Toyoda, director general, aseguró que el sedán es un “nuevo principio”. El proyecto es parte importante del ambicioso plan anunciado por Toyota, de eliminar de su flota prácticamente los motores a nafta y diesel para 2050, un impulso que se intensificó en toda la industria después del escándalo por las emisiones en Volkswagen.

El auto a hidrógeno representa un momento clave para una compañía que está registrando ganancias récord pero que aún está recuperando su posición después haber tenido que retirar del mercado autos en todo el mundo porque se aceleraban solos.

Esta iniciativa se hace eco de la gran apuesta que hizo Toyota hace dos décadas en referencia a los híbridos a nafta y electricidad. La compañía lanzó el Prius en 1997 y ha vendido 8 millones de vehículos en el mundo, convirtiendo a Toyota en la compañía líder en autos ecológicos.
El Prius se vende a un precio que compite con tecnologías alternativas y no requiere infraestructura para recargarlo, ya que obtiene la recarga eléctrica del frenado de recuperación. “Cuando desarrollamos el híbrido, todo lo que tuvimos que hacer fue diseñar un gran auto”, dice Yoshikazu Tanaka, director en jefe de ingeniería del Mirai.

Sin embargo, con el Mirai a 66.000 libras, “sin importar qué tan buen trabajo haga Toyota, Toyota por sí sola no puede hacer que esta tecnología sea popular”, admite Tanaka. “En realidad tenemos que construir un ecosistema”.

El automóvil, que es efectivamente un híbrido hidrógeno-eléctrico, no se puede recargar en casa, lo que hace que los conductores dependan de estaciones de servicio, de las cuáles no hay muchas por el momento. En Hamburgo, donde Toyota lanzó este mes el Mirai en Europa, funcionan tiene cuatro. Es el mismo número de las que hay en todo el Reino Unido.

Los analistas de Goldman Sachs dicen que las estaciones de hidrógeno requieren una inversión por adelantado de entre u$s 3,2 millones y $s 4 millones, contra los u$s 800.000 por una estación nafta, lo que quiere decir que la infraestructura se desarrollará lentamente.

Los automóviles son caros. El Mirai está en el mismo rango de precios que el BMW Serie 7, un auto ejecutivo de lujo. El Hyundai ix35, el primer auto de pila de combustible en producción sale cerca de 53.000 libras.

Como resultado, los escépticos dicen que es la política del gobierno la que crea la demanda de vehículos de pila de combustible más que el consumidor. No está claro si estos vehículos podrán ser rentables sin recibir asistencia del gobierno.

Los analistas de Goldman Sachs estiman que los automóviles de pila de combustible se mantendrán en un nicho hasta por lo menos 2025, y representarán el 0,5% de las ventas mundiales. IHS Automotive, un grupo de investigación, predice que los autos eléctricos convencionales estarán en 1,3% para entonces.

Para apoyar la producción de autos rivales, Toyota liberó sus patentes de pila de combustible en enero, haciendo eco de una acción similar de Tesla sobre patentes de vehículos eléctricos