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El accidente reciente del Space ShipTwo de Virgin Galactic podría restarle impulso al creciente y prometedor negocio del turismo espacial, un segmento al que están apostando reconocidos empresarios como Richard Branson, el multimillonario británico, señala Jaime Mejía.
Por Jaime Mejía

Una nave de Virgin Galactic, la empresa de Branson, explotó el 31 de octubre en el desierto de Mojave (California). Aunque aun no había turistas a bordo en el accidente pereció el copiloto y el piloto quedó herido, según información de agencias.

Turismo espacial
La propuesta de Virgin Galactic es toda una aventura. La empresa busca ofrecer la experiencia de astronauta a cualquier turista, como el hecho de experimentar la gravedad cero y flotar dentro de la cabina o tener la oportunidad de ver el impresionante paisaje de la tierra desde el espacio. Para abordar, los pasajeros tienen que pasar por una preparación de tres días que incluye exámenes médicos. El tiquete tiene un costo de $250.000. Según la empresa, ya ha recibido $89 millones de cerca de 700 personas que quieren tener la experiencia.

Pero ¿Te subirías a la nave después de lo que acaba de pasar? La empresa dice que continuará con sus planes, y que el incidente está bajo investigación. Sin embargo, es claro que aún está en discusión la seguridad de estos vuelos.

El turismo espacial es actualmente la apuesta de varias compañías. Además de Richard Branson, Jeff Bezos, el fundador de Amazon, lidera Blue Origin, una empresa que está investigando tecnologías para lograr que los viajes espaciales sean más asequibles. Y el empresario hotelero Rober Bigelow creó una empresa dedicada al diseño de estaciones espaciales mucho más grandes que las actuales que podrían ser hospitales, hoteles en el espacio o para albergar a otras naves espaciales.

También está SpaceX, empresa que se dedica a desarrollar cohetes y naves que revolucionen la tecnología espacial con el objetivo de lograr que en el futuro los seres humanos puedan vivir en otros planetas.

SpaceShipTwo fue una compañía fundada por Burt Rutan quien hace diez años se ganó un premio de $10 millones por construir una nave tripulada, el SpaceShipOne, que podía ser reutilizada para vuelos. Paul Allen, cofundador de Microsoft, financió el proyecto.

El SpaceShipTwo es una nave de 60 pies de largo construida para 6 pasajeros y dos pilotos que es llevada a una altura de 50.000 pies por otra nave y después es liberada e impulsada por sus cohetes a una velocidad de 3,5 veces la velocidad del sonido. Puede elevarse 62 millas en 90 segundos. Virgin Galactic dice que los viajeros tendrán una vista de 1.000 millas en cada dirección y luego aterrizan en una estación en Nuevo Mexico.

Definitivamente sería fascinante abordar una nave de esas, experimentar la gravedad cero y ver la tierra desde esas alturas, pero hay mucho camino por recorrer en materia de confianza y seguridad para que nos subamos tranquilos a una nave como el SpaceShip Two.