Hace pocos días McDonald’s hizo públicos los datos relativos a sus ventas globales que ha mostrado una disminución del 2,2% en la tasa interanual superando así las expectativas realizadas por los analistas que hablaban de un descenso del 1,7%.
Pero donde la situación para la cadena de restaurantes de comida rápida es nefasta es en EEUU donde las ventas han caído hasta un 4,6%. Las cifras muestran el colapso que las ventas de McDonald’s en los últimos cinco años y esta ya ha anunciado que es muy probable que sus resultados referentes al cuarto trimestre se vean afectados por la continua evolución negativa así como por el impacto de las ganancias por acción debido al problema de suministro en China (0,07 dólares a 0,10 dólares) y el impacto de la fortaleza del dólar estadounidense. A través de un comunicado la compañía ha explicado que están “trabajando diligentemente para mejorar su mercado simplificando su menú y estableciendo una estructura organizativa impulsada más a nivel local para aumentar la relevancia de los consumidores”.
Lo cierto es que los malos datos de McDonald’s chocan con los cada vez mejores resultados que está obteniendo uno de sus principales rivales en el sector de la comida rápida en EEUU: Chiplotle. En referencia a esto que podríamos calificar como trasvase de clientes, Don Thompson, CEO de McDonald’s ha explicado que “los clientes quieren personalizar sus comidas con ingredientes locales y quieren disfrutar de la comida en un ambiente acogedor. Quieren más opciones y mejoras en la forma en que son atendidos”. Estas declaraciones hacen referencia a las más de 600.000 combinaciones posibles de platos que podemos encontrar en Chipotle. Durante el tercer trimestre la ventas de Chipotle aumentaron hasta un 19,8% mientras que en el mismo periodo las de McDonald’s registraron una caída del 3,3%.