Compartir

El ejemplar que saldrá mañana lleva esa significativa frase junto a la imagen del profeta en su portada. Tendrá una tirada de tres millones de ejemplares y 16 traducciones para llegar a varios países.

 La nueva tapa de Charlie Hebdo que comenzó a circular en las redes sociales. (Liberation)

A una semana del asalto terrorista a la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo y el asesinato de diez caricaturistas y periodistas y dos policías, vuelve mañana la publicación más irreverente pero en lugar de las 60.000 copias habituales está vez serán más de tres millones de ejemplares y con 16 traducciones en marcha.

Las víctimas y Francia entera que llora a sus periodistas, no podría haber recibido mejor homenaje. La redacción quedó destrozada por la metralla y los explosivos y ahora está refugiada en un antiguo garage que les ha proporcionado el periódico de izquierdas Liberation, fundado por Jean Paul Sarte.

“Al principio el dolor y la confusión nos dominaba recordando la agresión y a nuestros compañeros asesinados. Pero nos llegó la tremenda solidaridad de la gente, de los franceses y el mundo entero así que nos pusimos a trabajar para terminar el número. La sorpresa ha sido extraordinaria. Primero el distribuidor nos comunicó que primero iba a necesitar un millón de ejemplares, ahora tres y continua aumentando cada hora que pasa”, explica un vocero de los periodistas.

En portada aparece una caricatura de Mahoma, más amable que las anteriores, sosteniendo el cartelito “Yo Soy Charlie” con expresión compungida. Un titulo elocuente: “Esta todo perdonado”.

El semanario se vendía en 25 países pero la exportación sumaba 4.000 ejemplares. Ahora tienen un pedido de por lo menos 300.000 ejemplares a un centenar de naciones.

“No cedemos en nada, de lo contrario todo lo que ha pasado no tiene sentido”, proclama Richard Malka, abogado y vocero de Charlie Hebdo.”No somos una publicación violenta sino irreverente que quiere hacer reír. Rechazamos las acusaciones de islamofobia”, sotiene.

Los pedidos a los distribuidores han llegado como una catarata. Alcaldes que quieren regalar ejemplares a sus ciudadanos. Pueblitos donde a veces llegaba un ejemplar ahora piden centenares. Un chico de 14 años ruega en una carta que envíen a Charlie a su pueblo, que identifica aunque como no tiene dinero promete robar sin falta una de las revistas.

Hay varias empresas, pequeñas y grandes que quieren el nuevo Charlie para regalárselo a sus empleados.

Los distribuidores se han comprometido a trabajar gratis. La recaudación del primer millón ira entera a Charlie para pagar a la castigada redacción y reconstruir el edificio muy dañado.

CARATULA-HEBDO