Según se acaba de conocer, el gigante de internet ha marcado 2020 como fecha límite para el desembarco de estos coches “auto-conducidos”. ¿Pero realmente es una fecha coherente?
Hace unos días, Chris Urmson, responsable de esta área, estuvo en Detroit en busca de la colaboración de algunos grandes de la automoción, como Ford, Toyota, General Motors o Volkswagen. Por ahora, la empresa de Silicon Valley ha confirmado que su labor está centrada en desarrollar los sistemas de comunicación y en el software, pero no ha trascendido quién estará detrás de la fabricación de los automóviles.
Fuentes de la compañía han declarado que ya cuentan con un prototipo que funciona con procesadores de Nvidia, en el que también han participado otras empresas como Continental, Bosch o ZF para proporcionar componentes. Unos de los objetivos que persigue Google a la hora de poner en marcha estos coches autónomos sería el de cumplir con las necesidades de personas mayores o invidentes.
Pero al gigante se le presentan algunos rivales por el camino. A finales de 2013, Nissan ya anunció que estaban trabajando en sus propios vehículos de autoconducción y que éstos estarían listos en 2020, e incluso presentó un prototipo de su vehículo eléctrico que no requiere de la presencia de alguien para su circulación. Por su parte, Audi también está llevando a cabo pruebas con otro modelo, que además de funcionar de forma autónoma, sería incluso capaz de correr en un circuito de velocidad.
Pero según los expertos del sector de automoción 2020 es una fecha demasiado ambiciosa, sobre todo teniendo en cuenta el lento despegue de los coches eléctricos, que en la actualidad apenas tienen cuota de mercado.
Aunque la tecnología hoy en día está más que preparada para el desarrollo de los coches autónomos, habría que plantearse si lo están las ciudades. Para que circulen coches sin la necesidad de una persona que los pilote, es necesario que exista comunicación con otros automóviles y con infraestructuras, algo que solo sería posible en el caso de que se desarrollasen las denominadas “smart cities”. Por ello, los expertos en automoción insisten en que estos coches no estarán en el mercado antes de unos 20 años.
Por otra parte, la legislación tampoco está preparada para el desembarco de los coches autoconducidos. Por ejemplo, ¿qué pasaría en caso de accidente? Los fabricantes no quieren asumir dicha responsabilidad, y la normativa vigente establece que el conductor es el responsable legal de todo lo que ocurra en el vehículo. Por tanto, antes de que estos coches lleguen habría que cambiar las leyes, y en concordancia, los seguros de automóviles.
