Tres semanas después del acuerdo de París con respecto a un nuevo esfuerzo internacional para combatir el cambio climático, condiciones climáticas extremas a través del mundo están ilustrando el impacto actual del calentamiento global combinado con la variabilidad climática natural, señala Clive Cookson en el Financial Times.
Temperaturas cálidas récord este diciembre afectaron extensas zonas del hemisferio norte, incluyendo la mayoría de Europa y el este de Estados Unidos; y graves inundaciones están plagando áreas desde Paraguay hasta el norte de Inglaterra.
Los científicos del clima atribuyen el clima extremo al calentamiento de origen humano, en combinación con la variabilidad aleatoria y El Niño, el calentamiento natural del Océano Pacífico tropical que ocurre cada par de años.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) espera que la temperatura promedio global alcance un nivel alto récord el hito simbólico y significativo de 1C por encima de la era preindustrial conforme el dióxido de carbono y otros gases de invernadero resultantes de las actividades humanas atrapan más calor en la atmósfera. El acuerdo de París pide a todos los gobiernos que limiten el calentamiento global a 1,5ºC, con 2ºC como un límite superior. El Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido asevera que es probable que el mundo se caliente aún más el año que entra, salvo un evento aleatorio como una erupción volcánica grande que descargue polvo que enfríe la atmósfera. «Esta predicción sugiere que para fines de 2016, habremos visto tres años consecutivos récord, o cerca del récord, de temperaturas globales», dice Adam Scaife, del SMN.
Algunos científicos se resisten a establecer un vínculo causal entre el calentamiento global y los eventos climáticos individuales, ellos dicen que el cambio climático tiende a incrementar la intensidad y severidad de las tormentas de lluvia, porque una atmósfera más caliente contiene más humedad y energía. Hay 4% más humedad en el aire sobre los océanos del mundo hoy que en la década de 1970, según Peter Stott, jefe de monitoreo climático del SMN.
A lo largo de Europa, las estaciones de esquí se están quejando de la falta de nieve. Las condiciones han sido tan cálidas que hasta las máquinas de fabricar nieve artificial no han podido blanquear las pistas descubiertas; el nivel de congelamiento en los Alpes ha sido tan alto como 3.000 metros. St. Anton en Austria canceló las carreras de la Copa del Mundo de esquí alpino programadas para enero debido a la falta de nieve. Aunque el vínculo científico entre El Niño y el clima es débil en el noroeste de Europa, el impacto de las cálidas aguas del Océano Pacífico es mucho más fuerte en el hemisferio sur.
Algunas partes de América del Sur son susceptibles a lluvias fuertes y prolongadas durante El Niño. No obstante, se considera que la magnitud de las inundaciones actualmente en Paraguay y los alrededores de Argentina, Uruguay y Brasil es mayor que en varias décadas. Las inundaciones han causado la evacuación de más de 100,000 personas.
En EE.UU. la historia climática combina temperaturas cálidas récord en el este con tormentas que han dejado al menos 43 personas muertas en el medio oeste y en los estados del sur en menos de una semana. Lo más asombroso han sido los tornados letales en Texas; este tipo de tornados son más típicos en la primavera y el verano que en diciembre, cuando normalmente hay menos energía que genera tornados en la atmósfera.
El siguiente ejemplo de la potencia de la atmósfera caliente y húmeda para generar tormentas se sintió en las Islas Británicas y en el noroeste de Europa en los siguientes días.