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¿La gran pregunta es si vale la pena que las empresas permitan llevar al perro a la oficina?

Según algunos estudios, que se reproducen en Clarin de Argentina, esto produce mayores niveles de satisfacción personal.

Raúl Bramano y Laura Báez están juntos hace 12 años, son socios creadores de la imprenta Auprint y tuvieron un punto innegociable cuando este año necesitaron alquilar su nueva oficina: “Si no aceptaban a Carmela, estaba descartada”, cuenta él, mientras la bull terrier -de ella habla- empaña con el hocico el ventanal del piso 17 a donde se mudaron. Ahí funciona WeWork, un nuevo edificio de co-working en el Microcentro porteño y una de las oficinas que se están sumando al movimiento pet friendly. La tendencia es una novedad y ya está siendo estudiada en números y efectos: según un estudio de la siempre oportuna Universidad de Michigan, llevar a las mascotas al trabajo produce mayores niveles de interacción y satisfacción personal.

Adriana Ros está casada con Marcelo, un ingeniero agrónomo amante de los animales. No tienen hijos y, hasta hace cuatro meses, tampoco tenían mascota. Iggy, un inquieto cachorro Westy -bautizado así en honor al rock star Iggy Pop– llegó a sus vidas este año, cuando la empresa Mars, donde ella es Gerenta de Recursos Humanos, se sumó a la movida de oficinas “mascotamigables”.

“Tuve un perro labrador cuando era chica. Este es mi primer perro. Nunca nos animamos a tener uno porque sufríamos sólo con la idea de pensar que el perro iba a quedarse solo en casa todo el día cuando nos íbamos a trabajar. Ahora que mi lugar de trabajo es pet friendly, me animé definitivamente”, cuenta mientras su pequeña bola blanquita se cachetea con Aloha, una cachorra labrador, de uno de sus compañeros de trabajo.

En el mundo, Google fue una de las primeras empresas en permitir a sus empleados ir a trabajar con sus perros. Comenzaron con sus oficinas en Silicon Valley, Estados Unidos, y se han ido expandiendo poco a poco.

También Amazon y la desarrolladora de videogames Zynga se sumaron a esta tendencia, al igual que lo hicieron Mars y Nestlé, en sus oficinas de México, Colombia y también en sus sedes de Argentina.

Pero no son las únicas. Otras empresas y agencias de publicidad, como Don Argentina y WTF (que de hecho tiene en su logo a un Bulldog francés), y la automotriz Renault, entendieron que los empleados, los clientes y los animales, también van de la mano al trabajo.

La planta de Nestlé Purina fue pionera al poner en marcha el primer un programa oficial de “Pets at Work” (las mascotas al trabajo) del país. Ya lo habían instalado en sus oficinas en España, Australia y Estados Unidos. Y la innovadora propuesta llegó, a fines del año pasado, a la planta que la empresa tiene en Béccar.

Ahí, unos 20 perros (entre chihuahas, labradores, golde retrevier y caniches) tienen permiso, todos los viernes, para ir a trabajar con sus dueños.

Las pequeñas Moria y Gina María gozan de ese privilegio gracias a su dueña Natalia Ahualli (37), chocha de poder tener a sus chihuahas trabajando literalmente sobre su escritorio. “Tengo un tercer perro, Pako, que tiene 16 años y no lo traigo porque ya está muy viejito y no ve bien. Con las otras dos siento una tranquilidad y felicidad inexplicables cuando me acompañan al trabajo”.

“Trabajar con Gina es hermoso, se porta tan bien que por lo general la tengo arriba del escritorio, todos la vienen a saludar, se sacan fotos y yo siento que es como traer un poquito de mi casa acá a la oficina”, cuenta Natalia. Al principio su única preocupación era ver si las perras se ponían nerviosas al estar en otro espacio, “y la verdad es que les encanta. La prueba de fuego fue que comieron en la oficina desde el primer día y no necesité otro mejor indicio”, asegura.

Adriana dice que lo mejor de trabajar con animales en la oficina es que “nos humaniza a todos. Mi perro entra a las reuniones, todos los quieren, la gente se ríe. Y no noto que haya desconcentración por eso. Al contrario, veo conexión. Los animales nos convierten en mejores personas y en la oficina en mejores compañeros. Ahora hablamos más de cosas relacionadas a nuestras familias o a contar qué hicimos los fines de semana. Nos acerca más”, subraya.

Fernanda Serralta, médica veterinaria, explica algunos de los beneficios de tener perros -también gatos o hurones, dependiendo el país y las costumbres- en el espacio de trabajo: “Está comprobado que disminuye el estrés, beneficia las relaciones interpersonales y a nivel hormonal, mejora la frecuencia cardíaca”, explica.

La compañía de venta de entradas online Evenbrite también implementó una política pet friendly en sus oficinas en Mendoza. Y el laboratorio Bayer, después de probar con un “Pet Day” anual, abrió un registro para que sus empleados puedan ir cualquier día de la semana -con previo aviso- a trabajar con sus mascotas.

En todas las oficinas pet friendly los ambientes deben estar preparados: no pueden faltar correas, bozales, comederos y cuchitas, igual que en casa. Hay rutinas de paseo y cada dueño es responsable de la limpieza de su mascota. Además es una condición que tengan las vacunas al día.

En Mars, es necesario firmar una declaración jurada que garantice que el animal se encuentra bien de salud y que no es agresivo. “En las plantas de Béccar y Mercedes destinamos un espacio verde de casi 100 metros cuadrados con árboles para que los perros puedan correr y jugar. Tratamos de no superar las tres mascotas diarias. Les hacemos una credencial igual a la de cada empleado. Es realmente estimulante para todos”, asegura Mauro Williams, gerente de Asuntos Corporativos de la firma.

La American Pet Products Asociation realizó un estudio reciente que afirma que tener mascotas en las oficinas baja el ausentismo un 27 por ciento y que aumenta la productividad un 73 por ciento. Incluso la mitad de los empleados que trabajan con sus mascotas se quedan horas extras (sin que se lo pidan) porque no sienten la necesidad de salir corriendo en horario para pasearlas.

Servicios de taxi “pet friendly”, la otra novedad

Mascotas en bares, en hoteles, en la oficina, ¡en los subtes! Mascotas por todos lados, sí. Y también en los taxis. El servicio Easy Taxi anunció que ya cuenta con choferes “pet friendly”, que aceptan subir perros y gatos junto con sus dueños. El servicio arrancó en Rosario y Córdoba y hace dos semanas se sumó en la Ciudad de Buenos Aires.

Hay que bajarse la app para el celular, que ya cuenta con una opción para que los pasajeros puedan elegir vehículos “pet-friendly”. El objetivo de esta nueva modalidad -explicaron en la compañía- es que la experiencia de viajar con mascotas en un taxi sea cómoda, fácil y segura. El costo del servicio tiene un adicional de 15 pesos a la tarifa del viaje. Al entrar en la aplicación, los pasajeros podrán distinguir con una huella a los taxi habilitados para mascotas. “Siguiendo la fuerte tendencia pet- friendly que hay, nos sumamos para poder darles a los dueños de las mascotas alternativas para trasladarse por la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente muchos restaurantes admiten que sus clientes vayan con sus animales. Con Easy Mascota los pasajeros ya pueden salir a lugares que quedan más lejos de sus casas”, nos explica Angelo Delle Piane, Country Manager de la compañía en Argentina, que además sugiere no alimentar ni dale agua a las mascotas hasta 15 minutos antes de cada viaje. Esta propuesta contempla llevar sólo una mascota por pasajero (se pueden trasladar animales domésticos pequeños o medianos) y deberán viajar con una manta, transportadora, bolso, cartera o mochila. En una encuesta hecha a los pasajeros, casi el 90 por ciento dijo que le parece positiva la iniciativa. Claudia y Melina, madre e hija venezolanas, viven hace un año en Buenos Aires. Utilizaban un servicio similar en su país para viajar con su gato y su perro (foto) y están felices experimentarlo también acá.

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