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Después de varios años de investigaciones respaldadas por universidades como Stanford, Berkeley o Harvard que han correlacionado una y otra vez los rasgos narcisistas de la personalidad con la afición a Faceboook y a Twitter ya quedan pocas dudas:  la cualidad que predomina entre los usuarios de las redes sociales es el amor a su propia persona.

Por Karelia Vázquez para El País de España

                                                                                                           
En todas partes hay narcisistas. Entre los que se muestran en Facebook y entre los que pululan por Twitter. Después de varios años de investigaciones respaldadas por universidades como Stanford, Berkeley o Harvard que han correlacionado una y otra vez los rasgos narcisistas de la personalidad con la afición a Faceboook y a Twitter ya quedan pocas dudas:  la cualidad que predomina entre los usuarios de las redes sociales es el amor a su propia persona, destaca Karelia Vázquez para El País de España.
La noticia es que existen clases y grados de narcisistas. Los que pululan por Facebook son de una especie y una edad, mientras que los que se dejan la piel en Twitter pertenecen a otra clase. Así se comprobó en un experimento con usuarios de Facebook publicado en Computers in Human Behavior, que pretendía explicar cómo las redes sociales amplifican la personalidad narcisista. De este estudio salieron las primeras especies endémicas de Facebook. A saber: narcisistas exhibicionistas, narcisistas con sentimientos de superioridad y narcisistas autoritarios.
Por ejemplo, los jóvenes estudiantes universitarios que alcanzaban altas tasas de narcisismo, según las medidas empleadas en los estudios, no solían merodear por Facebook. Su territorio era Twitter. Sin embargo, los que estaban entre los 45 y 50 años, preferían Facebook para contar ininterrumpidamente su vida.
La conclusión de los investigadores fue que los mayores de 40 querían validar sus opiniones y buscaban aprobación en su círculo social habitual (Facebook es un patio de vecinos), mientras los más jóvenes querían divulgar sus ideas en círculos sociales más amplios y que ellos consideraban más influyentes (Twitter es una tribuna).
Algunos estudios creen que aquellos que pasan más tiempo en Facebook tienen rasgos narcisistas del tipo exhibicionista. Sin embargo, otros opinan que la frecuencia con que se actualizan los estados de Facebook predice con mucha más exactitud este rasgo. Los autoritarios y con sentimientos de superioridad se sentirían más cómodos en Twitter, según esta teoría. No en vano se dice que Twitter es la red social más petulante de todas las que conocemos.
Los investigadores de la Penn State University apuntan que nuestro comportamiento en las redes sociales es un estupendo indicador de cómo vamos de autoestima. De su estudio se deduce que los usuarios con la autoestima baja monitorizan continuamente las interacciones en su muro de Facebook. También suelen borrar los comentarios que no los dejan en buen lugar.
Lo que nadie ha podido determinar aún es el orden de los factores. Es decir, ¿las redes sociales incrementan el narcisismo o los narcisistas corren a unirse a las redes sociales?
La teoría de la psicóloga Jean M. Twenge, autora del libro Generation Me (Generación Yo) es que hay más narcisistas que nunca. Y que los llamados millenials (nacidos a partir de 1982) tienen rasgos de narcisismo más marcados que la generación anterior, llamada Generación X (nacida entre 1965 y 1981). Los resultados de su trabajo, muy controvertido por cierto, muestran que los millennials usan con mucha más frecuencia la primera persona del singular, Yo, y apenas emplean otras formas del plural que consideran al grupo.
La primera causa de esta generación de narcisistas en Estados Unidos, según explica la psicóloga en una entrevista  a The New York Times, es que los padres de esta generación le hicieron creer a sus hijos que eran «seres especiales».
El caso es que si hacemos caso a los datos disponibles los narcisistas de mediana edad que se pasean por Facebook no son millennials, y también fardan como cualquier hijo de vecino.
Lo que sí dicen los expertos es que ahora el narcisismo de nuestros compañeros de viaje es más visible. Disponemos de al menos tres redes sociales, además chats diversos para recibir muestras inmediatas, gráficas y verbales de los excesos de esas personalidades.
Porque aunque se diga que la vida on line es una réplica de lo que pasa cara a cara no se puede negar que algunos atributos de la vida digital estimulan el exhibicionismo y el hablar demasiado de uno mismo. Entre ellos, los expertos mencionan la gratificación inmediata (muy mal se te tiene que dar el asunto para que no consigas al menos un Like casi inmediato) y la existencia de una audiencia expandida que garantiza que siempre haya público para reírte las gracias.