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Internet se ha convertido en una herramienta indispensable en la vida de millones de personas. A muchos nos resulta complicado imaginarnos la vida sin poder consultar informaciones en la red, consumir contenidos, mantenernos en contacto o entretenernos.

Un estudio de McKinsey se ha basado en la idea de la necesidad de la web en la vida de muchos para saber cuánto estaríamos dispuestos a pagar por los servicios de los que disfrutamos de manera gratuita, gracias a la publicidad, en el gran océano virtual.

Tras preguntar a unos 4.500 encuestados sobre el previo que estarían dispuestos a pagar por servicios como el correo electrónico, la búsqueda de información y un largo etcétera de actividades. Los resultados han mostrado que los usuarios pagarían unos 100.000 millones de euros al año, una cifra que crecerá hasta los 190.000 millones de euros hasta el año 2015.

Actualmente se paga por suscripciones, abonos o páginas web de juegos online unos 30.000 millones de euros anuales, lo cual demuestra que los usuarios son capaces de pagar por servicios online, algo que muchos piensan no es posible.

Está claro que los internautas necesitan internet hoy en día, por lo que las webs deben comenzar a pensar modelos para rentabilizar su actividad sin abusar de la publicidad intrusiva que acaba generando rechazo entre un consumidor que siente invadido su espacio privado.

La web ha cambiado la manera de acercarse al mundo, y ahora hay que buscar cómo rentabilizar esta nueva manera de ver el mundo.

 GASTO-INTERNET

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