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NO-VACACIONES

La mayoría de las oficinas tiene al menos uno: el adicto al trabajo que se niega a tomar vacaciones. Los efectos negativos de negarse a salir de vacaciones, documentados en investigaciones, incluyen fatiga, baja moral, problemas cardíacos y menor productividad.

Alrededor de 15% de los empleados en EE.UU. que tienen derecho a tomarse vacaciones pagas no usaron ninguno de esos días en el último año, según una encuesta realizada en marzo entre 952 empleados para el sitio de empleos y carreras Glassdoor, reseña Sue Shellenbarger en The Wall Srteet Journal.

Quienes se resisten a las vacaciones causan problemas para toda la oficina. A menudo se niegan a delegar tareas, y podrían hacer que sus colegas se sientan culpables.

Algunas personas no se toman vacaciones porque trabajar sin parar les da recompensas psicológicas. Y las políticas de vacaciones de algunos empleadores los motivan a trabajar aún más.

La mejor cura, afirman los gerentes, es una política de vacaciones obligatorias. Algunas empresas incluso están ofreciendo efectivo para financiar las escapadas de los empleados.

Muchas personas que evitan las vacaciones tienen la esperanza de avanzar en sus carreras. Brad McCarty, un bloguero y editor de tecnología de Nashville, afirma que no se tomó vacaciones durante cinco años “para probarles a mis jefes que soy la persona que quieren tener cerca, porque voy a trabajar más y ser más leal a la empresa”. Un estudio de 2006 en la publicación Work and Occupations descubrió que es los hombres son más propensos que las mujeres a evitar tomarse un descanso largo, con la creencia de que aumenta su seguridad laboral.

Hay cierta evidencia de que tienen razón. Una encuesta entre 971 empleados el año pasado realizada por Oxford Economics, una firma de pronósticos y consultoría, descubrió que 13% de los gerentes son menos propensos a ascender a empleados que se toman todos sus días de vacaciones. Los empleados que se tomaron menos de su total de vacaciones ganaron en promedio 2,8% más en el año siguiente que los que se tomaron todos los días, según un estudio alemán publicado en 2012 en el Boletín Económico DIW.

Una carga de trabajo alta y el temor de que se acumule mucho trabajo en su ausencia es uno de los principales motivos por los que los empleados no se toman todas sus vacaciones. Algunos podrían pensar que las vacaciones simplemente no valen la pena. La sensación de salud y bienestar de una persona aumenta durante un período de descanso de dos semanas o más pero vuelve a caer a sus niveles previos a las vacaciones en la primera semana de regreso al trabajo, según un estudio holandés publicado en 2012 en el Journal of Happiness Studies.

Comisiones por ventas u horas facturadas son otro obstáculo. Ryan Beale, un gerente de ventas de tecnología en Massachusetts, afirma que durante años evitó tomarse más de uno o dos días juntos.

“Quería avanzar”, dice Beale. “Mi personalidad no me permitía irme hasta que hubiera superado ampliamente mi objetivo”.

Para alguna gente, trabajar sin parar es una forma de construir autoestima. Otros lo ven como hacer un esfuerzo por su equipo de trabajo, como en el caso de empleados solteros que ceden ante otros con familias.

Bart Lorang, presidente ejecutivo de FullContact, de Denver, un administrador de contactos en la nube, lo llama el “síndrome del héroe equivocado”. Algunos empleados creen que deben “estar activos todo el tiempo, o nada funciona”, dice Lorang. “Es casi como si sintieran una ola de adrenalina generada por que la gente los necesite todo el tiempo”.

Lorang tenía ese tipo de horarios entre 2005 y 2009. “No funcionó bien para mí”, dice. “Pasé por un par de relaciones fallidas, y mi vida personal se vio muy afectada”.

Además de los empleadores que alientan a los empleados a guardar días de vacaciones pagos para acumularlas con las del año siguiente, ahora muchos están ofreciendo vacaciones pagas ilimitadas, una política tan vaga que es confusa. Cuando Evernote, con sede en California, quitó los límites a los días de vacaciones en 2011, algunos empleados infirieron que “quizás eso significa que no quiere que me tome ni uno”, dice Phil Libin, presidente ejecutivo de la empresa.

Libin dejó las cosas en claro al ofrecerle a cada empleado US$ 1.000 para tomarse un descanso, desconectarse del trabajo y “regresar con una mente expandida”, dice. Los empleados deben tomarse al menos una semana para recibir el efectivo.

En 2012, FullContact subió la apuesta y comenzó a ofrecerles a sus empleados US$ 7.500 al año para que se tomaran vacaciones. El uso de los días de vacaciones subió marcadamente. Los empleados se toman un promedio de 10 días.

Las personas que tenían problemas para delegar aprenden a hacerlo con rapidez al comenzar a tomarse vacaciones, afirma Lorang.
Muchos bancos requieren que sus empleados se tomen al menos dos semanas consecutivas al año. Reguladores indican que la práctica es una protección contra fraude, desfalco y otros crímenes.

Brad McCarty, el bloguero de Nashville, trabaja como director de contenido en FullContact desde el año pasado y afirma que el incentivo de US$ 7.500 lo motivó a tomarse sus primeras vacaciones en cinco años a fines del año pasado. “Las primeras 72 horas fueron difíciles”, dice. Luego de cuatro días, “lo entiendes: así es como es la relajación verdadera”.

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